Gabriel Baum: "Educar para la pobreza"

Impulsado por el artículo de Pablo Iacub publicado hoy en CanalAR, el investigador de la Universidad Nacional de La Plata llama a reflexionar sobre la dependencia tecnológica

Carta de lector de Gabriel Baum.

El articulo de Pablo Iacub publicado en la edición de hoy -22/4/21014- de CanalAR sobre la educación (ver Pablo Iacub: "La educación argentina, a contramano de la historia") me parece una muy buena contribución, y una voz de alerta de la mayor importancia, acerca de qué están haciendo la autoridades con la educación de nuestros jóvenes.

Gabriel Baum

Para no abundar en argumentos que han sido expuestos con mucha claridad por Pablo, quisiera referirme a un tema que no suele aparecer en el debate educativo, al menos no muy explícitamente.

Nuestro país -asi como todos los países periféricos- paga royalties por patentes, licencias y propiedad intelectual de productos tecnológicos, muchos ya imprescindibles para el funcionamiento de la economía y la sociedad, sumas muchas veces millonarias en dólares, que podrían ser aplicadas a mejorar el país y la vida de sus ciudadanos. Eso se llama depedencia tecnologica.

Debemos decir que es posible superar -y proponernos hacerlo- la dependencia tecnológica. El intenso debate acerca de la electrónica en Tierra del Fuego y la industria automotriz son discusiones acerca de esta situación, aunque hay muchos otros ejemplos en todos los campos de la economía y la producción de bienes y servicios.

Resolver este problema es difícil y depende de decisiones políticas y económicas complejas y de largo aliento, que deben acompañar el desarrollo nacional. Sin embargo, ningún programa de este tipo puede tener éxito sin contar con la base de una fuerza de trabajo educada y competente en los campos del conocimiento relacionados con la producción de tecnología (y por cierto, con las ciencias de base).

No es posible superar la dependencia tecnológica sin tener la capacidad de desarrollar tecnología. Decisiones como las de las autoridades educativas que denuncia con todo acierto Pablo Iacub, nos condenan por años a la dependencia y, como ya lo sabemos, a la pobreza y la exclusión.