Hugo Scolnik opinó sobre OLPC

Por Darío Drucaroff
El creador del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, opinó en diálogo con Canal AR sobre el proyecto de Nicholas Negroponte: "Hay que salir a la cancha"

Durante 2006 gran parte de las discusiones generadas en el mercado de las tecnologías de la información estuvieron relacionadas a la iniciativa OLPC, que propone la venta masiva de laptops a aproximadamente 135 dólares para reducir la brecha digital en la educación en países necesitados. Argentina es uno de los posibles clientes del proyecto, y desde hace meses medita los pros y contras de la iniciativa.

En diálogo con Canal AR Hugo Scolnik, matemático creador del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, reconocido por su aporte al sector argentino de las tecnologías de la información, y encargado de testear las laptops ideadas por Nicholas Negroponte, comentó: "El proyecto de OLPC en general apunta a un tema que es más que preocupante para muchos sociólogos y economistas en el mundo: el hecho de que la tecnología ahonda las brechas sociales".

- ¿Coincidís con la visión que tiene Filmus sobre este proyecto?

- Totalmente. Hay que jugarse. Ojo, son proyectos muy difíciles que pueden fracasar fácilmente. Si uno no hace nada va a ser criticado, y si hace algo también va a ser criticado. La cuestión es tratar de asegurar, en la medida de lo posible, de qué manera uno puede generar condiciones para lograr éxito. Acá hay muchísimos desafíos para educadores, para pedagogos, no es tanto el problema tecnológico. El problema es generar proyectos educativos que realmente sean útiles.

- Más allá de OLPC, ¿qué opinás sobre la idea de que cada chico tenga una laptop?

- Me parece interesantísima. Cuando uno recorre los laboratorios convencionales de las escuelas ve que el impacto aún es muy bajo. El chico necesita ser dueño de la máquina, de sus datos, de sus cosas. Como nosotros. En general en las escuelas hay una máquina cada muchos chicos, está llena de virus, son un desastre. Los chicos no tienen interés en encarar proyectos propios, porque no sienten que la computadora sea de ellos. Lo que ha logrado Negroponte con todo esto es que haya un movimiento enorme en la industria informática para generar máquinas competitivas, y bienvenidas sean. Este es el principio de una revolución en la informatización de la sociedad que debe ser conducida adecuadamente, y ese es un desafío para el cual hay muchas preguntas y pocas respuestas.

- ¿Cuál es tu postura frente a las controversias que genera este megaproyecto?

- Tenemos muchísimas incógnitas, pero la única manera de dilucidarlas es ponerse en marcha. En Argentina tenemos mucho miedo a fracasar, y bueno, en todo caso hay que fracasar y ganar experiencia. Creo que no hacer nada sería un grave error. Hacer, sin pensarlo muy bien, también sería un grave error. Entonces, estamos en ese dilema. Bienvenidas las contribuciones de todos los educadores que se han arrimado y han traído toda clase de cosas y de ideas. Me parece que hay mucho patriotismo en gente que quiere ver que estos proyectos sean exitosos y que realmente Argentina logre un lugar en la Sociedad de la Información. Si este es el camino único, no lo sé. Si es el adecuado, tampoco. Hay que empezar a experimentar para ver qué pasa. Esto va a ser criticado por todos lados. Yo personalmente y mucha gente que conozco, si tuviera un ministro de educación incapaz de asumir el desafío y jugarse políticamente por hacer algo de esta naturaleza, no lo quiero de ministro. El hecho de que Filmus esté dispuesto a pagar cualquier precio político por hacer algo en lo cual él cree, a mí me parece admirable.

- ¿Existe un plan consolidado para discutir cuáles serían las mejores opciones si se decide ingresar en el plan?

- Se está discutiendo. Hay una gran cantidad de pedagogos, gente que se acercó con ideas. Hay gente brillante en la Argentina, especialistas muy buenos en educación. Este es un país muy importante en la educación del mundo, siempre lo ha sido, es tradición. Hay gente que piensa en serio. Hay que coordinar todas esas ideas. Hay muchas cosas escritas y propuestas. Hay discusiones, hay desacuerdos, y mejor que haya. Hay que hacer pruebas pilotos midiendo los fracasos, aprendiendo sobre la marcha. Nuestro sistema educativo es para sacarse el sombrero, lo que pasa es que estás dando un instrumento que es totalmente nuevo. Hay que salir a la cancha. La gente va a decir que sale mucha plata, pero cuánto cuesta la ignorancia. Esto es revolucionario, es como poner bombas en todo el aparato educativo, yo lo veo así. Pongámoslas a ver qué pasa, van a salir cosas lindas me parece.


Más información: www.laptop.org.