Voy a cambiar mi carrera hacia IT: pasos para reconfigurar el cerebro

Escribe Ilein González, Analista de Calidad de intive Argentina

No siempre los profesionales obtienen posiciones laborales dentro de las disciplinas para las cuales se prepararon. Le sucede a menudo a las personas, como yo, que emigran a otros países, sin contactos ni posibilidades laborales concretas.

Además de impulsar el crecimiento de todos los sectores productivos a través de calidad, tecnología e innovación, la Industria del Software se ha convertido en generadora de empleo de calidad. Con un crecimiento sostenido en los últimos 15 años, durante 2018 se llegaron a generar 5.300 nuevos puestos de trabajo. Esta cita pertenece a la Cámara de Software y Servicios Informáticos (CESSI).

El mercado laboral argentino demanda, cada vez más, posiciones dentro del mundo del software: programación, sistemas, informática son las etiquetas que mayormente salen en cualquier búsqueda laboral. Ante este escenario, emprendí la tarea de reconfigurar mi cerebro para reorientar mi carrera hacia el mundo del software.

¿Qué pasa por la mente de alguien que ya tiene una profesión y, por necesidad (o vaya uno a saber por qué) debe cambiarla?

¿Qué suele detenernos?

Zona de confort: Creemos que podemos abocarnos solo a lo obvio. Es decir, si alguien estudió administración, consideramos que el único trabajo en el que puede desempeñarse es como administrador/a o en una labor estrictamente numérica. Así, descartamos otras habilidades que acompañan al título y que son necesarias en otros roles, tales como la capacidad de análisis, la gestión de equipos o habilidades de negociación.

Edad y capacidad de aprendizaje: No vamos a mentir. Sí, el mercado laboral cada vez es más competitivo y para adultos mayores de 45 años puede resultar complejo un cambio (por no decir cuesta arriba). Con este pensamiento germinan otros: “ya no tengo 20 años y mi capacidad de aprendizaje no es la misma”, “si estudio no podré seguir el ritmo”, etc.

Síndrome del impostor: Qué común es el auto sabotaje. Por lo general, el primer obstáculo que nos impide arrancar una nueva vocación está en nosotros mismos y, esto, en parte, tiene que ver con el primer punto. “¿Cómo voy a dedicarme a la gestión de equipos si trabajé en un departamento de finanzas y estudié administración?”.

Si te sentís identificado con alguno de estos tres puntos, lo que viene es para vos.

¿Cómo reconfigurar nuestra carrera profesional?

Rompé el cuadro: Siempre es una buena idea darle la vuelta a nuestra profesión o, simplemente, explorar las nuevas vertientes que, con el tiempo, surgen de ella. En ocasiones, nacen denominaciones para tareas que sabemos hacer, pero no sabíamos cómo llamarlas. De acuerdo con datos de Linkedin The Learning blog, existen 50.000 competencias profesionales en todo el globo terráqueo. Eso me lleva a coincidir con David Garrote Yánez, experto en adquisición de talento y marketing de recursos humanos en Lidl España, quien duda que haya tal número de competencias. El asegura que, en realidad, existen 50.000 formas diferentes de describir muchas menos competencias.

Por otro lado, según el mismo artículo, la creatividad, persuasión, colaboración, adaptabilidad y gestión del tiempo son los soft skills más demandados, por el simple hecho de que son habilidades que aún resultan imposibles de automatizar.

Desafiá los límites: Afortunadamente, en el área de la programación y la tecnología en general, es tanta la demanda de talentos que, la edad se convierte en un factor irrelevante. Es normal ver en empresas de software a varias generaciones trabajando en conjunto.

En otro sentido, el adulto que aprende es consciente de su desarrollo, de que lo que estudia, lo hace por sí mismo y no por otro. Además, es capaz de relacionar sus experiencias con el conocimiento que se está adquiriendo y de ponerlas en práctica. Así, podemos encontrarnos con profesionales “mixtos”, con visiones logradas de la mezcla de dos carreras profesionales.

¡Y, es un hecho, estas características del aprendizaje del adulto fueron expuestas por el estadounidense Malcolm Knowles en su teoría sobre la andragogía!

Sé disciplinado: Con decir “quitate la percepción de que eres un impostor”, no es suficiente. Despejar estas ideas de la cabeza solo puede ocurrir de una forma: educándote lo mejor posible para desenvolverte bien en tu nuevo trabajo. Nunca desestimes el autoaprendizaje ni materias básicas porque las viste hace algún tiempo, ya que con frecuencia hay cosas que pasamos por alto. Olvidate de los atajos.

Puede que todos estos pasos no ocurran en un orden exacto. Puede que te equivoques mucho en el camino y tengas que volverlo a intentar. Puede que por momentos te arrepientas y pienses que es mejor quedarte donde estabas. Lo más difícil es empezar pero no por ello debes dudar en hacerlo.

(*) Ileín González: Analista de Calidad, Analista de Calidad en intive Argentina