Neurodiversidad y tecnología: el futuro del trabajo es inclusivo
10 de Julio de 2025Escribe Alejandra Oniszczuk, Socia y Directora de AW Latam
En los últimos años hemos hablado mucho sobre transformación digital, automatización e inteligencia artificial. Pero menos sobre cómo estas herramientas pueden convertirse en aliadas de una transformación aún más urgente: la inclusión real y sostenible en el mundo del trabajo.
Desde AW creemos que no hay futuro posible si no es inclusivo. Por eso decidimos mirar el empleo desde otra perspectiva: una que abrace la diversidad humana como motor de cambio, y que se anime a revisar sus propios procesos para abrir nuevas puertas.
Este proceso no parte de una mirada asistencialista. Parte de una convicción: la neurodiversidad no es una barrera, sino una forma distinta —y valiosa— de experimentar el mundo. Las personas neurodivergentes, como las que se encuentran dentro del espectro autista, suelen tener fortalezas como la atención al detalle, la inteligencia enfocada, la capacidad de hiperfoco y la dedicación constante. Condiciones que no solo pueden aportar, sino que mejoran la productividad y la innovación de las organizaciones.
Según un estudio de Harvard Business Review, los equipos neurodiversos pueden ser hasta un 30% más productivos. Naciones Unidas destaca en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible el principio de “no dejar a nadie atrás” como el 2do de todo el listado por la importancia que esto tiene para perseguir la igualdad en el acceso al ámbito laboral. Sin embargo, los datos siguen siendo alarmantes. Según la asociación internacional Autism Europe, entre el 76% y el 90% de las personas con autismo están fuera del mercado laboral, y en América Latina, según la Red Espectro Autista Latinoamérica (REAL), más del 80% no accede a empleos formales. En Argentina, de acuerdo con datos del INDEC, solo el 32% de las personas con discapacidad forma parte del trabajo registrado.
Aquí es donde la tecnología tiene un rol fundamental. La Inteligencia Artificial puede ayudarnos a diseñar procesos más accesibles, eliminar sesgos en las etapas de selección, crear entornos adaptables y personalizar la experiencia de cada colaborador. Pero para lograrlo, debemos acompañar el avance tecnológico con un cambio cultural profundo. No hay algoritmos justos sin conciencia humana detrás. No hay automatización inclusiva sin procesos humanos inclusivos.
En esa línea, junto a Fundación Brincar, comenzamos en AW un camino de transformación interna con un programa de formación en neurodiversidad y trabajo inclusivo. Se trata de un recorrido de seis encuentros que combina sensibilización, accesibilidad, adaptación de procesos y buenas prácticas. La Fundación Brincar lo expresa con claridad: “El match entre la persona neurodiversa y el puesto de trabajo está mucho más cerca de lo que creemos.” Y en AW queremos ser parte activa de ese puente, porque creemos que la diversidad enriquece, potencia y transforma.
Estamos convencidos de que la tecnología solo tiene verdadero valor cuando amplía derechos y crea oportunidades para todas las personas. Trabajar por la inclusión también es una forma de innovar. Porque si queremos organizaciones del futuro, necesitamos culturas del futuro, más diversas, más justas y profundamente humanas. Culturas donde la diferencia no solo sea bienvenida, sino necesaria.
(*) Alejandra Oniszczuk: Socia y Directora de AW Global