El ITBA diseñó un módulo de energía limpia para la Antártida

Su objetivo es calefaccionar ambientes y dar funcionamiento a distintos artefactos de la Base Esperanza. Se alimenta de energía eólica que luego se transforma en agua o vapor. De esta forma, Argentina se convierte en el segundo país en instalar equipos de hidrógeno, después de Australia

Con el objetivo de seguir avanzando en la búsqueda del reemplazo de combustibles fósiles, como el gasoil y el gas licuado, ambos contaminantes, ya está en funcionamiento en la Base Esperanza, ubicada en la Antártida argentina, el primer Módulo Argentino de Energía Limpia (MAEL I), desarrollado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).

1. MAEL I 2. Base Esperanza

El proyecto fue realizado en conjunto con la Planta Experimental de Hidrógeno de Pico Truncado (Santa Cruz), la Asociación Argentina del Hidrógeno y la Escuela Superior Técnica del Ejército, siendo su construcción totalmente argentina.

El MAEL I se alimenta de energía eólica, aunque también puede cargarse con otras fuentes renovables, y tiene la capacidad de producir y almacenar hidrógeno y oxígeno a 30 bares, sin necesidad de utilizar compresores de presión. El objetivo de su implementación es otorgar energía suficiente para calefaccionar ambientes, dar funcionamiento a hornos u hornallas, motores a hidrógeno, computadoras y televisores.

“En todo el ciclo no hay contaminación porque se aprovecha la energía del viento, y el resultado final es agua o vapor”, explicó Ricardo Lauretta, miembro del departamento de Ingeniería Mecánica del ITBA, que coordinó a sus alumnos para poder desarrollar el MAEL I. Además, la institución creó un electrolizador que posee operación automática y puede ser comandado a distancia vía Internet.

Con la puesta en marcha de este módulo, Argentina se convirtió en el segundo país en instalar equipos de hidrógeno en la Antártida, después de Australia.


Más información: www.itba.edu.ar.