Los hackers chinos arremeten contra el Bureau de Seguridad

El peón le hizo jaque al rey, o algo así. Un grupo de hackers chinos salió a responderle al Bureau de Seguridad Pública de Pekín con su mejor arma, atacaron su página web para escribir el siguiente mensaje: "Una compañía de seguridad que no puede proteger su propio sitio web no debería hablar sobre seguridad". Esto ocurrió cinco días después de la noticia sobre el reclutamiento de 4.000 vigilantes que controlarán los contenidos de todas las web del país

Los piratas informáticos chinos reaccionaron a las últimas medidas de censura en Internet, iniciadas por el Gobierno chino, con un ataque a la página web del Bureau de Seguridad Pública de Pekín. Esto ocurrió cinco días después de la noticia sobre el reclutamiento de 4.000 vigilantes que controlarán los contenidos de las web. (ver nota). Los hackers chinos lograron entrar en la página oficial del Bureau y modificar su contenido.

"Una compañía de seguridad que no puede proteger su propio sitio 'web' no debería hablar sobre seguridad", escribieron los intrusos en la sección de noticias del mencionado sitio, que funcionó varios días sin que sus responsables se percataran del cambio.

Los vigilantes que intenta imponer el organismo de seguridad deberán comunicar a la policía cualquier visita de un cliente de cibercafé a una página web pornográfica, intentos de obtener datos confidenciales o la distribución de información falsa, señaló con anterioridad el diario South China Morning Post.

Los reclutados deberán especializarse en informática e Internet y tener "un buen conocimiento de la política gubernamental", lo que parece indicar que su cometido también implicará el control de información contraria a la línea oficial del Gobierno comunista.

El Gobierno chino utiliza cada vez más medios sutiles y sofisticados para ejercer su censura, desde el uso de filtros que no dejan pasar sitios web sobre el Tíbet y Taiwán hasta falsos foros en Internet en los que internautas pagados por el Gobierno crean discusiones artificiales en las que introducen propaganda estatal.