Inauguran feria tecnológica en Alemania

Hoy inicia en Alemania una de las exposiciones de tecnología más antiguas del mundo. Se llama IFA y en otros tiempos llegó a contar con la presencia de Albert Einstein. Habrá más de 1000 expositores de 40 países y se espera que por ella pasen más de 250 mil personas.

Esta edición será distinta a las anteriores, ya que no habrá tantas innovaciones. “Parece probable que este año la lucha se centre entre productos ya conocidos, más que en invenciones nuevas”, según Reuters.

Se expondrán un sinfín de dispositivos móviles, reproductores MP3, teléfonos y gadgets para Internet, entre otros. La guerra de estándares del futuro DVD también estará presente en la IFA, así como la idea de quitarle protagonismo al iPod de Apple Computers mediante los nuevos teléfonos celulares con reproductor MP3.

A partir de ahora, la feria se realizará todos los años, y no de manera bianual, como ocurría anteriormente. "La decisión de albergar la IFA anualmente ha aumentado el prestigio internacional de la misma", declaró Christian Goeke, alto cargo del parque ferial de Berlín, según Reuters.

Hans Kleis, presidente europeo de Sharp, no se mostró tan convencido: "Desde el punto de vista de la carga de trabajo, pienso que es demasiado. Pero creo que es esencial una tribuna en este mercado enérgico y veloz".

Es interesante imaginar qué significan tales exposiciones. En muchos casos, podría decirse que se trata de una orgía tecnológica. Hay una especie de “pleno disfrute” de la tecnología. Allí converge prácticamente todo. Desde reproductores de DVD hasta dispositivos destinados a la seguridad informática.

Dicho espíritu es el que prevaleció en diferentes exposiciones a lo largo del siglo. En Estados Unidos, por ejemplo, estaba la célebre Motorama, organizada por la empresa General Motors entre 1949 y 1961. Además de autos, se exponía un ideal de época. El concept car de la época era, por lo general, plateado y la carrocería se destacaba por su marcada forma aerodinámica. Se intentaba alcanzar el futuro por todos los medios posibles, pero lo paradójico era que los bienes expuestos allí formaban parte de ese mismo presente.

Por otra parte, la individualidad era una constante. Un modelo del Firebird construido en 1953, para dos pasajeros, tenía los habitáculos separados. Buscaban que cada pasajero se comunicara por medio de micrófonos y parlantes, lo que muestra una especie de fetichismo tecnológico, presente claro está, en casi todas las ferias de tecnología.

Más información: www.ifa-berlin.de.