Repercusiones del avance del impuestazo tecnológico en el Congreso

Importantes referentes de la industria IT local expresaron a Canal AR su posición respecto al polémico proyecto, que obtuvo media sanción y está a un paso de convertirse en Ley

Las miradas de la industria tecnológica argentina se posaron el miércoles por la noche en el Congreso, y más precisamente en la Cámara de Diputados, donde se llevó adelante el debate sobre el proyecto de Ley que prevé el aumento impositivo de una serie de productos electrónicas.

La norma, que obtuvo media sanción y ahora será tratada en la Cámara Alta, es muy significativa. Tanto sus defensores como detractores, coinciden en que modificará de raíz la estructura de producción del país. A continuación, el testimonio de distintos referentes del sector, que dieron a Canal AR su visión sobre la norma:

Adrián Lamandia, CEO de Novatech: Lo que se logró en la Cámara de Diputados es parte de lo que veníamos promoviendo hace tres meses: evitar que el precio de las notebooks y netbooks se eleven en el mercado, tal como planteaba este proyecto. Lo que no funcionó es la opción superadora que planteamos, de frenar los beneficios planteados en el mismo proyecto a Tierra del Fuego. En este sentido, no se logró el objetivo principal de tener una protección real para la industria nacional que no hiciera que los precios aumentaran. Además, no se excluyeron a los monitores del proyecto, y esto impacta directamente en el precio de las PCs. Ahora, la idea es seguir trabajando con un proyecto de Ley con el estilo implementado por Brasil, en donde hay una dinámica de protección a la industria global. Estamos de acuerdo en una sustitución de importaciones, pero que no sea o para Tierra del Fuego o para nadie.

Alejandro Mayoral, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE): Para lograr un consenso en la aprobación de la Ley, se excluyeron del proyecto a las netbooks y notebooks. Se trata de una Ley espejo a la de Brasil, que a ellos les permitió abastecerse de productos electrónicos, y que a nosotros nos pondrá en igualdad de condiciones frente a los importadores. Además, va a inducir a que se generen más inversiones dentro de Argentina, y los nuevos productos que se fabriquen en el país van a llegar a los usuarios con la misma calidad, e igual o menor precio que ahora.

Gustavo Vilches, director de Sicsa Group: El proyecto de Ley tal cual fue votado no conforma a los fabricantes locales de bienes informáticos nucleados en CAMOCA, porque consideramos que no resuelve de modo integral ni las premisas del Gobierno Nacional de generar una industria de tecnología fuerte, sustituir importaciones y aumentar la participación de mano de obra nacional. Tampoco resuelve la problemática de nuestro sector, que requiere de incentivos para realizar nuevas inversiones que permitan seguir integrando hacia atrás el proceso productivo actual, incorporando la fabricación local de placas madre. Sólo concentra enormes beneficios fiscales en Tierra del Fuego, en detrimento del resto de las provincias, y favoreciendo en particular a pocas empresas nucleadas en AFARTE. Si bien, respecto de la posición en la que nos encontrábamos en el mes de abril, cuando el PL fue al Congreso, donde los daños que hubiera provocado la sanción del PL hubieran sido irreparables en términos de pérdida de puestos de trabajo (6.800 directos y 18.000 indirectos), cierre de plantas y retoceso digital, el hecho de que se quiten del mismo a las notebooks y netbooks representa un avance y un reconocimiento formal de nuestro reclamo. Pero reiteramos: esto no alcanza ni para la industria nacional, ni para alcanzar los objetivos planteados por el Gobierno Nacional. De todos modos esta situación ha abierto una discusión tanto en el Gobierno como en la industria y la opinión pública que debemos aprovechar para plantear de una buena vez una Ley de Tecnología y una Ley de Hardware, como lo hizo Brasil con enorme éxito.

Fabiana Cereseto, presidenta de la Cámara de Empresas Informáticas del Litoral: El proyecto con modificaciones que salió aprobado de diputados no perjudica de manera determinante y definitiva al sector informático, minimizando el riesgo de la pérdida de puestos de trabajo y de la desaparición de las empresas productoras. Desde el punto de vista del desarrollo tecnológico, no cabe duda que es absolutamente negativo porque frena cualquier avance que se quiera hacer fuera de Tierra del Fuego. De hecho, los proyectos que tenían las empresas de nuestra región de fabricar GPS o monitores seguramente pasaron a la historia. Y fundamentalmente, no genera condiciones e incentivos para que se desarrolle la industria electronica. Si tomamos en cuenta a los usuarios, el problema continúa, dado que quedaron incluidos los celulares, los GPS, los monitores LCD, los contestadores telefónicos, cualquier equipo grabador o reproductor de sonido y hasta los calefactores. Indudablemente, esto sigue concentrando en unas 10 o 15 empresas un negocio fabuloso, aunque estas empresas han demostrado que en 40 años de subsidios extraordinariamente altos no ha podido consolidad una industria electrónica nacional, porque siguen ensamblando kits importados y requiriendo subsidios que pagamos entre todos para continuar trabajando.