Luz, apagón y después

La opinión de Enrique Carrier sobre el impacto del mega apagón en las comunicaciones móviles

Artículo publicado en ComentariosBlog.

El gran apagón eléctrico que vivió Argentina (que afectó también a Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile) a principios de esta semana fue una prueba de fuego para las comunicaciones móviles, las cuales, considerando el contexto, salieron airosas. En situaciones como la vivida se toma consciencia de la relevancia de la energía en la vida cotidiana. Y cuando esa ausencia de suministro se mantiene durante horas, todo sistema de contingencia es puesto a prueba.

Así como los celulares funcionan durante horas sin acceso a la red eléctrica gracias a sus baterías, algo similar ocurre en la red. Las antenas suelen contar con baterías que les permiten funcionar por varias horas sin suministro de la red eléctrica y otras partes de la red hacen lo mismo cuando no recurren a sistemas de generación de energía propios.

De esta forma, según información generada por Opensignal, tanto las redes 3G como 4G estuvieron disponibles en al menos un 84% del tiempo que duró el apagón. Aquí hay que tener en cuenta que así como la energía volvió progresivamente, en alguna zonas el corte duró más tiempo que la carga de baterías en alguna antena u otro elemento de la red.



No obstante, en el momento en que ya la mayoría de los usuarios estaban despiertos y la energía no había comenzado aún a volver, hubo un revival del 2014, el año en que peor anduvieron las comunicaciones móviles en el país por una sobresaturación de la capacidad instalada, previa al lanzamiento de 4G.

Con el corte de suministro energético a las 7 am de un domingo, al principio el celular funcionaba normalmente. La red se mantenía funcionando con la energía de respaldo y eran pocos los usuarios conectados. En la medida en que avanzaron las horas y más usuarios comenzaban a conectarse, si bien la red estaba en funcionamiento, se comenzaba a sentir la congestión de la misma. Es que al no funcionar las redes de banda ancha fija, que hacen un importante offload de la red móvil vía WiFi en condiciones normales, toda la demanda se concentró en la red móvil. Así, era común tener buena señal, pero con datos que venían en cuentagotas.

En definitiva, en un escenario totalmente atípico, la red móvil respondió. Una buena en un escenario negativo.