Cómo hacer de la tecnología una política de Estado

Por Leandro Piñeiro
De esto trata el libro que presentará Alberto Briozzo. El impulsor de la Ley de Promoción de Software dialogó con este medio acerca de su nuevo material y opinó sobre el flamante Ministerio de Ciencia y Tecnología

El próximo lunes 26 de noviembre a las 17 hs en el edificio de la Secretaría de Industria, Comercio y PyME, Alberto Briozzo presentará su libro Construcción de Políticas de Estado en el Siglo XXI. A través de todo el material, el coordinador de los Foros de Competitividad intentará explicar los procesos que llevaron a la instalación del software como política estatal, el rol de organismos como la CESSI en la cuestión, y se animará a plantear una agenda de políticas tecnológicas para el siglo XXI.

- ¿Cómo se dio el proceso de instalación del software como política de Estado?

- Creo que es el caso típico para estudiar y difundir, sobre todo para que pueda ser replicado. Cuando presenté la Ley de Promoción de Software en abril de 2002 no podía ni explicar la importancia del software como sector estratégico. A los funcionarios y legisladores había que explicarles qué era la industria del software. Desde hace un año el Presidente, los ministros, secretarios, gobernadores y demás hablan del software. ¿Qué pasó en el medio, para pasar del desconocimiento absoluto a esto? Eso es lo que se relata en el libro, y lo hacen quienes tuvieron a su cargo, desde distintos ámbitos, la ejecución de las 30 medidas del Plan de Acción. Entonces, por un lado reivindicamos una tarea colectiva, de participación y articulación entre cientos de personas del sector público, privado y académico en todo el país. Y por otro explicamos la metodología, para que pueda ser replicada en otros sectores.

- ¿Cuál fue el rol del Estado en el plan estratégico del software?

- El Estado sancionó dos leyes, reglamentó un régimen de promoción que ya tiene más de 200 beneficiarios, creó el primer fondo de promoción sectorial de la Argentina (el FONSOFT), convocó a la elaboración de un Plan Estratégico y un Plan de Acción con 30 medidas, gestionó su cumplimiento, más de 10 gobiernos provinciales acompañaron con iniciativas locales. El Estado no "colaboró", sino que priorizó el sector, convocó a las tres patas del triángulo de Sábato (N. del A: Se refiere a la interacción entre ciencia, empresa y gobierno) y tuvo un rol protagónico hasta el 2005/6, cuando las medidas se institucionalizan. A partir de allí y como corresponde, los otros actores, especialmente el sector privado, y también el sector académico, comenzaron a liderar este proceso.

- ¿Cómo ve el rol de la CESSI en este contexto?

- Es fundamental. Mas allá de los presidentes que se sucedieron en esta etapa (Jorge Cassino, Carlos Pallotti, ahora Miguel Calello) la CESSI como institución debe estar entre las cuatro o cinco cámaras empresarias mejor gestionadas de la Argentina. Y aprovechó muy bien el impulso que el Estado dio al sector para consolidarse como Cámara, sobre todo después de la sanción y puesta en práctica de la Ley de Promoción. Por eso desde el Estado le pedimos a comienzos de este año que elabore la propuesta del Plan de Acción 2007-2011. Y vaya si cumplió: en el libro publicamos esa propuesta, que para mi gusto es excelente y marca la agenda del sector para los próximos cuatro años. También es justo reconocer que CICOMRA, así como otras cámaras empresarias, colaboraron en todo este proceso.

- ¿Cómo será la evolución de la industria del Software durante los próximos años?

- La Argentina puede perfectamente cumplir con la visión del Plan Estratégico: "convertirse en un actor relevante, como país no central, del mercado mundial SSI". En este momento Gabriel Baum, que fue clave en todo este proceso, está organizando un Foro de Prospectiva TICs 2020 donde es increíble el altísimo nivel de análisis y tratamiento de los temas relacionados con las TICs y el Software. Creo que los empresarios y académicos tienen una visión muy clara y precisa de para dónde van los tiros, como dicen los españoles, y a eso se agrega que el nuevo Ministro de Ciencia y Tecnología ha manifestado un pensamiento similar al respecto.

- Profundizando en ese punto ¿Cómo analiza la creación del un nuevo Ministerio?

- Acá hay dos muy buenas noticias: que se de a la Ciencia y Tecnología el rango de Ministerio y que a su cargo se nombre al Dr. Lino Barañao, un científico prestigioso que tiene claro que en nuestros países el tema clave es cómo se aplica el conocimiento a los procesos productivos y sociales, y que además en la primera entrevista que concedió ya habló de impulsar decididamente el Software, la Biotecnología y la Nanotecnología. Sería muy bueno que se continuara con los avances que ya se lograron en algunas de esas áreas, como la sanción de la Ley de Promoción de la Biotecnología Moderna, que estamos reglamentando, o la creación del Banco de Microorganismos, o la Fundación Argentina de Nanotecnologia, que ya realizó la primera convocatoria a proyectos.

Opinión sobre la millonaria inversión brasilera

Para finalizar, Briozzo aseguró que están dadas las condiciones para que el país avance tecnológicamente, pero para eso será necesario impulsar un aspecto clave: la inversión. "Brasil destinará 28.000 millones de dólares a su plan 2007-2010 de Ciencia y Tecnología. Creo que hay que aprovechar lo aprendido en estos últimos años para instalar el concepto de que tanto el Estado como el sector privado tienen que invertir muchísimos mas recursos en I + D, si queremos realmente cambiar el patrón de especialización productiva de la Argentina".