"Se acordaron que existen las universidades ahora que las necesitan"

Por Pablo Comuzzi - pabloc@canal-ar.com.ar
Hugo Scolnik, creador y actual director del departamento de computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, opinó sobre las dificultades que enfrentan las casas de altos estudios a la hora de generar profesionales para la industria tecnológica

Pese a que la industria tecnológica creció en volumen de negocios, inversiones, nuevos jugadores locales e internacionales y se amplió a todo el país la red de distribución, la falta de recursos humanos es uno de los mayores desafíos que tendrá que afrontar el sector. ¿Cuál es la magnitud real de este problema? Según un estudio de la Cámara de Empresas de Informática y Telecomunicaciones de la República Argentina (CICOMRA), para el año 2009 se generarán 60.000 empleos nuevos en el área IT, pero faltarán 20.000 profesionales (ver nota).

A contra reloj: en 2009 faltarán 20.000 personas adecuadamente capacitadas

En diálogo con Canal AR, Hugo Scolnik, creador y actual director del departamento de computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirmó que "lamentablemente los datos son verdaderos" y que "hay consenso de que el mayor limitante del desarrollo es la falta de recursos humanos".

Al analizar la capacidad de respuesta de las casas de altos estudios ante la situación, el matemático afirmó que "nadie se ocupó de la educación y de apoyarla durante décadas", al tiempo que criticó la posición que tomó el sector privado: "No les va a gustar que lo diga, pero se acordaron que existen las universidades ahora que las necesitan".

Para enfrentar la falta de una "infraestructura adecuada" con la cual capacitar a los estudiantes y dar clases, Scolnik propuso el establecimiento de un comité de coordinación entre el sector privado y las Universidades para canalizar la ayuda, "en lugar de que sea algo esporádico o por contactos". "Hay que hacer un ranking de prioridades y ver de qué manera se pueden llevar a cabo", agregó.

Evitar el alto nivel de deserción

Otro eje a solucionar es que muchas de las personas dispuestas a estudiar informática se ven obligadas a desertar por razones económicas. Un método para evitar esto, según Scolnik, es la implantación de un sistema de becas: "Elegimos buenos estudiantes, se les da una beca por un año y vencido ese período se le pide que rinda cuentas. Si no cumplió de la forma adecuada, no la recibirá más".

Por otro lado, la percepción de que son áreas difíciles y requieren mucha dedicación hizo que la matrícula de carreras de informática bajaran notablemente en los últimos años, a pesar de que es muy requerida en el mundo laboral. "Por un lado tenemos una industria que demanda muchos más recursos humanos, y en lo posible de buena calidad, y por el otro que los chicos estudian menos informática", expresó Scolnik.

Aunque reconoció el valor de iniciativas como la de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), que realizó una campaña publicitaria sobre "La generación IT", consideró que es más efectivo en términos de costo beneficios hacer visitas y charlas en los colegios, donde pueden mostrar los alcances y posibilidades reales de las ciencias duras.

Nuevo paradigma de colaboración mutua

Scolnik calificó como "divorcio" entre lo que pasa en la Universidad y las empresas: "En EE.UU uno ve que cuando hay estudiantes en computación haciendo su tesis, las compañías están ahí para ver qué es lo que hacen, interesados en presenciar qué productos desarrollan. En la Argentina, eso no pasa". Su idea es que ese lugar de intermediario lo ocupe la Fundación Sadosky, que se convierta en un lugar al que puedan recurrir las PyMEs y encuentren profesionales que les ayuden a resolver sus problemas, aumentando de ese modo la capacidad y calidad exportadora del país.

La Fundación ya cuenta con los fondos necesarios para entrar en funciones, y solamente aguarda que la presidenta Cristina Kirchner firme el decreto que establecerá su nueva estructura directiva. El cambio fundamental radica en que el sector privado va a proponer tres nombres para presidir la asociación y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, elegirá a uno de esa terna.