Portabilidad numérica para telefonía fija: ¿Es posible en Argentina?

Todos nos hemos mudado alguna vez. Uno de los inconvenientes es que hay que informar el nuevo número telefónico a todo el mundo, y para una empresa es aún peor. Por Claudia Garrone

¿Alguna vez ha considerado contratar el servicio telefónico a otro prestador? Actualmente existen varias ofertas de telefonía sobre Internet, sobre cable, a condición de que acepte cambiar su número telefónico. Cuando uno piensa en las molestias derivadas del cambio, elige quedarse con su línea telefónica de siempre.

¿Es posible conservar el número telefónico cuando uno cambia de domicilio, o de prestador? En teoría, sí: el servicio de portabilidad numérica podría brindar esta posibilidad. Sin embargo, en Argentina, la portabilidad numérica que se instrumentará a fin de 2011 es sólo para telefonía móvil, según la resolución de la Secretaría de Comunicaciones. Los usuarios de telefonía celular podrán cambiar de prestador (“portar”), conservando su número telefónico. Pero la telefonía fija no está incluida.

¿Por qué sólo para celulares y no para teléfonos fijos? Principalmente, por limitaciones técnicas: las centrales de telefonía fija de los años ’90 no poseen la flexibilidad necesaria para esta función. Las prestadoras comenzaron a actualizar sus redes, pero se trata de un proceso largo y costoso, por el enorme volumen de equipamiento involucrado.

Sin embargo, aún con las características actuales, la red fija podría ofrecer un servicio “reducido” de portabilidad numérica, si bien con prestaciones inferiores a su equivalente de celulares.

¿Un usuario puede solicitar este servicio “reducido” de portabilidad, aceptando sus limitaciones? No, porque las prestadoras no están obligadas por ley a brindarlo, y ninguna empresa ofrecerá voluntariamente un servicio que ayuda a sus clientes a irse a otra empresa (sobre todo si no hay reciprocidad entre prestadoras). Para que los usuarios dispusieran de la portabilidad fija, sería necesario que una ley lo hiciera obligatorio.

“Los mayores beneficios de la portabilidad serán más y mejores servicios, y no necesariamente una baja de los precios”.

El servicio reducido se puede implementar fácilmente, recurriendo a una función muy conocida: el “Desvío Inmediato”, también llamado CFU (Call Forwarding Unconditional). Originalmente, el CFU se usa para que las llamadas que llegan a una línea telefónica, sean redirigidas a otra, cuyo número fue previamente programado (con el código *40). Ejemplo: un usuario A llama a B. Si B previamente activó el CFU hacia C, automáticamente se establece una segunda llamada de B a C, y quedan comunicados A con C.

¿Cómo funcionaría la portabilidad mediante CFU? Es muy sencillo: el usuario que tenía el número B, “porta” a un nuevo número C; el número B debe quedar vacante, con el CFU activado hacia C. Este número C es el nuevo número “real”, pero que nadie conoce. Cuando A llama a B, la comunicación se establece inmediatamente con C. La portabilidad se aplicaría sólo dentro de una misma ciudad o área, es decir que la llamada de B a C es local.

Este sistema tiene un primer inconveniente: el camino recorrido por la llamada A-B-C no es el óptimo. Este problema no es significativo si la cantidad de usuarios portados es pequeña. En los países donde existe este servicio, la cantidad de usuarios portados por año ronda el 1% del total, con lo cual no hay mayor impacto en las redes. Sería recomendable que el servicio tenga un costo para el usuario portado, pagadero periódicamente, lo suficientemente bajo para no constituirse en una barrera de salida, pero no gratis. De este modo, se evita mantener un número portado cuando el usuario ya no lo necesita.

Otra limitación aparece cuando el que inicia una llamada es el propio usuario portado C: el que recibe esta llamada ve como número llamante, el número C que nadie conoce. Este problema puede ser salvado si el usuario porta hacia una central telefónica de tecnología IP (un “softswitch”), ya que estos modernos equipos tienen mayor flexibilidad, y pueden asignarle al usuario portado un número C igual a B.
Claudia Garrone es Ingeniera Electrónica (UBA) con especialización en Telecomunicaciones. Se desempeñó en diversas empresas multinacionales de telecomunicaciones, desarrollando distintas actividades: desarrollo, capacitación, soporte técnico, ventas técnicas. En la actualidad es Product Manager de la empresa Huawei Technologies, una empresa china que fabrica equipos de telecomunicaciones.

El método descripto no es nuevo, sino que se usa actualmente para migrar usuarios de una central a otra cuando se reemplazan equipos. Lo único que se requiere para que se convierta en un verdadero servicio de portabilidad, es que sea regulado por el ente de regulación. A diferencia de la portabilidad de celulares, no requiere prácticamente ninguna inversión, ya que no se necesitan equipos ni funciones especiales.

La portabilidad fija estimularía la oferta de telefonía sobre Internet por parte de nuevas empresas. Esto resultaría en una mayor competencia por servicios avanzados, como videotelefonía, convergencia fijo/móvil, e impulsaría la modernización de las redes.

Probablemente los mayores beneficios de la portabilidad serán más y mejores servicios, y no necesariamente una baja de los precios. En efecto, si un usuario desea portar hacia una empresa de telefonía sobre IP, ante todo necesitará un acceso IP, que es más caro que la actual tarifa telefónica regulada. Los usuarios de menores recursos seguirán siendo cautivos de su actual prestadora.

En conclusión, la portabilidad podría implementarse en las redes fijas, en su versión reducida, sólo es necesaria una decisión gubernamental. Al no requerir prácticamente inversiones, no supondría una carga para las prestadoras que deben brindarla, y ofrecería interesantes beneficios para los usuarios y la población en general. Los usuarios se acostumbrarían a ser dueños de su número telefónico, y dentro de algunos años, la red fija, una vez renovada, permitirá reemplazar el servicio reducido por el completo, además de ofrecer incontables servicios avanzados.