La diversidad corporativa se maneja con confidencialidad. No tiene por qué ser así

Escribe Bárbara Whye, directora de Diversidad e Inclusión y vicepresidenta corporativa de Impacto Social de Intel

Todo el mundo está lidiando con cosas que no puede ver y afronta desafíos que tal vez no se pueden expresar. Para mí, es navegar obstáculos como familia afroamericana y como padre o madre de un hijo de color en Estados Unidos. Como madre, pienso constantemente en la seguridad de mi hijo y en asegurarme que su lugar en este mundo esté alineado con su grandeza, y no que se vea frenado por barreras artificiales como su color de piel. ¿Cómo puedo liderar e influir de manera que lo proteja como ser humano? También pienso en el mundo al que traje a mi hijo y en que necesita ser mucho mejor que el mundo en el que crecí.

Ésa es la razón por la que he dedicado mi carrera a garantizar que todos los niños puedan formar parte de una fuerza laboral equitativa en el futuro. Pero, algunas veces parece como si camináramos hacia adelante y retrocediéramos de inmediato: todavía existe la brutalidad policiaca, el racismo y el lenguaje divisivo, todo esto se potencializa por una pandemia mundial y desastres naturales. La gente de todo el mundo está sufriendo y sintiendo dolor. Y al equilibrar las complejidades que existen entre el hogar y el trabajo, aquéllos que se encuentran en las comunidades más marginadas viven la peor parte. Esto solo demuestra todo el trabajo que nos queda por hacer.

Los desafíos que enfrentamos ahora son reales y debemos afrontarlos como compañía, comunidad empresarial y sociedad. Ya no podemos aceptar que las empresas compartan sus condolencias durante momentos de injusticia y después vuelvan rápidamente a sus viejas costumbres. Los grandes desafíos de hoy exigen más que eso, necesitan un movimiento, un compromiso compartido y acciones verdaderas.

Es la razón por la que en Intel comprometemos nuestro alcance y experiencia para trabajar con otras compañías en acelerar la adopción de prácticas comerciales inclusivas en todas las industrias, creando e implementando un Índice de Inclusión Global y convocando una coalición de compañías que se centre en objetivos y métricas unificados que se compartan a través de esta iniciativa. Existen muchos ejemplos de progreso y éxitos que encabezan compañías individuales. Esta labor colectiva permitirá que la industria haga seguimiento en áreas como el logro de mayores niveles de mujeres y minorías en puestos técnicos y de alto nivel, la tecnología accesible y los salarios equitativos.

En Intel nos encontramos en una posición única para ayudar a resolver estos problemas debido a nuestra presencia global y a un entendimiento profundamente arraigado, así como experiencias de primera mano del impacto positivo que la diversidad y la inclusión pueden tener en una empresa. Hace cinco años, destinamos US $300M para impulsar la diversidad en los centros de trabajo, y alcanzamos la representación total del mercado de mujeres y minorías subrepresentadas en nuestro personal de Estados Unidos en 2018, dos años antes de lo programado. Asimismo, cumplimos con nuestra meta de apoyar a los proveedores con diversidad de propietarios de todo el mundo con un gasto anual de US $1,000M. (El CEO de Intel, Bob Swan, y yo hablaremos sobre nuestros esfuerzos de diversidad e impacto social en el Fast Company Innovation Festival, el martes 5 de octubre, al mediodía, hora del Este).

La transparencia ha sido parte fundamental de la promoción de los esfuerzos de diversidad e inclusión. Compartir abiertamente nuestra información permite que en Intel no solo celebremos nuestro progreso, sino que afrontemos contratiempos, lo cual es un paso vital hacia un cambio real. Es nuestra responsabilidad elevar el nivel de transparencia para nosotros mismos en cada paso del camino, y es la razón por la que revelamos públicamente nuestros datos de representación en la fuerza laboral durante más de una década, somos la única compañía de tal magnitud que publica información de salarios desglosada por raza y género en Estados Unidos. Lo hacemos con el fin de hacernos más responsables y mejorar.

En consonancia con una serie de métricas comunes

La innovación y el cambio exigen trabajo en conjunto, y somos tan buenos como nuestros empleados, socios y clientes con los que trabajamos. Debido a que nuestra tecnología se utiliza en productos que cambian al mundo y mejoran las vidas, estamos en una posición única para convocar un ecosistema.

Planteamos un Índice y coalición de compañías y grandes organizaciones que no solo se comprometan con una serie de objetivos de diversidad e inclusión compartidos, sino que publiquen su progreso en estas metas colectivas. Consideraremos factores como las cifras de representación y equidad salarial, así como el avance en la promoción de mujeres y empleados de grupos subrepresentados a funciones de alta jerarquía. También buscamos destacar los esfuerzos realizados para aumentar el acceso a la tecnología a aquellos que forman parte de comunidades menos favorecidas y las personas con discapacidad. Con base en estas consideraciones, la coalición desarrollará de tres a cuatro objetivos comunes cuantificables que tengan un efecto apreciable en la diversidad y la inclusión en la industria.

No somos la primera organización en convocar a las mentes más brillantes para resolver algunos de los desafíos más grandes del mundo, sino que hemos sido testigos de primera mano del impacto que coaliciones conjuntas, como son Business Roundtable y el Pacto Mundial de Naciones Unidas, han tenido en la promoción de valores y acciones comunes. Soy optimista de que podamos tener el mismo impacto para la diversidad y la inclusión.

Manos a la obra

Este año es una oportunidad histórica para hacer un reajuste y garantizar que los centros de trabajo a nivel mundial sean más diversos, inclusivos y justos. No podemos volver a nuestras costumbres anteriores y darnos por satisfechos en materia de diversidad e inclusión en los centros de trabajo. Debemos comprometernos a predicar con el ejemplo, hacernos responsables de los compromisos y compartir la información en forma transparente, para alentar a que otros hagan lo mismo.

Ahora es el momento de enfocar nuestra energía en unirnos como un colectivo de empresas en todos los sectores, con el fin de intentar resolver este desafío juntos, tanto interna como externamente. Las compañías avanzan en hacer un análisis introspectivo para resolver las cuestiones de diversidad e inclusión, pero no es suficiente. Debemos ver más allá de nuestras paredes y unirnos para constituir una nueva forma de ser como compañías. Independientemente del patrón, la función o el cargo, necesitamos actuar ahora y comprometernos a resolver los retos de hoy, de manera que podamos garantizar un mañana más brillante.

Debemos liderar en conjunto con un propósito compartido, para hacer que nuestro mundo sea mejor.

(*) Bárbara Whye: Directora de Diversidad e Inclusión y vicepresidenta corporativa de Impacto Social de Intel