Presente y futuro de la banda ancha en Argentina

Por Pablo Comuzzi - pabloc@canal-ar.com.ar
En 2009 se registró una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la cantidad de puntos de acceso en todo el país. Especialistas de distintas áreas opinaron sobre las posibles causas de esa baja, y las formas de remediarlo

El considerable aumento que registró la banda ancha durante los últimos años se convirtió en una prueba de la evolución en materia tecnológica que experimentó Argentina. De acuerdo a la última edición del Barómetro Cisco, al término del primer semestre de 2009 el país contaba con un total de 3.650.754 puntos de acceso. Si bien es un número considerable, se registró una desaceleración en el crecimiento de las conexiones: en el último año se generaron 500 mil accesos, la mitad de las que se crearon en los dos años anteriores

izquierda a derecha: Luis Minvielle y Martín Becerra

Consultado por Canal AR Luis Minvielle, gerente de Canales de Cisco Cono Sur, reconoció que el documento dio cuenta de una baja en la incorporación de conexiones de banda ancha fija, pero negó que se trate de una caída, sino del “ciclo normal que vive la tecnología en general, superado su proceso inicial”. Explicó que al estar cerca del pico de madurez en su adopción, es comprensible que la misma se vaya consolidando.

Asimismo, destacó que en medio de un contexto de crisis mundial, los servicios de banda ancha fija experimentaron un incremento del 21% respecto al año anterior, la móvil un 134%, y que Argentina alcanzó el 9.3% de penetración, siendo superado únicamente por Chile. “Esta cifra continúa siendo alentadora”, remarcó el ejecutivo, quien a su vez se mostró confiado de que el país alcanzará las 5 millones de conexiones en 2010.

Por otro lado, Ernesto Krawchik, miembro del directorio de Fundación Equidad, consideró que la baja se debió a una suma de factores, aunque advirtió que faltan “buenas estadísticas que permitan responder con total conocimiento de las causas”. A su entender, fue un año económico difícil, sumado a que la proliferación de puntos de acceso en instituciones educativas, trabajos y locutorios, llevaron a que la banda ancha en la el hogar no sea un factor excluyente para ingresar a Internet.

En sintonía con la visión del representante de Cisco, Krawchik evaluó que la reducción de las conexiones obedeció a que “la curva de crecimiento de adopción de cualquier tecnología comienza a achatarse a partir de cierto nivel, si es que un alza de esta magnitud puede llamarse achatamiento, en lugar de mera desaceleración”.

Voz en discordia. Para Martín Becerra, profesor de la universidades nacionales de Quilmes (UNQ) y de Buenos Aires (UBA), no se puede poner a la crisis económica como excusa. Consideró que el crecimiento acelerado de los últimos años tuvo lógica, ya que el país venía de “un nivel de atraso importante”, pero que la falta de políticas públicas que alienten la adopción de banda ancha por parte de usuarios que no sean de clase media o alta de las grandes ciudades llevará a la saturación del mercado.

En consecuencia, se experimentará una ralentización del sector, y el negocio de las empresas proveedoras se centrará en otros servicios de valor agregado, como la velocidad de acceso. “En Argentina falta un estándar sobre este punto. Mientras que en Buenos Aires puede ser de 1 a 3 Mb, en ciudades como Ushuaia o Río Grande disminuye, y es menor a los 500 Kbps”.

Próximos pasos

Ante la consulta de qué pasos debe dar el Estado y el sector privado para incentivar la adopción de la banda ancha, Minvielle repitió que es una tecnología que superó su período inicial y que se encuentra consolidándose como un servicio masivo. “Por lo tanto, el crecimiento en la cantidad de conexiones se desarrollará en forma sostenida, logrando posiblemente subas a causa de las distintas ofertas propuestas por los proveedores”, dijo.

Desde su punto de vista, los mejores resultados girarán en torno a nuevas tecnologías como la banda ancha móvil, o la creciente actividad de los service providers tendiente a ofrecer paquetes conexión a Internet con otros como telefonía o televisión. “Esto también alienta la adopción de los servicios al dar ventajas de costos a los usuarios finales”, concluyó.

Para Krawchik, es temprano todavía para saber si se podrá retomar el ritmo de años anteriores, aunque “la recuperación económica nacional y global deberían ir en ese sentido”. No obstante, señaló que sería importante la desconcentración de la oferta, que hoy en día está en manos de tres grandes proveedores, “las telefónicas y el único cable realmente nacional, con ofertas similares entre si y de precio alto”.

A su entender, una respuesta podría ser la entrada de los operadores celulares al mercado de Internet, y fundamentalmente, que el Estado intervenga en la regulación del acceso a la Web. Otra medida consiste en facilitar una computadora a los estudiantes primarios y secundarios de todo el país. “El Ministerio de Educación tiene muchos planes pero no tantas acciones. Seria muy bueno que invirtiera la ecuación”, sentenció.

La banda ancha, un derecho. En octubre de 2009, Finlandia anunció que a partir de julio de este año entrará en vigencia una Ley que garantiza el acceso universal a una conexión mínima de 1 Mbps. Para Becerra, es impensable que Argentina avance en el mismo sentido, ya que los servicios de información y comunicación no son vistos como un servicio público que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, ni existen políticas de universalización del acceso de todos los sectores sociales, independientemente de su condición económica y de su lugar de residencia. "Es una perspectiva totalmente ausente no sólo en el Gobierno actual, sino en el conjunto de la dirigencia política y económica del país", señaló.