API y RPA, las dos tecnologías que están cambiando la forma en que trabajan las empresas

Escribe Juan Bello, Head LATAM de GlobalLogic

Las empresas de América Latina transitan un proceso aceleradísimo de cambio de paradigma. Ya no se trata solo de una transformación digital; sino de adoptar otra forma de pensar el negocio, una que entienda que en un mundo digital los productos también son digitales.

Y las plataformas de API y la RPA juegan un papel fundamental en la creación de esos productos digitales.

La interfaz de programación de aplicaciones (conocida también por la sigla API, en inglés), es un conjunto de tecnologías y plataformas que permite exponer procesos de negocio de manera que puedan ser usadas o consumidas por otra plataforma de software, sin intervención humana.

Es un nuevo canal de negocio. De hecho, una gran parte de los ingresos de compañías de renombre, como Expedia, Booking, Ebay o VISA, dependen de estrategias de exponer API para que sus clientes las consuman.

Más aún, la mayoría de las apps hoy en día combinan la utilización de distintas API. La posibilidad de exponer servicios de negocio de forma que los utilice otro software, permite crear nuevas experiencias digitales sin tener que reconstruir todos los sistemas que están involucrados en esa experiencia digital.

En tanto, RPA se refiere a la automatización robótica de procesos, una serie de herramientas que permiten automatizar rápidamente acciones que tradicionalmente son ejecutadas por un humano.

La automatización permite no depender de cuellos de botella de interacción humana, en aquellos casos en que una acción o tarea sea repetitiva o no tenga valor agregado. Por ejemplo, alta de datos en un sistema u obtener información de otro sistema.

La RPA presenta otras ventajas como ser fácil de escalar y no ser invasiva. No se necesita entrar a servicios o base de datos de un sistema; la RPA permite usar la misma interfaz de usuario que usan las personas y desde allí robotizar parte de estos procesos de negocio, de forma que no hace falta ser disruptivo con la agenda de los actuales equipos de sistemas.

Estas tecnologías que, a prima facie parecen muy separadas una de otra, en realidad son enormemente complementarias. Las API están pensadas para que otro sistema las utilice y las herramientas de RPA permiten automatizar lo que necesariamente debería haber hecho un ser humano.

Por si esto fuera poco, con la incorporación del Machine Learning y la Inteligencia Artificial, los bots se pueden ir entrenando para que tengan cierto razonamiento y cada vez puedan actuar más por sí solos. Es típico el caso del análisis crediticio, donde se puede usar Machine Learning y establecer reglas para decidir en qué casos se va a aprobar automáticamente un crédito porque se considera que es un cliente confiable.

De esta manera, el software va aprendiendo y puede comenzar a tomar decisiones, lo que evita esa tarea manual de aprobación o revisión.

Además, la combinación de estas dos plataformas permite un gran retorno de inversión, por la siguiente razón: Las API son los cimientos sobre los cuales se crean nuevos productos digitales, pero su combinación con estrategias de RPA permite hacerlo en una forma táctica, con tiempos cortos y costos relativamente bajos, y tener un ROI que se estima entre el 30 y el 200 % en solo un año.

Ahora bien, al momento de decidir implementar estas tecnologías, hay que tener en cuenta dos aspectos: Una tecnológica y otra de negocios.

Como toda iniciativa de creación de un producto digital, en GlobalLogic siempre recomendamos el enfoque Value Based Development. Es decir, identificar cuál es el impacto que la automatización o la implementación de una API determinada va a tener en el negocio, evaluar cuál es el esfuerzo aproximado (tiempo y dinero) y el beneficio. Nunca hay que olvidar que se trata de un producto.

(*) Juan Bello: Business Head & Country Manager de GlobalLogic