La inevitable transición a SASE: más allá de la seguridad heredada

Escribe Alejandro Girardotti, Director Senior de Producto, Innovación y Alianzas Estratégicas de Cirion Technologies

En la era digital actual, la seguridad de la información se ha vuelto más crucial que nunca. La creciente complejidad de las amenazas cibernéticas exige una evolución en los enfoques de seguridad, dejando atrás las soluciones heredadas basadas en hardware y abrazando una arquitectura más ágil y eficiente: la plataforma SASE (Servicios de Seguridad de Acceso Edge). La pregunta ya no es si realizar esta transición, sino cuándo y cómo llevar a cabo este cambio radical.

La seguridad heredada, basada en hardware, ha sido un pilar durante décadas. Sin embargo, con el auge del trabajo remoto, la expansión de las redes y la diversificación de las amenazas ha quedado claro que estas soluciones tienen limitaciones significativas. La rigidez y la falta de adaptabilidad de las infraestructuras heredadas dificultan la protección efectiva contra las amenazas cibernéticas en un entorno dinámico y en constante cambio, donde distintas fuentes coinciden en que el número de ataques crecieron a triple dígito en 2023 respecto de 2022, ya sea que hablemos del ámbito de datos personales o entidades de gobierno. Y, por si quedase alguna duda, en el informe 2023 de IBM sobre el costo de una filtración de datos, el 95% de las organizaciones encuestadas que sufrieron una filtración de datos experimentaron más de una. No es un tema menor.

La plataforma SASE, basada en la nube, emerge como la respuesta a estos desafíos. Integrando funciones de seguridad y redes, SASE proporciona una arquitectura unificada que se adapta a las necesidades cambiantes de la empresa moderna. La movilidad y la flexibilidad inherentes a la nube permiten a las organizaciones proteger su infraestructura sin sacrificar la agilidad operativa.

La transición a SASE no es simplemente una elección estratégica, sino una necesidad imperante. La naturaleza descentralizada del trabajo actual requiere un enfoque de seguridad que se extienda más allá de los confines tradicionales de la red. La plataforma SASE, con su enfoque en la seguridad de borde y la entrega de servicios desde la nube, se alinea perfectamente con esta nueva realidad laboral.

El componente clave de esta transición es el cambio de mentalidad. No se trata sólo de adoptar nuevas tecnologías, sino de abrazar una cultura de seguridad que se ajuste a la naturaleza dinámica de las amenazas cibernéticas. La plataforma SASE no solo ofrece una mayor eficiencia operativa, sino que también fomenta la colaboración y la adaptabilidad en toda la organización.

Además, la seguridad basada en la nube brinda la oportunidad de mejorar la experiencia del usuario. Al eliminar la necesidad de enrutamiento a través de dispositivos heredados, SASE permite un acceso más rápido y seguro a los recursos empresariales desde cualquier ubicación. Esto no solo mejora la productividad, sino que también fortalece la postura de seguridad al garantizar que los usuarios puedan acceder de manera segura a los recursos que necesitan, cuando los necesitan.

No obstante, la transición a SASE no está exenta de desafíos. La gestión de la migración y la integración de la plataforma en el marco existente son pasos cruciales. La formación del personal y la colaboración entre equipos de TI y seguridad será fundamental en este proceso de cambio.

Lo importante, en este punto, es tener en cuenta que la transición de la seguridad heredada basada en hardware a la plataforma SASE basada en la nube ya no es una cuestión de "sí o no", sino de "cuándo". La necesidad de adaptarse a un entorno empresarial en constante evolución y la creciente sofisticación de las amenazas cibernéticas hacen que SASE sea la elección lógica. La seguridad del futuro ya no espera; está en la nube, y la transición es inevitable.

(*) Alejandro Girardotti: Director Senior de Producto, Innovación y Alianzas Estratégicas de Cirion Technologies