Intel y su compromiso con el abastecimiento de chips

Escribe Adrián De Grazia, Argentina country lead & Americas Inside Sales director de Intel

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, vimos un aumento sin precedentes en la demanda de semiconductores, debido a la creciente necesidad de utilizar equipos que nos permitan continuar nuestras vidas de manera remota y online. A este escenario se le suma el hecho de que la transformación digital ya había comenzado de manera previa y sólo mostraba signos de seguir ganando terreno. De hecho, casi todos los ámbitos de nuestras vidas se están volviendo más digitales, ya sean laborales, educativos, de salud o de recreación.

Estamos trabajando arduamente para poder satisfacer esta demanda con productos y servicios de alta calidad a un precio accesible. Para que esto ocurra, estamos llevando a cabo nuestra estrategia de producción, denominada Integrated Device Manufacturer (IDM) 2.0, que tiene como objetivo ampliar y diversificar nuestra oferta a nivel mundial. Como parte de este objetivo, hemos realizado grandes inversiones en nuestras plantas existentes en Arizona, Nuevo México, Israel y Costa Rica, por ejemplo, y hemos anunciado la creación de una nueva fábrica en Ohio por más de USD 20 mil millones, lo que la transformará en una de las plantas productivas más grandes del mundo. Además, en esta última se podrían llegar a destinar hasta USD $100 mil millones a lo largo de la próxima década.

Asimismo, en Europa planeamos invertir 17.000 millones de euros en un mega sitio de fabricación de semiconductores de vanguardia en Alemania, crear un nuevo centro de I+D y diseño en Francia, e invertir en I+D, fabricación y servicios de fundición en Irlanda, Italia, Polonia y España. Con esta inversión histórica, llevaremos nuestra tecnología más avanzada a Europa, creando un ecosistema de chips europeo de próxima generación.

Tenemos la convicción de que nuestra estrategia es muy beneficiosa para toda la industria, dado que, además de ampliar nuestra capacidad productiva y poder ofrecer servicios de producción a terceros (a empresas que sólo diseñan chips), estamos contribuyendo con el futuro, a partir de a la creación de una cadena de suministro más equilibrada y resistente a nivel mundial, que puede amortiguar de mejor manera todo tipo de acontecimiento, ya sea una pandemia, o un conflicto político con consecuencias económicas.

En lo que respecta a los productos, estamos constantemente mejorando nuestros procesos para crear chips más avanzados que estén a la altura de las necesidades de los consumidores, ya sean finales o corporativos. También estamos lanzando algunos nuevos, como nuestra primera placa gráfica discreta que busca posicionarse como un nuevo jugador competitivo en el mercado. Además, estamos teniendo grandes desarrollos en lo referido a chips para vehículos autónomos a través de nuestra división especializada y estamos realizando notables avances en relación a lo que consideramos los 4 superpoderes, inteligencia artificial, computación ubicua, infraestructura de la nube al borde y conectividad omnipresente.

Sabemos que aún queda un camino por recorrer para saldar la gran demanda global de chips, por eso estamos comprometidos fuertemente en continuar optimizando nuestras capacidades para agilizar los tiempos y cumplir con nuestros clientes en todo el mundo con cada vez mayor eficiencia. Por eso, la estrategia IDM 2.0, es nuestra gran apuesta a continuar por este camino.

(*) Adrián De Grazia: Argentina country lead & Americas Inside Sales director de Intel