Quiénes se informan periódicamente sobre temas vinculados a la tecnología, habrán escuchado hablar sobre Anonymous, un actor repetido en muchos incidentes de seguridad informática de los últimos años, y que ha despertado algunas polémicas, especialmente respecto a quiénes son, y algunos amores y odios, que intentaremos analizar a continuación

Para empezar, conozcamos a los protagonistas: Anonymous es un grupo de personas que en los últimos años han organizado diversos ataques a través de Internet, como el acceso a cuentas de correo de famosos u otros ataques de denegación de servicio. No se trata de una organización, con líderes claros, sino más bien un grupo de personas que se auto adjudican su participación en el mismo.

El grupo es conocido desde enero de 2008, y se organiza a través de foros de Internet. Para algunos son “hackers”, para otros “delincuentes” o “ciber activistas” y, para otros, directamente los nuevos “revolucionarios 2.0”. Sin embargo, para entender un poco mejor qué son, nada mejor que un breve repaso por algunas de sus actividades de los últimos meses, entre las cuales se destacan las iniciativas contra la SGAE y Visa, entre otros.

La Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) ha lanzado en los últimos tiempos diversas iniciativas para controlar el uso de Internet, debido a los altos índices de circulación de cultura por la web. Ante este conflicto, Anonymous organizó diversos ataques contra la organización, que incluyeron un importante y eficiente ataque de denegación de servicio en octubre de 2010, y una queja “enmascarada” durante la entrega de los Premios Goya en este 2011, convocando a las personas a acercarse físicamente al evento para reclamar por los derechos de los internautas.

A finales del 2010, luego del conocido caso WikiLeaks, el grupo realizó nuevamente ataques de denegación de servicio contra Amazon, PayPal, MasterCard, Visa y el banco suizo PostFinance, por realizar diversas acciones con Assange, el fundador de WikiLeaks, a quien Anonymous apoyó públicamente desde el comienzo del incidente.

Sebastián Bortnik se desempeña actualmente como coordinador de Awareness & Research para Latinoamérica de ESET, dedicada al desarrollo, investigación y comercialización de soluciones de protección antivirus y seguridad informática. Anteriormente, se desempeñó como jefe de Sistemas en una empresa de telecomunicaciones y, posteriormente, fue consultor y especialista de seguridad de una compañía dedicada a infraestructura. Posee especializaciones en redes y seguridad de la información.

Asimismo, a principios de febrero el grupo dejó en ridículo a un nuevo enemigo: la empresa de seguridad de la información HBGary Federal. El CEO de la compañía, Aaron Barr, declaró que podría desenmascarar la identidad de los líderes del grupo, luego de haber ingresado a uno de sus servidores. Luego de tales declaraciones la respuesta de Anonymous no se hizo esperar: ya que ingresaron a los servidores de la compañía, y expusieron en la web los correos electrónicos, datos de clientes y dejaron en evidencia las falencias de seguridad, justamente ¡de una empresa de seguridad!

Entonces, ¿qué es Anonymous? No es por sí sola ninguna de las definiciones brindadas, y a la vez es todas ellas. Son “hackers”, porque utilizan técnicas de hacking para llevar a cabo sus acciones y, según el caso, pueden ser “delincuentes”, ya que muchas de estas acciones pueden estar tipificadas por la ley, según el lugar donde se desarrolle el incidente, y la legislación vigente. A la vez, son “ciber activistas”, y revolucionarios, ya que sus ataques están motivados por fines ideológicos.

En comparación con los delitos informáticos del ciber crimen, vale destacar similitudes y diferencias. Por un lado, las herramientas utilizadas son en la mayoría de los casos las mismas, y las consecuencias también suelen serlo (un ataque de denegación de servicio, robo de información, etc.). Sin embargo, vale también destacar las diferencias: hoy en día los delincuentes informáticos tienen objetivos meramente económicos, lo cual los diferencia de Anonymous, cuyos ataques están motivados por la manifestación, su ideología o su diversión.

Cada lector podrá determinar su simpatía y apego a este grupo que, como se expuso en el texto, claramente no son ni “los más malos” ni “los más buenos” en la web. Ahí están, son, podemos juzgarlos, opinar, pero no podemos elegirlos o controlarlos. Dos certezas tenemos sobre Anonymous: con seguridad seguiremos escuchando hablar de ellos y… mejor no ser su enemigo.

Más información: www.eset-la.com.