Plan Fénix: el Mercosur es fundamental para la industria IT local

Por Darío Drucaroff
En los años 60 la Argentina tuvo un importante desarrollo en el ámbito de la Ciencia y la Investigación, con directa incidencia en la industria electrónica ¿Cómo estaríamos situados en la nueva economía mundial si la industria electrónica y la informática hubiesen progresado de la mano en las décadas en que el mundo vivió una revolución en las tecnologías de la información? Canal AR dialogó con Jorge Schvarzer, Secretario de Investigación y Doctorado de la Facultad de Buenos Aires, y miembro del Plan Fénix, un grupo de economistas que desde fines de 2000 discute en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA los problemas centrales de la economía argentina. ¿Por qué perdimos el tren y cómo podemos recuperarlo?

En la Argentina, en los años 60, hubo un importante desarrollo en el ámbito de la Ciencia y la Investigación, fundamentalmente por el rol de las Universidades como la de Buenos Aires. Sin embargo, la situación actual que vive la industria nacional dista mucho de aquél proyecto de país ¿Por qué? ¿Cómo estaríamos situados en la nueva economía mundial si la industria electrónica y la informática hubiesen progresado de la mano en las décadas en que el mundo vivió una revolución en las tecnologías de la información?

Canal AR dialogó con Jorge Schvarzer, Secretario de Investigación y Doctorado de la Facultad de Buenos Aires, y miembro del Plan Fénix, un grupo de economistas que desde fines de 2000 discute en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA los problemas centrales de la economía argentina.

En uno de sus documentos fundacionales el Grupo que trabaja en el Plan Fénix señala:
"La Universidad tiene, entre sus responsabilidades, la de pensar el país en el marco del escenario mundial para contribuir a elevar la calidad de vida del conjunto de la población y consolidar la democracia. Esta tarea es particularmente crítica y urgente en momentos como los actuales, signados por el estancamiento, la concentración de la riqueza, el aumento de la pobreza y la exclusión, y la pérdida de la capacidad de decidir nuestro propio destino. En cumplimiento de esa responsabilidad ineludible, docentes e investigadores convocan a la reflexión común para aportar a un diagnóstico acerca de la naturaleza de los problemas centrales de la economía argentina y comenzar a formular propuestas que permitan resolver la crisis y movilizar el formidable potencial con que cuenta nuestro país".
El tren perdido

"En los años 60 la Argentina tuvo un desarrollo importante de la industria electrónica; no del software, sino del hardware. Empezamos a hacer calculadoras electrónicas, equipos de sonido de avanzada, y se producían ensayos en una cantidad de actividades que iban consolidando un sector electrónico nacional, casi cuando ese mercado estaba naciendo en el resto del mundo", explicó Schvarzer. "A partir del 75, con el golpe de estado, el cambio de política comenzó a afectar este desarrollo, y el sector prácticamente fue desapareciendo".

- ¿Qué factores cree que hicieron desaparecer este sector?

- La entrada masiva de productos del exterior con un tipo de cambio atrasado y la falta de protección arancelaria hicieron que el producto local, aunque fuera bueno, tenga que competir con otros, pero de marca. Hubo un proceso de destrucción y retroceso. En Argentina se dejaron de fabricar televisores, a lo sumo se arman, se dejaron de fabricar equipos de sonido. Creo que esto fue una desgracia, y que hay que tenerla clara-.

Mientras en Argentina se destruía lentamente, la industria electrónica crecía en forma exponencial en el resto del mundo. Fue el momento en el que el sudeste asiático entró en el negocio. "Argentina, que tenía condiciones excepcionales con su calidad y mano de obra, perdió el tren", explicó el Secretario de Investigación y Doctorado de
Económicas. "Y, desde una posición mucho más difícil que antes, empezamos ahora a defender el software, porque ya el hardware lo perdimos. Ese capital de conocimientos humanos y de experiencia tecnológica se perdió. Miro con cierta tristeza y digo: estamos considerando importante defender lo último que podemos defender. Es importante, pero no es lo mismo".

El programa informático y el programa país

- ¿Pueden ayudar las tecnologías de la información al proyecto argentino?

- No se puede definir un país sólo con un programa, pero el proyecto debería incluir la integración del programa informático con otras actividades importantes. Es difícil encontrar una nación con una sola actividad central. Cuando uno habla de actividades industriales hay también interacciones estratégicas. El proyecto del país debe incluir el software, pero no sólo el software. Acá sí hay un debate en Argentina: algunos creen que podría ser una potencia agropecuaria productora de materias primas, cuya demanda de tecnología sería mínima. Es una propuesta peligrosa porque no consolida el desarrollo y no da trabajo y bienestar a todos los habitantes del país. Es viable a principios del siglo 20, con 10 millones de habitantes, y es imposible en el siglo 21, con 40 millones de habitantes. El sector agropecuario también debe estar dentro de un plan de país, pero no puede ser el eje del mismo.

- ¿Qué posibilidades existen de recuperar el tren de la industria del hardware?

- Estamos frente a un sistema monopólico de enorme envergadura, de enorme capacidad técnica, que genera enormes barreras para entrar. La Argentina no tiene escala para imaginar un proceso autónomo en este camino. Cuando uno mira a los mercados ve que hay fuerte concentración de empresas que además invierten masivamente en tecnología para mantener su control de mercado. Si tuviésemos laboratorios con capacidad de desarrollo, podríamos ofrecerlos como base para empresas que ofrecen sus productos en toda América Latina. Pero esto es muy ambicioso porque otros países como Corea o Taiwán pueden hacer una oferta mucho más fuere. El tema es comenzar a bajar las ambiciones a los niveles posibles para la dimensión de la Argentina y buscar socios para impulsar este tipo de actividades.

- ¿Existen proyectos tecnológicos elaborados en conjunto por miembros del Mercosur?

- Cuando se empezó a armar el Mercosur y los Gobiernos expresaron sus intereses por la integración, los actores privados comenzaron a juntarse. Se formaron consejos institucionales, se juntaron varios organismos y se armó una cantidad de iniciativas en este sentido. Las señales dadas desde los dos Gobiernos más grandes (Brasil y Argentina) movilizaron a la sociedad en torno al Mercosur, pero ambos países hoy no están dando señales de integración, sino más bien lo opuesto: las heladeras... las bananas... el café... Hoy no hay fuertes procesos de integración en los aspectos tecnológicos porque no hay claras señales desde arriba.

La opinión del Plan Fénix

"Desde el grupo del Plan Fénix creemos que la integración es fundamental, porque las economías modernas están generando economías de escala muy alta por su propio tamaño nacional. EEUU es un país con 250 millones de habitantes, y se integra con Canadá y México. La Unión Europea reúne a 25 países, con un total de 400 millones de personas. Japón funciona con una fuerte integración económica con China, Corea y Taiwán, logrando una dimensión semejante. Frente a esto Argentina no tiene escala para las actividades modernas. La India tampoco, pero tiene 1.000 millones de habitantes. Dentro del Mercosur la Argentina participaría de un mercado de 200 millones de habitantes, una dimensión mínima como para comenzar a imaginar un proceso de desarrollo sostenido sobre ese mercado. El Mercosur sería una palanca fenomenal para desarrollar actividades modernas como por ejemplo con la industria informática.


Más información: www.econ.uba.ar/planfenix.