El 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro planeta y fomentar prácticas sostenibles en todas las áreas de nuestra vida. En este sentido, resulta fundamental analizar la situación de la sustentabilidad en Argentina y evaluar los desafíos que como sociedad enfrentamos para avanzar hacia un futuro más responsable con el medio ambiente.

La urgencia de actuar frente al cambio climático demanda un compromiso colectivo renovado. Debemos innovar constantemente para ampliar el alcance de las iniciativas de sostenibilidad y explorar nuevas formas de aplicar la tecnología para enfrentar esta problemática mundial de manera más eficiente.

Si bien en los últimos años se han logrado importantes avances en materia de políticas públicas y concientización, como la adopción de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aún queda un largo camino por recorrer para lograr una verdadera transformación.

Uno de los principales desafíos que enfrentamos en Argentina es la falta de una cultura ambiental arraigada en nuestra sociedad. A pesar de los esfuerzos por fomentar prácticas más sustentables, aún existen muchas oportunidades en la comprensión holística de la importancia de cuidar el medio ambiente. Por ello, es fundamental seguir trabajando en la educación y en la generación de conciencia ambiental desde temprana edad en todos los ámbitos, y promover desde los sectores industriales modelos de producción y consumo más responsables. También, destacar la necesidad de avanzar hacia una economía circular, en la que los residuos sean tratados como recursos y no como desechos.

La tecnología es una herramienta clave para afrontar estos desafíos. La inteligencia artificial, por ejemplo, está ayudando a optimizar a escalas impresionantes la gestión de recursos en actividades clave de la economía como la agricultura y la manufactura industrial, mientras que los procesadores de bajo consumo de última generación, están reduciendo en grandes niveles el uso de energía de servidores y otros dispositivos. Un caso cercano que podemos traer a colación es la nueva supercomputadora instalada en el Servicio Meteorológico Nacional, ejemplo claro de cómo la tecnología se pone al servicio de la sociedad y el medio ambiente para mejorar la precisión de los pronósticos meteorológicos y reducir el consumo energético. Gracias a su capacidad para procesar grandes cantidades de datos y simular diferentes escenarios climáticos, los pronósticos meteorológicos son más certeros, pudiendo prevenir desastres naturales y planificar mejor la adaptación al cambio climático, así como la investigación de soluciones sostenibles para los desafíos ambientales globales.

Los retos que enfrenta nuestro planeta son grandes y es necesario unir fuerzas para superarlos. Todos debemos poner de nuestra parte y no perder de vista los compromisos que hemos asumido en este tiempo. Desde Intel ponemos especial foco en que cada etapa del ciclo de negocio esté atravesada desde una visión sostenible: desde el desarrollo y diseño de producto, la fabricación, las relaciones con nuestros partners, la distribución al consumidor... Creemos que las prácticas sustentables y el impulso constante de la innovación tecnológica, ubicando las inquietudes ambientales al frente de nuestras decisiones empresariales e involucrando a nuestras comunidades y grupos de interés en nuestra labor, son clave para lograr una verdadera transformación.

En Argentina estamos avanzando en la dirección correcta, pero debemos seguir trabajando arduamente y de manera integral, uniendo esfuerzos entre todos los sectores: gobierno, comunidad, industrias, organizaciones no gubernamentales. Solo así, y con el compromiso de todos, podremos construir un futuro más sostenible.

(*) Adrián De Grazia: Argentina country lead & Americas Inside Sales director de Intel