Inteligencia Artificial y Datos Personales: protegiendo nuestra identidad en la web

Escribe Pablo Paul, Docente de la materia Minería de Datos Empresarial de la Maestría Ciencia de Datos e Innovación Empresarial, Universidad CAECE

Hasta la persona menos habilidosa con la tecnología, hoy está hablando de Inteligencia Artificial. La última gran novedad fue ChatGPT, que llegó para copar medios periodísticos y redes sociales. Cuando se habla de Inteligencia Artificial, Aprendizaje Automático o Modelos Predictivos se trata básicamente de lo mismo: la materia prima (datos) se procesa generando información valiosa, inédita e imposible de ser generada de forma manual. Es necesario gran velocidad y capacidad de procesamiento para poder “cocinar” esa gigantesca masa de datos (big data).

De lo que poco se habla es del origen de los datos. No nos sorprende que una plataforma nos sugiera una película, un producto que nos hace falta, un destino vacacional o videos en una red social. El algoritmo parece saber todo sobre nosotros y no nos detenemos a preguntarnos por qué.

Cada dispositivo que usamos conectado a internet deja una huella que dice mucho sobre nosotros. Dónde estuvimos, qué compramos, qué celular usamos, qué tiendas visitamos, a quién le mandamos mensajes. Estos datos se almacenan y se procesan, aunque no lo sepamos. Por ejemplo, son varias las agencias tributarias en el mundo que utilizan la geolocalización de los teléfonos móviles para determinar si un contribuyente debe pagar ciertos impuestos o rastrearlo para entregar una notificación. Varios países han legislado este comportamiento para darle un marco legal (por ejemplo, Tasa Google y Tasa Tobin en España).

Algunos autores afirman que, si el producto es gratis, entonces el producto eres tú. ¿Cuántos de nosotros hemos leído términos y condiciones de las aplicaciones que descargamos en nuestros teléfonos? Cabe preguntarnos, ¿qué hacen las empresas de mensajería, redes sociales, apps deportivas con nuestros datos? ¿Nos dejan usar esas aplicaciones fundamentales en nuestro día a día solo por beneficencia? ¿Hay algo detrás que no vemos? La respuesta es sí, hay mucho que desconocemos. Muchas empresas han mutado su modelo de negocio hacia la venta de datos: toman datos de los usuarios y los venden a terceros para, por ejemplo, hacer una campaña publicitaria. ¿Es legal? Sí. Sin embargo, la gran mayoría de nosotros no sabemos que lo hacen.

En Argentina existe el registro nacional de bases de datos personales dónde cada base de datos existente en el país debe estar registrada junto con su finalidad y su responsable. Así lo establece la ley 25.326 de Protección de Datos Personales. Nuestra huella virtual queda registrada (al menos en parte) bajo el amparo de esta ley.

Proteger nuestros datos en la web es prioritario, así cómo conocer nuestros derechos sobre los mismos y hacerlos valer. “Los datos son el nuevo petróleo” dicen en repetidas ocasiones, y nosotros somos los proveedores de ese petróleo. Empezar a pensar en la seguridad de nuestros datos en la web es esencial. Así cómo cuidamos nuestros bienes tangibles, es hora de saber cómo y porqué cuidar nuestra huella virtual.

(*) Pablo Paul: Docente de la materia Minería de Datos Empresarial de la Maestría Ciencia de Datos e Innovación Empresarial, Universidad CAECE