El GEN Argentino para hacer negocios digitales

Por Pablo Comuzzi - pablo.comuzzi@hotmail.com
Sergio Melzner repasa en su libro Emprender en Internet los secretos del éxito de proyectos como MercadoLibre, TuSecreto y Taringa! Rescata el lado positivo de la “viveza criolla”, y que la clave es “animarse a hacer”, exista o no un plan comercial que lo respalde. Presenta la obra este miércoles en La Feria del Libro

MercadoLibre, Globant, Taringa! o SoloIngles.com, por nombrar algunos casos, son un claro reflejo de la creatividad, ingenio y potencial de las ideas que pueden generarse en Argentina. Hoy ya son compañías consagradas y reconocidas, pero a Sergio Melzner le interesó profundizar en su libro Emprender en Internet cómo fueron sus inicios, y de paso, analizar el GEN de los empresarios más reconocidos del sector. Este miércoles estará presentando su obra en la Feria del Libro, de 19 a 21, en el Pabellón amarillo, stand 2502.

“Ningún proyecto sabía al inicio cómo ganar plata. Luego se profesionalizaron”

El hecho de empezar a escribir fue una suerte de imposición personal. Hace un lustro, cuando tenía 17 años (hoy posee 23), Melzner formó un grupo “improvisado de trabajo”, que después se convirtió en una compañía (Dinamio), desde la cual desarrollaron entre 20 a 25 iniciativas. El propio impulso de esas actividades lo llevó a estar en contacto con emprendedores de todo tipo, escuchar sus consejos y anécdotas.

“Hay mucha gente que hizo cosas muy importantes en Internet. Lo que decían me parecía compartible. Me daban pequeñas enseñanzas que no quedaban en la nada, y estaba bueno ponerlas en papel", relató a Canal AR. Acercó la propuesta a la editorial Autores de Argentina, y cuando le dieron el visto bueno, comenzó “la aventura” de darle forma al texto y contactar a reconocidas figuras del ambiente para sumar su testimonio.

El libro, que contiene anécdotas y perlitas como el principio de la feroz batalla entre MercadoLibre y DeRemate, que iniciaron sus operaciones el mismo día, salió a la venta hace dos meses atrás. En los locales al público se consigue por 50 pesos, y la versión digital cuesta entre 15 a 20 pesos. “La idea era darle un precio de salida violento”, comentó el autor. Estará disponible en las tiendas online de Musimundo, Movistar e Infobae.

“Trato de demostrar que emprender en Internet no está reservado para Facebook o capitales en Silicon Valley”.


- ¿Qué lo atrapó como para escribir sobre los emprendedores argentinos en Internet?

- Siempre me pareció que Internet es increíble, y que el principal problema es que la gente lo toma como un objetivo, el estar, y que en realidad es un medio para cumplir una meta offline u online. Estudié Marketing, me interesan los negocios, y cuando las cosas empezaron a funcionar en mi empresa, que fue rentable, no tuvo deudas y la empezamos desde cero, lo más amateur del mundo, vi que esa cosa de la alquimia de los emprendedores me entusiasmó mucho.

- ¿Qué aspectos le interesaron resaltar en el libro?

- En una primera parte, trato de demostrar que emprender en Internet no está reservado para Facebook o capitales en Silicon Valley. Hago una comparación con artesanos que trabajan en Corrientes -su ciudad natal-, respecto a que lo importante son las ganas de hacer algo, y lo comparo con ejemplos concretos. Y la segunda parte tiene conceptos más técnicos sobre tráfico y monitorización, que le va a ayudar a la gente que ya arrancó un proyecto.

- ¿Encontraste algún denominador común en la cultura emprendedora online?

- Uno habla de la viveza criolla como algo negativo, y a veces lo suele ser, pero esa vuelta de rosca que le dan acá es única. Eso fue lo que pasó con TuSecreto. En España no tenía tanto tráfico, lo trajeron acá, cambiaron algunas cosas y explotó. El argentino es muy práctico. No intenta reinventar la pólvora. Los que más éxito tuvieron fueron los que dijeron: esta idea está buena, pero si quizá corro esta coma puede andar mejor. Los que lo hicieron, apostaron y se profesionalizaron, les fue muy bien.

En Emprender en Internet se mencionan casos emblemáticos como Globant y MercadoLibre, firmas que llegaron muy lejos, pero también hay lugar para propuestas que fueron un hito en su momento, más allá de su rentabilidad monetaria, como el caso de TuSecreto, “una copia literal de una idea hecha en España”, Medios Registrados, “que mostraba en la Web videos al estilo TVR y fue el precursor de YouTube”.
En el libro se menciona a emprendedores como Mariano Sáenz, Ismael Briasco, Leandro Santoro, Maximiliano Kraszewski, Mauro Ayala, Alejandro Sena, Santiago Bilinkis, Andy Freire, Rodolfo Llanos, Santiago Siri, Marcos Galperín, Alec Oxenford, Santiago Sarceda, Ariel Arrieta, Damián Voltes, Diego Meller, Martín Añazco, Gastón Bercún, Agustín Pallotti, Gabriel Miller y Martín Migoya.


También se ocupó del caso de Taringa! y el por qué se basa en su gente y construye contenidos a partir de su comunidad, u Officenet, “que nació de una servilleta y pasó a un Excel, después a contratar una camioneta, y hoy tiene cinco locales en Capital Federal en puntos estratégicos, y lo terminó comprando Staples".

El resultado de sus charlas con Santiago Bilinkis y Andy Freire (fundadores de Officenet), Alec Oxenford (MercadoLibre), Martín Migoya (Globant) y Diego Meller (Livra Panels) le dejó en claro que la clave es “animarse a hacer”, con o sin plan de negocios. “Cuando comparo dos foros gigantescos en Argentina, muestro que uno a uno de sus creadores se profesionalizó, renunció a su trabajo y creó la empresa, mientras que el otro todavía le paga a un contador para que todos los viernes revises cuentas. El tipo simplemente entra al portal y se divierte, y gana miles de dólares por día”, comentó.



Sobre el final de la charla, Melzner destacó que otro punto vital es que, aunque la iniciativa no sea original, debe ofrecer algún diferencial. Y puso como ejemplo a Tipete, proyecto de Clarín que –palabras más, palabras menos- es una copia de Taringa!, donde claramente faltó “una vuelta de rosca”.

“(El multimedio) Hizo lo que la mayoría de las grandes empresas, que ven una idea y tratan de imitarla, sin adaptarla a su ventaja competitiva. Si competís mano a mano con un sitio que tiene cinco millones de visitas diarias, es imposible que le robes algo de tráfico. Creen que fraccionándolo con el diario es suficiente”.