¿Qué tan competitiva digitalmente es América Latina?

Un nuevo ranking de IMD analizó cómo viene la adopción de tecnologías digitales y la formación de talento en 63 países. Chile es el mejor de la región

Los región busca transformarse para no quedarse afuera de la revolución digital. Pero, ¿está preparada?

Esta semana, la consultora IMD lanzó la segunda edición de su ranking de Competitividad Digital 2018, donde analizó la transformación digital de 63 países, incluyendo varios de América Latina.

El estudio clasifica las competencias digitales de cada país evaluando cómo y cuánto adopta y explora las tecnologías digitales que están revolucionando las políticas de gobierno, el comercio y a la sociedad en general.

Para eso, analiza factores clave como el talento, la educación, la concentración científica, la integración TI, el marco regulatorio, la capacidad de adaptarse y el entorno tecnológico que tiene un país.

¿Qué pasa en Latam?

Chile encabeza el ranking regional en el puesto 37, seguido de México (51). El resto de los países de América Latina están entre los diez últimos lugares del ranking: Argentina subió dos lugares hasta el 55, seguido de Brasil (57), Colombia (59), Peru (60) y Venezuela (63).

En el caso de Argentina, su gran fuerte fue la Agilidad Comercial –donde está en el puesto 37 a nivel global–, su Talento, Concentración Científica y Marco Regulatorio. Sin embargo, quedó última en Educación y Capacitación.

Por su parte, Chile se destacó por su capital (26) y su adaptabilidad (27). Sorprendentemente, el mejor puntaje singular en alguno de los factores que analiza IMD se lo llevó Venezuela, que quedó Nº22 en concentración científica.

A nivel global, el ranking de esta año fue liderado por Estados Unidos, seguido por Singapur –ex Nº1–, Suecia, Dinamarca y Suiza. "Estados Unidos sacó provecho de sus mejoras en el conocimiento y en la tecnología, destacó el analista Arturo Bris, Director del Centro de Competitividad Mundial IMD.

Y agregó: "Los avances en el conocimiento son el resultado de un buen desempeño en la capacitación de los empleados y un aumento en la participación del empleo científico y técnico, mientras que el avance del factor tecnológico capitaliza un ligero avance en todos sus subfactores, incluida la infraestructura de conectividad".

Finalmente, los resultados muestran que varios países están experimentando un "desequilibrio adaptativo", es decir, un desajuste entre los niveles altos de capacitación y educación y las estrategias de transformación digital. Por ejemplo: Austria está 7º en formación, pero 25 en capacidad de adaptación.


Más información: www.imd.org.