Educ.ar convocará a maestros y alumnos para testear las laptops de OLPC

Por Nayla Simone
La directora en Educ.ar del proyecto "One laptop per child", viajó a Israel junto a la emrpesa ITP para investigar diferentes proyectos de uso intensivo de laptops en el aula. Canal AR dialogó con Serra, quien destacó que la reacción inicial frente a las tecnologías por parte de los chicos es muy interesante. También comentó que durante la semana próxima Educ.ar abrirá una convocatoria para que chicos y maestros comiencen a probar las máquinas que se están evaluando en Argentina.

Laura Serra, directora del proyecto OLPC en Educ.ar, viajó a Israel junto a ITP, una empresa que provee laptops para ser utilizadas en la enseñanza. Se trata de uno de los modelos que Educ.ar se encuentra estudiando para aplicar en la educación argentina (ver nota). El objetivo del viaje fue investigar diferentes proyectos de uso intensivo de laptops en el aula, ya que actualmente, en ese país existen algunos ejemplos.

Serra visitó una escuela en el desierto, con condiciones similares a las de los colegios rurales argentinos, un colegio urbano marginal, y conoció el proyecto Katom, un experimento educacional impulsado por el físico Haim Harari, cuya meta es investigar los efectos de integrar computadoras portátiles en las actividades de enseñanza y aprendizaje.

Si bien no todos los modelos de integración de computadoras portátiles son “un alumno, una máquina”, tal cual plantea el proyecto encabezado por Nicholas Negroponte (One Laptop Per Child), según Serra la experiencia fue muy interesante. Los equipos se usan fundamentalmente en los experimentos de ciencia, donde el trabajo en equipo es un componente importantísimo.

El primer día, la visita fue a una escuela en el desierto, a la que asisten 900 estudiantes de las aldeas beduinas, de 18 tribus distintas. Hasta hace cinco años, no tenían electricidad. Tiempo atrás tenían un aula de informática, y hace seis meses empezaron a trabajar con las laptops de ITP. El director de la escuela en el desierto, destacó que la razón por la cual comenzaron a trabajar en este proyecto, fue que el colegio tiene que "hacer todo lo posible para evitar el aislamiento y no quedar fuera del progreso".

“La escuela era similar a las nuestras rurales. No estudie a fondo el sistema educativo, ni es mi área, pero sí puedo decir que la reacción (inicial) a las tecnologías es similar en todos lados: de muchísimo entusiasmo, que se aprecia en las caras de los chicos, en las respuestas, en el orgullo con que muestran sus trabajos”, explicó Serra.

- El proyecto de la empresa ITP ¿comparte la filosofía de OLPC?–, preguntó este medio

- La ITP-C es una laptop pequeña, basada en Windows y con numerosos sensores para ser aplicados en estudios de física, química y matemáticas. Es muy amigable y sencilla de usar, y tiene varios software interesantes para la educación. El de OLPC está centrado desde el origen en la comunicación y en el trabajo entre pares, es otro concepto. Y tiene una distribución de Fedora, Sugar.

La situación socioeconómica de los alumnos de esta escuela es similar a la de muchos colegios argentinos: llegan mal alimentados, enfermos, y con diferentes problemáticas que la escuela tiene que resolver. Según el director, el colegio lucha permanentemente contra el abandono. “Definitivamente el uso de computadoras en el aula, en cualquiera de sus formas, es una de la maneras de reducir la deserción”, destacó Serra. “Los chicos están felices de trabajar con las laptop, las manejan con una soltura absoluta y les gusta mostrar lo que hacen. Al principio, los maestros eran resistentes a la incorporación de las máquinas. Ahora la ven como una posibilidad de avanzar hacia el futuro”, explicó, y agregó: “En este caso, al igual que en Brasil y otros lugares, pasó lo mismo con los docentes que no eran tan receptivos a la propuesta. Cuando vieron la transformación que se producía en los chicos, cambiaron totalmente de actitud. Esto contado por ellos mismos. Otra cosa importantísima es darles un tiempo previo para familiarizarse con el dispositivo, y con las posibles practicas a aplicar”.

En el segundo caso, se trataba de una escuela urbana, en la ciudad de Lod, de nivel socioeconómico medio-bajo. También tenían un laboratorio de computación, pero decidieron experimentar con las laptop en la clase de Ciencias. En este caso se trató de una iniciativa en conjunto entre la escuela y la supervisora de la región. Trabajan por proyecto, con elementos de matemática y de biometría.

Por último, Serra tuvo contacto con el proyecto Katom, una iniciativa de Haim Harari, un físico de renombre, director honorario de distintas instituciones, con varios premios y reconocimientos, que ha realizado importantes aportes en tres áreas, una de las cuales es Educación en Ciencias, en las escuelas israelíes. Es un experimento educacional que tiene como meta investigar los efectos que puede causar la integración de computadoras portátiles en el sistema educativo. El plan consiste en proveer computadoras portátiles a docentes y alumnos en un grupo de clases de 7º grado, en distintas ciudades.

El proyecto parte de la base de que la introducción de tecnologías en el aula implica algo diferente en cada caso, según el contexto en el que se esté trabajando. Por otra parte, si bien la concepción ortodoxa dice que tiene que haber una capacitación lineal, en donde todos deben ser instruidos en el uso de ciertos materiales y en cierta metodología de trabajo, la propuesta de Katom es distribuir las computadoras entre docentes y alumnos sin ningún lineamiento a seguir. Sólo se brinda capacitación en cuanto al uso técnico de las laptops, y de distintas técnicas didácticas y pedagógicas sobre su uso. Los resultados son increíbles usos, como por ejemplo, experiencias de medición de velocidad del sonido a través de la tarjeta de sonido, o casos extremamente opuestos de docentes que ni siquiera abren las cajas de las computadoras. Los docentes no siempre pueden o quieren adaptarse. ¿Qué hacen en esos casos? Trabajan directamente con los alumnos, y les enseñan para que lo transmitan a sus pares.

El proyecto nació con un pacto social. Fueron con la idea al Ministerio de Educación israelí y eligieron escuelas. Ni las más carenciadas ni las más privilegiadas. La dotación para un aula con 35 alumnos es una laptop para cada alumno, una para cada profesor, un server, una impresora y una cámara digital. El costo de este equipamiento se solventa en partes iguales por el Instituto Davidson, el Municipio, el Ministerio de Educación y los padres, que pagan cuotas de 12 dólares al mes, por 3 años. Después de esos tres años, pueden conservar las computadoras.

“El proyecto Katom, que se hizo con laptops tradicionales, tiene bastante de la filosofía de lo que hoy propone OLPC, en el sentido de dejar a los chicos y docentes experimentar libremente con las laptops y que el conocimiento emerja. El Ministro expresó hace bastante tiempo su interés por participar en el proyecto OLPC, cosa que se mantiene. Lo que no podemos dejar de hacer, en ese proceso, es evaluar todas las demás alternativas que surjan, pensando incluso, en la forma de complementarlas. Durante la semana próxima vamos a abrir una convocatoria a chicos y maestros para probar las maquinas. Y también estamos armando una convocatoria para desarrolladores que quieran trabajar sobre la interfaz de Sugar”, explicó Serra.


Más información: www.educ.ar.