Tarde, pero ¿seguro?

Según Enrique Carrier, la política de producción en Tierra del Fuego será un problema que, más temprano que tarde, deberá encarar la próxima administración

Artículo publicado por Enrique Carrier en www.comentariosblog.com.ar.

Enrique Carrier

A fines del 2009 se aprobó la ley 253, popularmente conocida como Impuestazo Tecnológico mediante la cual se eliminó la exención de impuestos internos (26%) y se duplicó el IVA (de 10,5 a 21%) sobre los productos electrónicos e informáticos que no provinieran de la provincia de Tierra del Fuego. Desde sus inicios, esta política de “sustitución” de importaciones de determinados electrónicos (con los celulares a la cabeza) generó críticas. Los objetivos de crear puestos de trabajo y desarrollar una industria local se contraponían a un alto costo fiscal (por las exenciones), mayores costos operativos que se traducen en precios más altos para la población y una oferta más acotada y sesgada. Y no se logró en ningún momento reducir la demanda de divisas para pagar los componentes importados.

A pesar de esto, todo siguió como si nada por años. Es más, se profundizó con medidas paraarancelarias, como poner trabas a la importación más allá de que se pagaran los impuestos correspondientes. Esta es la razón por la cual no se venden iPhones en Argentina, así como ningún otro equipo que no provenga de Tierra del Fuego. Hay mercado dispuesto a pagar ese plus. Lo que no hay es mercadería. Así, la política fue considera por algunos como exitosa, ya que en un plazo de 3 años logró que el 100% de los celulares comercializados en el país proviniesen de Tierra del Fuego.



Con este escenario, hubo que llegar a que faltaran divisas para pagar importaciones para que desde el Ministerio de Economía se pusiera la lupa sobre el sector que es el 2° mayor demandante de dólares detrás de la industria automotriz. Esto se desprende de declaraciones del titular de la cartera en una entrevista realizada por el diario Página 12. En éstas, el funcionario reconoce aspectos tales como que:

  • la producción de celulares, por un tema de escalas y proveedores, está concentrada en pocos países del mundo
  • el aporte local a la producción sólo representa el 1% y su aporte tecnológico es básico
  • los kits para armar los celulares suelen ser más caros que el celular terminado
  • la escala argentina no alcanza para producir competitivamente

    El ministro cierra su entrevista afirmando que "tendríamos que convertirnos en una plataforma para exportar por lo menos a toda la región. Estas son las discusiones que hemos tenido con los productores de celulares y con los países productores". Una afirmación que demuestra que todavía no se terminó de entender a la industria de dispositivos móviles.

    Que Argentina sea productora de celulares es algo que podría discutirse. Lo que no admite discusión es que lo sea si dicha producción debe realizarse en Tierra del Fuego. Se trata no sólo del punto más alejado del puerto por donde llegan los componentes, lo que implica altísimos costos en fletes, sino también donde los sueldos son, por lejos, los más altos del país. Así, la combinación fletes-sueldos echa por tierra cualquier sueño de una industria exportadora. Jamás será lo suficientemente competitiva para trascender las fronteras donde no haya protección fiscal y paraarancelaria.

    Por un tema de escala en sus países de producción, difícilmente pueda también lograrse que grandes nombres como Samsung, LG, Motorola y otros puedan producir competitivamente en Argentina. No obstante, quizás sí pueda pensar en marcas netamente locales, que no apunten a sustituir la demanda por las grandes marcas internacionales sino a complementarla. Tal como lo demostró en su momento el mercado de ensambladores locales y regionales de PC, las marcas nacionales pueden abastecerse de componentes importados, fabricados a gran escala y con precios competitivos. Con menos recursos para competir en branding e innovación, pueden ofrecer productos mejor adaptados a las particularidades de cada mercado, tanto en términos de configuración, tiempo de llegada al mercado (time to market) y localización.

    Por lo pronto, es indudable que la política de producción en Tierra del Fuego será un problema que, más temprano que tarde, deberá encarar la próxima administración.


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