Blockchain y la posibilidad de validar nuevos conocimientos

Escribe Tomás Soracco, co-fundador de POAP y profesor de ITBA especializado en blockchain

A todos nos gusta ser reconocidos por nuestro esfuerzo y trabajo. Cuando nos recibimos, luego de estudiar durante cuatro o más años en una universidad, la institución en donde cursamos nos da un título que certifica y valida ese logro y nos habilita para ejercer profesionalmente en ese campo de estudio. Sin importar su duración, cada vez más vemos que las personas se forman en distintas disciplinas y logran un reconocimiento que pueden mostrar en sus perfiles y CVs. Este certificado es una manera de visibilizar el conocimiento adquirido, un bien intangible, difícil de medir y que sólo el ejercicio de la tarea comprueba que se tiene.

En los últimos años vimos cómo el proceso de formación continua excede el ámbito de la educación tradicional y existen nuevas formas de aprendizaje. Por ejemplo, ser voluntario de un proyecto o compartir conocimientos en una comunidad ayudan a desarrollar nuevas habilidades. Sin embargo, como en general no hay una validación por el esfuerzo realizado, en el largo plazo puede hacer que se desaliente la participación o se deje de asumir el compromiso asumido.

El sector de la tecnología supo resolver esto, aunque parcialmente, mediante la verificación de participación en proyectos. En términos simples, la mayoría de los programadores tiene un repositorio de código, como GitHub, en donde se muestran sus contribuciones en distintos proyectos. De esta manera, cualquier usuario, por ejemplo un potencial empleador, puede ver la calidad de esas contribuciones y también conocer más sobre sus intereses, basándose en los proyectos en los que se involucró.

Hasta hace poco tiempo, este tipo de herramientas estaba limitada a programadores y a instituciones emisoras de certificados como las universidades, institutos educativos aprobados, colegios profesionales y algunas entidades gubernamentales. Apoyándonos en la tecnología blockchain cualquier entidad podría emitir un certificado de manera transparente y verificable. Por ejemplo, la junta directiva de una ONG validaría y daría detalles de la contribución que realizan sus voluntarios. O una empresa que organiza torneos de fútbol amateur podría certificar a los equipos que ganen la competencia. Al estar respaldado en blockchain, cualquiera puede ver quién, cuándo y qué otras credenciales emitió la entidad con total confianza, porque son infalsificables e inalterables. Ya estamos viendo algunos casos de uso, como el Mazury, una plataforma de talento polaca que tiene como objetivo construir una plataforma donde se muestren estas credenciales (tanto a nivel profesional como las experiencias realizadas), con el objetivo de promover el acceso a empleo en la Web3.

Se podría argumentar que no tiene sentido otorgarle la misma validez a la participación en un proyecto emitido por una organización pequeña que a un título universitario. Sin embargo, es interesante tomar estos certificados como un punto de información más y ciertas credenciales permitirían verificar algunos de los tan solicitados soft skills y demostrar cómo un candidato lideró una comunidad, logró llevar adelante un proyecto o fue el arquitecto de una propuesta de mejora dentro de un grupo o proyecto. Esto mostraría una versión más real de nosotros mismos e incentivaría la participación de más personas en proyectos que les apasionan. ¿Qué certificados les gustaría tener de los proyectos en los que participaron?

(*) Tomás Soracco: Co-fundador de POAP y profesor de ITBA especializado en blockchain