¿Qué hay detrás de las "ciudades digitales"?

Somos como niños ante nuevos e inmensos juguetes cuando las modernas tecnologías nos preparan una nueva sorpresa. Jugamos a la técnica, competimos, ganamos y perdemos. Pero, ¿qué ocurre cuando pensamos que las tecnologías de la información pueden modificar la forma en que convivimos y nos organizamos como ciudades?

Representantes de gobiernos, empresas, asociaciones y fundaciones discutirán sobre las mejores prácticas para lograr un impacto en la organización civil a través de las tecnologías de la información, durante el primer Foro de Ciudades Digitales, que se llevará a cabo en la Ciudad de Buenos Aires el 11 y 12 de mayo, bajo la organización de la empresa Prince & Cooke, la Asociación Civil Actuar, la Sociedad de la Información de las Américas, y el Instituto de Tecnología y Desarrollo de la Fundación Gestión y Desarrollo.

Más que un nuevo juguete, la "Ciudad Digital" representa una nueva forma de pensar la convivencia, una manera de "romper con una sociedad dirigida de arriba hacia abajo", según comentó Alejandro Prince, presidente de Prince & Cooke y principal impulsor del Foro, en la siguiente entrevista realizada con Canal AR.

- ¿Qué significa la ciudad digital?

- La ciudad digital no pasa tanto por la palabra "digital" si uno piensa que digital es una computadora. Creo que lo importante es la topología: estar en red. La ciudad digital no es la que tiene más computadoras o un portal bonito, sino la que es capaz de usar la tecnología para ponerse en red. Y ponerse en red hacia adentro: que el Ministerio de Economía esté conectado con la Secretaría de Agricultura, y que la información vaya así de un lugar al otro; que el intendente pueda comunicarse con el último bombero, que el ciudadano pueda tener un cierto diálogo en los trámites o con personal político o administrativo, con el gobierno; que las empresas estén vinculadas entre sí y con la comunidad. Es poner todos los elementos y órganos e instituciones de la ciudad en red, pero además poner a esa ciudad en red con otras ciudades cercanas, y que puedan compartir costos y las experiencias. Se trata de romper con una sociedad dirigida de arriba hacia abajo, hacer una ciudad más horizontal.

- En la antigüedad, sociedades primitivas pudieron lograr una buena organización ¿Cómo ves el rol de las tecnologías en todo esto?

- La sociedad de hoy frente a la primitiva se ha complejizado, en cantidad de gente y en un elemento mucho más importante: hoy aceptamos la diversidad. Las sociedades de antes, incluso las democracias fundadoras (la francesa y la norteamericana), eran monolíticas: "El pueblo es uno y piensa de una sola manera". La sociedad no era diversa. Hoy, como dicen algunos filósofos, el imperativo categórico moral más fuerte tal vez sea que cualquier moral está bien, y más que tolerarla, tenemos que darle la libertad para que exista. En la velocidad y la diversidad de la sociedad moderna la tecnología aparece casi en paralelo: surge el problema pero surge la solución. La tecnología no es la solución, sino lo que te facilita la posibilidad de manejar niveles más crecientes de tensión social y de complejidad.

- ¿Cómo se está desarrollando la ciudad digital en la Argentina?

- Seamos honestos con algo: sería más fácil que hubiera proyectos de ciudad digital en un país donde el Gobierno Nacional mostrara líneas estratégicas, planes, programas de gobierno digital. Eso dalo por muerto, no existe. No hay una agencia coordinadora, no hay programa, no hay un plan. No hablan del tema. Mendoza es una provincia que tiene una agencia coordinadora y un plan para gobierno digital, y que ya tiene un conjunto de avances y aplicaciones hechas, más que nadie, más que la Nación en su conjunto, a nivel cualitativo. Ahora, ¿cuántas ciudades tienen gobiernos digitales?, o mejor dicho, ¿cuántas ciudades digitales hay? La verdad que ciudad digital en Argentina no hay ninguna. O sea, si un gobierno ya implementa dos aplicaciones digitales y demuestra que el intendente es un campeón en el tema, se merece estar en la lista de ciudades digitales. Pero ojo, que no se crea que por figurar realmente es una ciudad digital. En el país no pasan de 20 o 30 las que figuran en esta lista, siendo muy generoso en esta definición.

- ¿Cómo creés que las ciudades digitales modificarían nuestra realidad?

- La tecnología tiene que ayudar a rescatar la esfera pública. La democracia no terminó de cumplir con sus promesas. Mucha gente dice boludeces, la representatividad no funciona, los políticos son corruptos, la burocracia es ineficiente, la gente no participa políticamente, no se calienta, vota por 4 años y se queja en el bar, pero no hace nada para que las cosas cambien. Este tipo de tecnologías podría permitirnos trabajar en red, más horizontalmente. Hoy cada uno se mueve más en burbuja: los ricos en su country y los pobres aislados en una villa. No hay un encuentro con el otro. No se crea el concepto de comunidad, aunque vivamos todos en una misma sociedad. Y encima viajamos por transportes distintos, vamos a escuelas distintas, ni hacemos la colimba juntos. Estamos juntos, pero no estamos conviviendo en el sentido con-vivir. Que la gente pueda informarse con lo que pasa en la política, que la gente pueda participar. No se trata de votar al pelotudo que te va a representar, se trata de votar no a un candidato representante sino a la agenda pública: cuáles son los temas que nos importan, y qué decisiones queremos tomar. Recrear la esfera pública para que se vuelva a construir un espíritu comunitario.

Para conocer el programa del Foro de Ciudades Digitales puede hacer click aquí.

Más información: www.princecooke.com.