Argentina y su encrucijada en el mapa de la innovación

Por Darío Drucaroff
¿Cuál es nuestro rol en el mapa internacional de la innovación? A través de diversos diálogos CanalAR intenta dar con algunas de las claves de una larga discusión

Durante la inauguración de la novena exposición de Innovar, en octubre de este 2013, el ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao decidió compartir un momento de reflexión sobre la capacidad y la creatividad argentina en materia tecnológica.

Lino Barañao, durante el lanzamiento de Innovar 2013

"Queremos ser un país que se vea como lugar donde recurrir por sus soluciones creativas e innovadoras", invitó a soñar, y a conocer cada uno de los 400 proyectos en exposición. ¿Cuán innovadores somos los argentinos? ¿Qué nos diferencia de otros países? ¿Cuál es nuestro rol en el mapa internacional de la innovación?

Existe un acuerdo general acerca del alto grado de innovación argentina, entre otras cosas por la buena formación que en su momento supieron brindar las casas de estudio. Sin embargo, obtener un reconocimiento internacional por ello se vive como una deuda pendiente. Hoy gran cantidad de empresas hacen punta en sus rubros y sorprenden en muchos idiomas, pero no dejan de ser ejemplos del éxito emprendedor y empresarial, y no de un ecosistema impulsado por gobiernos, empresas y universidades.

"No te puedo decir cuánto se piensa en Argentina desde el exterior a la hora de buscar innovación. Probablemente sea poco, ya que no tenemos marca país en tal sentido. Lo que sí puedo afirmar es que en nuestro país se innova mucho, y que sin lugar a dudas somos los que tenemos más capacidad en este sentido, del mundo hispanohablante", opinó Pablo Iacub, presidente de Calipso.

En sintonía, Santiago Siri, emprendedor en Internet y uno de los fundadores del Partido de la Red, destacó el valor que supo construir el país en innovación. "Dentro de América Latina, tenemos un rol protagónico que sostener. Somos un país que ha logrado hitos notables como tener una empresa de Internet que cotiza en el NASDAQ, considerada entre las 25 más importantes del mundo (Mercado Libre), o haber lanzado uno de los primeros nano-satélites del mundo demostrando la capacidad de nuestra ciencia. Ahora, puertas afuera de América Latina, somos irrelevantes aún".

Según Martín Bianco, Fundador y Director de la empresa Edrans, el país cuenta con una imagen muy positiva específicamente en la instalación de centros de desarrollo de software de calidad, gracias a la muy buena capacitación y creatividad de sus profesionales. "El valor de la industria tecnológica son los profesionales que crean y nuestro país va trazando un camino para lograr diferenciarse en ese nicho".

"Me resulta difícil pensar en un país que sea un lugar para la innovación. Para tener éxito hay que especializarse en algo, tal vez hiper especializarse", opinó Gabriel Baum, investigador en el LIFIA, de la Universidad de La Plata.

Santiago Siri parece estar de acuerdo: "Para poder empezar a consolidar a la Argentina como una potencia innovadora en el mundo, creo que debemos animarnos a innovar donde nadie se anima a innovar. En esos espacios, vamos a encontrar mucho para ofrecer".

Paro Baum apunta a la formación. "Si un país descuida (y más aun destruye) su educación, su sistema de ciencia y técnica, su industria, es imposible que pueda ser un lugar para la innovación. Las políticas públicas de promoción de la ciencia y la técnica a nivel nacional pueden permitir avanzar hacia ese lugar, pero hace falta además generar sistemas locales que puedan integrar los conocimientos con las realidades locales, sino será difícil que algo de eso ocurra".

Para el investigador, durante la última década se dio un primer paso, y ahora la Argentina cuenta con un relativamente pequeño y entusiasta sistema de ciencia, algo importante e imprescindible. "La educación necesita de una verdadera revolución: hace 10 años los pibes iban a la escuela a comer y sacarse los piojos, ahora hay que discutir qué es lo que deben aprender, y los maestros y profesores deben aprender lo que deben enseñar a sus estudiantes".

Iacub coincide. "Creo que se puede hacer mucho en pos de mejorar nuestras potencialidades innovadoras. Por una parte haciendo lo que esta haciendo el Mincyt que es mucho y bueno, y que no registra antecedentes en nuestra historia. Pero por otra parte hay mucho por hacer en el campo educativo, tanto en las escuelas secundarias como en las universidades".

Sabrína Diaz Rato, periodista y fundadora de la Red Gobierno Abierto y de Puntogov, asegura que se necesitan instituciones nuevas que favorezcan la integración del sistema y que miren hacia un mismo horizonte, "comprendiendo que una cosa es la política científica y otra, bien distinta, la política nacional de desarrollo tecnológico. Algunos países vislumbran mejor esta diferencia de base y tienen una arquitectura institucional que, sin descuidar la investigación científica, apuntan a promover la cercanía entre el interés privado nacional y el desarrollo tecnológico. Sólo con la radicación de científicos no alcanza".

Para Siri nada es tan transformador en la Argentina como la voluntad política. "Si logramos desde nuestro sistema de representación democrática tener líderes que tengan un compromiso real con apostar por la innovación y el emprendedorismo, creo que no vamos a tardar mucho en ver resultados extraordinarios. La Argentina es bien fertil en materia de ideas, y para poder ejecutarlas en pos de lograr alto impacto, se requiere de la presencia de todos los actores más influyentes de la sociedad".

"La buena noticia es que por primera vez en muchas décadas estamos haciendo algo en la dirección correcta. Es decir, concuerdo con Lino Barañao, podemos pasar de desearlo a comenzar a tenerlo, pero hay que laburar mucho, tener paciencia y perseverancia", resumión Baum.