Review de WH 40K Dawn of War II: Chaos Rising

Por Agustin Mendez - Colaborador de Alkon
Nuevos enemigos, aliados y traidores aparecerán en escena. El título sigue destacándose por la opción de multi-jugador, con batallas y peleas monumentales. Según la gente de Alkon, es una muy buena opción para los amantes del género

Las fuerzas del Warp vienen por nuestras almas. Así es la tan esperada expansión sobre uno de los mejores juegos de estrategia con toques de RPG. Está con nosotros y por supuesto de la mano de compañías THQ y la poderosa Relic. Esta expansión (Stand-alone) se sitúa luego de los sucesos que se desarrollaron en la campaña del Dawn of War II, e incluso en el mismo sector, pero con la aparición de un planeta el cual estuvo perdido en una tormenta del Warp por mas de mil años, y el cual ahora se encuentra congelado. Nuevos enemigos, aliados y traidores aparecerán en escena y es nuestra obligación matar al mutante, quemar y purgar al herético.

¡Por el Emperador!

La campaña de Chaos Rising empieza justo cuando dejamos a nuestros compañeros del Capitulo de los Blood Ravens, Tarkus y su escuadra táctica, Cyrus y sus iniciados, Avitus y sus devastadores, el héroe e inmortal Dreadnaught Davian Thule, Thaddeus y sus marines de asalto, y por último, el Force Commander. Cada uno de estos héroes que llevamos de batalla en batalla, hasta la victoria final contra los Tiranidos y su enorme hambre de comer planetas. El nivel, habilidades y el equipo conseguido durante el DoW II volverán nuevamente con nosotros, pero con la peculiaridad de estar roto o algunas partes perdidas. Esto sucede si importamos el personaje que usamos en el DoW II. Si no es ese el caso, se nos darán los personajes en nivel 19, casi 20.

Pero no todo está perdido aún. Pese a ser despojados de bastante de nuestro equipo, obtendremos en Chaos Rising un aliado muy importante y extremadamente poderoso, el Bibliotecario Jonah Orion, el cual podrá especializarse en varios ¨Tomos¨, que son ramas de habilidades y con la cual podremos especializarlo por el camino que nosotros deseemos, tanto defensivo creando barreras de protección, ofensivo pudiendo disparar bolas de fuego al enemigo y de soporte al poder curar a nuestras tropas.



Este título sigue el mismo modo de juego que el original, pero con el lavado de cara de ser menos repetitivo, ya que cada misión cuenta con mapas diferentes y misiones que cambian de objetivo.

Su esclavitud al falso Emperador termina hoy

En el juego original nos enfrentamos a la enorme horda Orka, a los elusivos Eldar y a los hambrientos Tiranidos. Pero esta vez lucharemos con los más grandes traidores al Imperio y al Emperador, los hermanos caídos, a los Marines Espaciales del Chaos, Marines espaciales corrompidos ya hace miles de años y deformados por su estadía en el Warp, la Black Legion, quienes tiene lazos con el comienzo oscuro y perdido de los Blood Ravens. Estos últimos cuentan con grandes bestias de colmillos afilados, tropas de Nurgle y a un gran Impío, una bestia gigantesca y abominable. Y entre los generales del Chaos se encuentran Araghast el Saqueador y un personaje que vuelve desde el DoW Dark Crusade Eliphas el Heredero.





Con la aparición del Chaos se agregó un sistema de corrupción para nuestras tropas, el cual podremos aumentar o disminuir según usemos en ciertos personajes equipo corrupto, hacer ciertas decisiones durante algunas misiones, como por ejemplo destruir una puerta o abrirla. Otra manera de conseguir corrupción es no enviando a un personaje de nuestras tropas a algunas misiones especificas. Pero para seguir puros ante los ojos del Emperador podremos hacer distintas acciones, que se dan como sub-objetivos durante las misiones.

El punto más interesante de la corrupción o de la pureza es que nos dan habilidades según como nos situemos en ese compás moral, pero si elegimos ser corruptos tendremos la posibilidad de tener más cantidad de habilidades nuevas, y si elegimos ser puros nos dará una sola.





