Discusión en torno a la llegada de las laptops a u$s100

Por Nayla Simeone
Según una nota publicada por el diario La Nación el pasado 30 de enero, el director del laboratorio de medios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Nicholas Negroponte, confirmó que a partir del año próximo llegarán a la Argentina las computadoras portátiles de u$s 100. En diálogo con Canal AR, Susana Finquelievich, investigadora independiente del CONICET, Carlos De Angelis, presidente de la Fundación Diagonal Sur, Paula Pérez, directora ejecutiva de la Fundación Evolución, y Alejandro Piscitelli, gerente de Educ.ar dividen las aguas de la discusión en torno a las laptops baratas de Negroponte.

Según una nota publicada por el diario La Nación el pasado 30 de enero, el director del laboratorio de medios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Nicholas Negroponte, confirmó que a partir del año próximo llegarán a la Argentina las computadoras portátiles de u$s 100. "Está todo en marcha; las conversaciones han ido bien; no tiene por qué haber ningún imprevisto para que un millón de esos equipos llegue al país para ser distribuidos entre chicos en edad escolar de bajos recursos y de áreas rurales", confirmó el investigador a La Nación en el marco del Foro Económico Mundial.

"Ya tenemos compromiso de fabricación. Nosotros desarrollamos el proyecto, pero no tenemos capacidad para construirlo a gran escala. Para eso necesitamos, de un lado, alguien dispuesto a fabricar la computadora y, del otro, alguien dispuesto a comprarla en grandes cantidades para abaratar los costos", explicó.

Negroponte afirmó que la cantidad de laptops solicitada por Argentina es de un millón de unidades, al igual que Brasil. El prototipo de la computadora tiene las dimensiones aproximadas a las de un cuaderno, no pesa más de 800 gramos y es de plástico resistente a las caídas.

Ante la pregunta de este medio sobre su opinión con respecto al plan del MIT, Carlos De Angelis, presidente de la Fundación Diagonal Sur, señaló: "Es realmente difícil de creer que esa posibilidad alguna vez se concrete, por varias razones: primero descreo, honestamente, de ese tipo de "megaproyectos". En segundo lugar, es difícil entender, si el precio de mercado de ese tipo de computadoras oscila entre 1.000 y 2.500 dólares, cómo es posible que se puedan producir a 100 dólares. Y si fuera posible, puedo imaginarme al lobby de productores de PCs (en Argentina todas marcas de primer nivel) intentando dificultar el proyecto. Imaginando que todas las dificultades se superan, y suponiendo que se logran distribuir todas las máquinas en la población objetivo, lo que requeriría de una logística descomunal y pocas veces vistas en Argentina, ¿qué harán con las máquinas los receptores de las mismas? ¿Instalarán (si es que se puede) los jueguitos de fútbol o de lucha?, o ¿también las telefónicas distribuirán 1.000.000 de líneas de teléfono gratuitas para que puedan acceder a Internet?".

"La única forma práctica y realista de establecer programas de alfabetización informática es mediante la planificación e interacción entre Estado, Organizaciones No Gubernamentales, y los involucrados: comunidades y personas de condición humilde y los responsables educativos de esas poblaciones", agregó De Angelis. "De otra forma, se seguirá abonando el terreno para las avivadas. Finalmente, se le debe agradecer al señor Negroponte sus preocupaciones por la salud informática de los pobres argentinos y decirle que quizás en China o en Estados Unidos, estén interesados por su proyecto".

Por otro lado, y ante la misma pregunta, en una nota publicada por este medio (ver aquí), Paula Pérez, directora ejecutiva de la Fundación Evolución comentó: "Me parece que hablar de un millón es mucho y más teniendo en cuenta que por ahora son sólo un prototipo. No sabemos concretamente bien para qué puede servir una computadora de esos valores. Me trato de imaginar a nivel país cómo se implementaría cuando ahora en las escuelas no se está trabajando con tantas computadoras, ni existe una cultura establecida como para manejarlas y usarlas con sentido; entonces, desde ese lugar me hace un poco de ruido todo esto. Me parece interesante la postura de Chile que va a evaluar el producto una vez que ya esté plenamente desarrollado. El Gobierno debería evaluar si amerita la compra de un millón o no, y después, si la compra fuera una acción más de un plan integral, podría tener sentido, pero si se ignora a la escuela, al docente y a la conectividad, me queda la sensación de que los chicos la van a usar como una PlayStation. Esperemos que no las compre, ese es mi deseo".

En un tono menos crítico, Alejandro Piscitelli, gerente de Educ.ar (ver aquí) señaló que "luego de la presentación de One Laptop per Child hubo declaraciones terribles de Craig Barret, Michel Dell, ente otros, con descalificaciones que iban desde lo personal hasta lo industrial. La reacción es la previsible. Mi impresión es que aunque este plan no funcione, asustará a unos cuantos para que bajen los precios de las notebooks. En relación a la Argentina, nada ha cambiado desde su visita al país. El prototipo nadie lo vio; estamos esperando que esté listo entre abril y junio. El Ministro (de Educación) está interesado en líneas generales en el proyecto, pero no habrá ningún cambio hasta que no se vea el prototipo".

Por último, Susana Finquelievich, investigadora independiente del CONICET, mantuvo una postura más auspiciosa para el plan: "Creo que toda acción tendiente a facilitar el acceso a la Sociedad de la Información es positiva. Sería muy interesante que Argentina levantara el desafío y se convierta no sólo en usuario de las computadoras a u$s100, sino también en proveedora de las mismas. Y dado que existe esta oportunidad, sería conveniente que las universidades y las empresas crearan articulaciones para trabajar en esta dirección".

Recordemos que en octubre del año pasado, el fundador del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y principal impulsor del plan Una Laptop por Chico, Nicholas Negroponte, se reunió con el ministro de Educación, Daniel Filmus, para profundizar la implementación del Plan en el país. En esa oportunidad, Filmus afirmó que "La Argentina tiene la firme intención de adquirir 1 millón de laptops a 100 dólares apenas estén disponibles a través del Plan, a finales del año 2007" (ver nota).