“En ninguna parte del mundo, ni en Manaos, se fabrican cámaras de fotos”

Por Pablo Comuzzi - pabloc@canal-ar.com.ar
José Russo, presidente de la Cámara de la Industria Fotográfica Argentina, afirmó a Canal AR que el proyecto de impuestos electrónicos es la respuesta a un problema de recaudación, y que pone en riesgo a 20 mil fuentes de trabajo que emplea este rubro

El oficialismo confiaba en que el 20 de agosto obtendría tres importantes victorias en la Cámara de Senadores. Su intención era que los legisladores trataran y aprobasen ese día la reforma de la Ley de Administración Financiera, la emergencia agropecuaria y el aumento tributario a productos electrónicos. Las dos primeras propuestas ingresaron al recinto y fueron votadas por el kirchnerismo y otros bloques, pero el denominado impuesto tecnológico no fue incluido en la lista de temas a tratar porque que no tenía dictámen favorable.

José Russo

Según explicó a Canal AR José Russo, presidente de la Cámara de la Industria Fotográfica Argentina (CIFA), el proyecto no se trató en la Comisión de Presupuesto y Hacienda (PyH) en la fecha prevista porque el senador radical Gerardo Morales solicitó que personal de la Secretaría de Comercio diera explicaciones sobre los alcances de la norma, antes de tomar cualquier determinación.

El encuentro se realizó hace dos semanas y contó con la presencia de responsables de esa cartera, que hablaron con los senadores. Sin embargo, Russo se mostró en desacuerdo con los argumentos planteados y la metodología empleada. “Hablaron en voz baja y sin micrófono. Simplemente se cumplió con un requisito formal antes de que sea votada la Ley”, afirmó el ejecutivo, quien no duda en que el oficialismo obtendrá los votos suficientes para debatir el proyecto –que ya tiene media sanción- en la Cámara Alta. La Comisión volverá a juntarse el 2 de septiembre, y podría tratarlo esa misma tarde en el Senado.

Cuando este medio le consultó cuál era su posición respecto a la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo, Russo consideró que se trata de una norma que incluye a productos muy distintos entre sí, por lo que pidió que sean evaluados por separado. “Es imposible discutir si está bien o mal que se ensamblen en Tierra del Fuego o se graven con impuestos, si se compara a un teléfono con una cámara fotográfica, una heladera, lavarropas o una plancha. Son artículos con usos y características distintas”.

Actualmente, todas las cámaras fotográficas que se venden en Argentina provienen del exterior. Russo expresó que la CIFA no representa a los importadores de equipos, sino a la industria detrás de su comercialización, que incluye a proveedores de materias primas y químicos, retails, pequeños comercios, laboratorios y distribuidores. “El Estado ignora que hay un gremio compuesto por 20.000 personas que en los últimos años hizo una fuertísima inversión. Una cosa es copiar una foto a partir de un negativo, y otra es la tecnología que hace falta para copiar una foto a partir de una archivo digital”.

A su vez, afirmó que es un sector que para ser rentable requiere de un parque no menor a las 10 millones de máquinas fotográficas, frente a las 5 millones existentes hoy en día. “Necesitamos que continué el crecimiento de importación de equipos para salvar a la industria fotográfica, que depende de la post venta del dispositivo”.

Por otro lado, citó una nota que salió publicada en La Nación el 12 de agosto, en la que el director de New San, una de las empresas interesadas en que se apruebe la norma, expresó que si el Congreso sanciona la Ley producirán desde Tierra del Fuego, en el primer año producirán 80.000 cámaras de 8 megapíxeles y crearán “al menos” 25 empleos (ver artículo de La Nación).

Sin medias tintas, Russo replicó que la iniciativa llevará a un aumento de entre el 25 al 30 por ciento de los equipos, y que en realidad New San se limitará a la tarea de ensamblado. “En ninguna parte del mundo, ni en Manaos, se fabrican cámaras. O sea, el país va a tener mayor salida de divisas por la importación de las piezas, que por los dispositivos sueltos”.

Cambió la marea. A su entender, “lo más paradójico” es que a fines de julio de 2004 la Comsión de PyH del Senado le sugirió al Poder Ejecutivo que recategorice a las cámaras como bienes informáticos –por lo que pasarían a pagar un 10,5% de IVA-. “Hoy no sólo eliminaron ese beneficio, sino que quieren gravarle un impuesto del 25% extra”.

-Por qué considera que se dio ese vuelco en la postura de la Cámara Alta?

- Es una de las tantas leyes que se toman sin ser analizadas, y creo que simplemente es un problema de recaudación fiscal. Que acá se produzcan exclusivamente cámaras de 8 megapíxeles es escuchar música en un (tocadiscos) Winco.

- ¿Cuál podría ser una propuesta alternativa, que deje satisfechas a ambas partes?

- Si bien no soy el Estado para sugerirle qué hacer, puedo decirle que si deja las cámaras con los derechos y el IVA actuales, el millón de equipos vendidos le generará una recaudación de 40,5 millones de dólares al año en impuestos. Si realmente quieren favorecer la industria nacional, me parece perfecto que de en Tierra del Fuego ventajas fiscales frente a los importadores. Pero no hay necesidad de seguir gravando con más impuestos, salvo que tenga una necesidad concreta de caja.


Más información: www.cifa.org.ar.