Moldear el futuro de la industria del software uruguaya

La opinión de Darío Drucaroff, Director de CanalAR, desde el GX27, el evento anual de GeneXus, en Montevideo

En Uruguay, los ingresantes por año a las facultades de abogacía son aproximadamente 4.000, y a las de psicología unos 6.000. A las de software son tan solo 2.000, y para la comunidad tecnológica esto es gravísimo.

Estoy en Montevideo en el GX27, una nueva edición del evento anual de GeneXus, el proyecto que nació en 1984 a partir de una investigación liderada por Breogán Gonda y Nicolás Jodal, una plataforma de herramientas para el desarrollo de software. Hoy GeneXus ya no es una empresa, sino una comunidad global de 120.000 desarrolladores.

"Vendemos en 40 países y nuestro mayor desafío para crecer en el mundo son las diferencias culturales", me dice Jodal, hoy CEO de GeneXus. "Tenemos que trabajar con países como Japón y China, pero incluso dentro de América Latina las culturas son muy diferentes. En el Rio de la Plata tenemos una forma de hablar extremadamente agresiva para el resto, y no somos conscientes. Todos los temas culturales para mí son sustanciales para poder avanzar en el mundo".



Este año GeneXus extendió sus horizontes al ser identificado dentro del Cuadrante Mágico de Garnter, el reconocido ranking de proveedores con las mejores soluciones y productos. "Desde el punto de vista de prestigio y ventas tuvo un gran impacto", se sorprendió el CEO.

El éxito de nuestra industria...

"Hemos tenido un éxito razonable", explica Gonda, Presidente del Directorio de GeneXus, sobre la historia de la industria uruguaya del software. "De todas formas creo que la industria nacional debe poner mucho más énfasis en la exportación. La economía del país ha crecido, y hay muchas más oportunidades de hacer software internamente. Pero el desarrollo interno basado en software interno para un país de 3 millones de habitantes no es razonable".

¿De dónde viene el éxito de la industria del software uruguaya? "Comenzó en 1967 con una decisión de la Universidad de la República (UDELAR) que fue muy cuestionada en su momento: crear una graduación en informática. Lo heredamos un poco de la Argentina, debido en particular a una persona importante, el Dr. Manuel Sadosky, que lo hizo antes en Argentina". Tras las Noche de los Bastones Largos, en 1966, Sadosky se radicó en Uruguay y trabajó en la UDELAR.

"El haber lanzado cursos universitarios de graduación en informática fue muy importante para llegar a la mitad de la década del 80, cuando quisimos hacer una verdadera industria del software", recuerda Gonda.

Para Jodal, el otro paso clave en la historia del software uruguayo es la compra de la IBM-360, alojada en el 5to piso de la Facultad de Ingeniería de la UDELAR. Tenía 128Kb de memoria RAM y almacenaba cada bit en núcleos de ferrita del tamaño de una cabeza de alfiler (ver Aportes para la Historia del Instituto de Computación [1967-2012]).

"Fue una cosa heroica, imaginate en la década del 60, en medio de revoluciones, comprando una computadora de 1 millón de dólares. Esto permitió que 20 años después hubiera un conjunto de personas muy bien formadas en informática, que permitió a Uruguay tener una fuerte avanzada en América Latina. Hoy Uruguay forma excelentes ingenieros de sistemas, de primer nivel internacional".



Jóvenes, a programar!

La calidad no se corresponde con la cantidad. La problemática del faltante de recursos humanos en tecnología es global y Uruguay la está sufriendo. Y entre los pasos que está dando esta industria para crecer se encuentra Jóvenes a Programar, el plan para formar mil programadores sin experiencia previa en Uruguay.

La iniciativa había sido presentada por el presidente Tabaré Vázquez en 2016, con el objetivo de potenciar la inserción laboral en un sector con altísima demanda. Es liderada por el Plan Ceibal, con el apoyo de CUTI, el BID, y el FOMIN. "La idea es que aprendan programación y al finalizar el año ofrecerles una entrada al mercado laboral", cuenta Carinna Bálsamo Scioscia, directora del programa en Plan Ceibal, entre los pasillos del GX27.

"Lo que está promoviendo el Plan Ceibal es una metodología que es el pensamiento computacional, una forma de resolver problemas complejos a través de la robótica y la programación. Queremos que los jóvenes comiencen a entender estos lenguajes nuevos", explica.

Moldear el Futuro

El GX27 integra más de 180 charlas con 170 oradores, bajo el lema moldear el futuro. ¿Cuál será el futuro de la industria del software uruguaya?

Una reflexión de Jodal, para cerrar, durante lo que fue la apertura del evento: "Hasta hace poco no era necesario moldear nuestro futuro, preocuparnos demasiado por el futuro. Uno se recibía, y luego era más o menos lo mismo. No había que preocuparse del futuro. Esto cambió sustancialmente, y ahora estamos en una situación inversa: o nosotros moldeamos nuestro futuro o el futuro nos va a moldear a nosotros".

(*) Darío Drucaroff: Director de CanalAR