Luchemos por el gran Padre

El juego añade y trae consigo viejos, pero buenos modos de juegos los cuales son el multi-jugador, con nuevos mapas y razas del Chaos, pero sino tenemos el original no podremos jugar con los Orkos, Tiranidos, etc. Por supuesto, el agregar una nueva raza trae consigo nuevas estrategias, ya que los nuevos tres héroes vienen con los favores de tres dioses del Chaos: Nurgle quien nos trae a un Campero, Tzeentch nos da un hechicero y Korne con da a un Guerrero. Cada uno de ellos también tendrá la posibilidad de crear altares para sus dioses y sacrificar tropas de heréticos para conseguir favores con esos dioses para las demás tropas que han traído consigo y para nuevas habilidades que consiguen de esta manera.

Pero las demás razas también han conseguido un lavado de cara con nuevas tropas: los Eldar, una nueva tropa llamada Wraithguard, loas cuales exceden en combate a distancia, los Orkos con un nuevo Weird Boy, los Tiranidos traen Genestealer, que se infiltran al dejarlos quietos por un tiempo, y la Tyrant Guard, que tienen habilidades para reducir el daño hacia ellos y curarse.



También trae nuevamente el update del juegos original el llamado The Last Stand, en donde elegiremos a un héroe (uno por cada raza). Si solamente tenemos el Chaos Rising podremos usar a las dos nuevas unidades, a un hechicero del Chaos y un Hive Tyrant Tiranido. El Last Stand es un modo de juego en el cual utilizaremos a estos héroes en un mapa único y en el cual batallaremos oleadas de enemigos tras enemigos y deberemos resistir lo mejor que podamos con nuestro campeón.

Por ultimo, contamos con la posibilidad de jugar ambas campañas de modo cooperativo. Por lo tanto, en cualquier momento podremos añadir a un amigo a nuestra campaña y cada uno podrá usar a los héroes de los Blood Ravens para conseguir la victoria definitiva.

La gloria del Emperador

Gráficamente el juego no cambio en muchos aspectos, lo cual no significa que sea algo malo, ya que desde siempre Relic supo traer juegos con mucho detalle y animaciones impecables, así que podremos esperar una calidad excelente de principio a fin en este juego. Desde las grandes planicies desérticas de Calderis, las torres góticas de Meridian, la indomable selva de Typhon y las corruptas ciudades de Aurelia, cada una trae consigo detalles en cada parte de cada mapa simplemente maravillosos.
Las tropas de cada bando están increíblemente detalladas. Desde los cascos de los Marines espaciales, las mortales espadas de los Eldar, los vehículos destartalados de los Orkos, las hambrientas oleadas de Tiranidos y los Daemonios, tropas impías y demás mutaciones que trae el Chaos, es extraordinariamente hermosos la cantidad de detalle y como el juego puede soportar semejante cantidad de detalle sin perder la velocidad aun cuando estamos destruyendo prácticamente todo los edificios del mapa en nuestra escaramuzas.

En cuanto al sonido, la música nos da ganas de seguir peleando, el choque de las espadas sierra, el sonido ensordecedor de los bolters pesados, el temible sonido de los vehículos enemigos y por supuesto las voces del juego, desde la previa de las misiones y los nuevos diálogos que se agregaron en esta campaña, además de lo que escuchamos en el campo de batalla con Thaddeus gritando al dar un salto con su jetpack y cayendo en medio del enemigo o Jonah lanzando sus habilidades, las voces y todo el sonido te hacen sentir increíblemente inmerso en el universo 40K.





Todo Imperio debe caer

El juego también tiene partes malas, como la gran falta de ciertos elementos dentro del juego si es que solamente contamos con el Chaos Rising y no con el Dawn of War II, las cuales son la posibilidad de usar más razas en el modo multi-jugador que la representada en este juego. La historia también no trae un problema porque, ya sea los personajes como otros factores, también están hablando de la campaña original, por lo tanto al no haber jugado la primera campaña nos sentiremos un poco perdidos.

El conocimiento es poder, guárdalo bien

En fin, la expansión stand-alone del WarHammer 40K Dawn of War II Chaos Rising es excelente, si bien se pueden arreglar varias fallas como lo repetitivo y falta de mapas y objetivos a cumplir en cada misión. El multi-jugador sigue siendo uno de los aspectos más grandes del juego, con batallas monumentales y extraordinarias peleas entre las razas. El modo The Last Stand con sus nuevos héroes para elegir reviven el modo de juego. En definitiv,a el Chaos Rising es una expansión que los amantes de los juegos de estrategia, RPGs, y Warhammer 40K no pueden dejar de conseguir.


Más información: www.alkon.com.ar.