Fernando Schapachnik deja la dirección de la Fundación Sadosky y alerta sobre su desfinanciamiento

En sus redes sociales publicó un balance, a modo personal, sobre su paso por la institución

Al cerrar su gestión como Director Ejecutivo de la Fundación Sadosky, Fernando Schapachnik presentó un balance a modo personal de lo que fue su experiencia en la institución, y si bien destacó una década y media de profundas transformaciones y logros, no eludió una denuncia sobre la situación financiera actual de la fundación, calificándola de "ahogo presupuestario". Según Schapachnik, desde diciembre de 2023 y hasta el fin de su gestión la Secretaría de Ciencia ha incumplido su obligación de financiarla, reteniendo además créditos internacionales con destino específico y fondos comprometidos contractualmente para proyectos de vinculación.



La gravedad de la situación, afirma el ex Director, es "inédita" desde la apertura de la Fundación en 2011, ya que ninguno de los gobiernos anteriores había incumplido su obligación de financiarla ni retenido fondos asignados. Este desfinanciamiento ha tenido un impacto directo y penoso en el equipo: los salarios se congelaron en mayo de 2024, resultando en un ajuste salarial del 66% frente a una inflación acumulada del 204.82% desde diciembre de 2023.

La dirección ejecutiva de la Fundación Sadosky la asumió Juan Cruz Cabrera, quien también se desempeña como Director de Arsat, acompañado por un equipo directivo compuesto por Alexis Bau, Leandro Giordano, Sebastián GómezVictoria Renzo.

A pesar de los esfuerzos por lograr el autofinanciamiento, con postulaciones a subsidios internacionales por USD 2.5 millones y proyectos locales e internacionales por sumas significativas, Schapachnik subraya su convicción de que el Estado debe ser quien financie este tipo de organizaciones estratégicas.

Más allá de la crítica situación, el balance de Schapachnik es un recorrido por una gestión que ha dejado una huella profunda en la articulación entre ciencia, tecnología y sociedad. Un hito central fue la iniciativa Program.AR, nacida de la comprensión de que la escuela argentina debía sacar a la informática de la oscuridad. Esta iniciativa, con el apoyo de CAF y alianzas con universidades, produjo cuatro manuales escolares de Ciencias de la Computación en castellano, bajo licencia Creative Commons, llenando un vacío educativo en la región y adaptados a la idiosincrasia argentina. Además, crearon Pilas Bloques, una herramienta de enseñanza de la programación utilizada diariamente por miles de estudiantes en el país y el mundo.

La visión de Program.AR trascendió fronteras, convirtiéndose en aliado estratégico del Plan Ceibal de Uruguay en 2018. Este proyecto no solo implicó el desarrollo de material didáctico, sino la implementación de un sistema de enseñanza remota de computación que dicta 2.500 clases semanales a 50.000 estudiantes uruguayos, gestionadas por 250 docentes remotos. Paralelamente, la Fundación buscó fomentar vocaciones informáticas, organizando la competencia nacional de programación "Dale Aceptar", que en 2012 atrajo a 40.000 jóvenes a través de una propuesta lúdica y masiva. El bajo interés femenino en esta competencia llevó a un estudio pionero en género y tecnología en Argentina, resultando en el informe "¿Y las mujeres… dónde están?".

En su rol de Director Ejecutivo desde 2021, Schapachnik impulsó una actualización del área de Ciencia de Datos e IA, colocando a la Inteligencia Artificial en el centro de la escena, con la investigadora Vanina Martínez, la única argentina en el Comité Asesor de Alto Nivel sobre IA de la ONU, liderando esta transformación. Se destacó la elaboración de la "Hoja de ruta para Innovar con Ciencia de Datos en el sector público" y el desarrollo de algoritmos para detectar vínculos entre intereses privados y funciones públicas en colaboración con la Oficina Anticorrupción, promoviendo la transparencia. Además, Schapachnik puso énfasis en el debate público sobre la IA generativa, impulsando la Mesa Interministerial sobre IA y representando a Argentina en la Global Partnership for AI (GPAI).

Un área de profundo orgullo es el Programa de Asesoramiento en Proyectos de Software para Organismos Públicos (PAPSOP), que ha permitido ahorrar cuantiosas sumas al erario público, guiando contrataciones razonables y evitando soluciones sobredimensionadas. Un caso de éxito notable es el proyecto de Telemedicina en la Provincia de Buenos Aires, que permitirá consultas por videoconferencia a pacientes de la salud pública. En materia de seguridad informática, la Fundación Sadosky ha dictado un curso de desarrollo seguro para más de 150 docentes universitarios y se prepara para fortalecer las capacidades de la industria.

Finalmente, el software de genética forense GENIs, orgullo nacional, se ha consolidado como el sistema oficial de almacenamiento y comparación de perfiles genéticos forenses en Argentina, siendo utilizado en la mayoría de las provincias y en otros países de Latinoamérica. Su condición de software libre asegura la soberanía tecnológica sobre la información genética de los argentinos. Todos estos proyectos, junto con casi 40 iniciativas exitosas de vinculación tecnológica a través de programas como "Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software" y Eslabón, demuestran la capacidad de la Fundación para conectar el conocimiento científico con las necesidades productivas del país, formando a una generación de "project managers de vinculación".

El balance también subraya el avance en la agenda de género, diversidad e inclusión, con una distribución equitativa de liderazgo femenino y federal dentro de la Fundación, y la oferta de un curso pionero de diversidad y tecnología para el sector. En esencia, Fernando Schapachnik concluye que el impacto que se puede lograr desde la función pública, impulsando proyectos que benefician a amplios sectores de la sociedad, "no se compara con nada". Su gestión, a pesar de los desafíos actuales, es un testimonio de la convicción de que "vale la pena" pensar y actuar colectivamente en grande para el desarrollo del país.