El Senado convirtió en Ley la Regulación del Teletrabajo

Discusiones en la cámara alta sobre la brecha digital, la promoción del teletrabajo y el derecho a la desconexión digital

Por 40 votos a favor contra 30 en contra, el Senado convirtió en Ley la Regulación del Teletrabajo, que había sido aprobada por mayoría en la Cámara de Diputados.

El senador nacional por La Pampa, Daniel Lovera (Frente de Todos) -miembro informante del proyecto- señaló que fue la pandemia la que llevó a converger en una regulación que tuvo en cuenta a más de 30 iniciativas presentadas. "Esta ley no busca promover el teletrabajo. Regula una actividad a la que debemos darle protección. Algunos creen que el teletrabajo sólo aplica a la mano de obra especializada y que no se necesitan regulaciones. No estamos de acuerdo ya que creemos que todos los trabajadores tienen que tener regulados sus derechos".

Lovera destacó que "hay sectores a los que les han impuesto el teletrabajo, que están pagando su computadora, que están pagando su provisión de internet y que tienen que recurrir a la mesa familiar en la que se almuerza para poder teletrabajar. Esos sectores no son contemplados en las encuestas, no son los que piden teletrabajar más".

Además, afirmó que "sin regulación las empresas quieren ganar más" y señaló que en muchas ocasiones es a costa de los trabajadores y que "estamos hablando de dos partes que se encuentran en desigualdad de condiciones". También subrayó que su bancada no aceptaba cambios "porque no estamos de acuerdo en las modificaciones que nos alcanzaron. La ley que estamos por aprobar es un texto acordado por muchos bloques en la cámara de Diputados y por la participación de muchos sectores. El texto que vamos a aprobar amplía derechos. Preserva el trabajo y la salud de quienes realizan el teletrabajo".

Lovera defendió el derecho a la desconexión digital y el hecho de que las empresas que propicien el teletrabajo provean los equipos y la conectividad para que los trabajadores realicen sus tareas.



Por su parte, la senadora por Buenos Aires, Gladys González (Juntos por el Cambio), fue la informante del proyecto de minoría presentado por la oposición. Para González el dictamen de mayoría "es un obstáculo para generar trabajo, atrasa".

"Una encuesta de Isonomía destacó que el 89% de las personas encuestadas quisieran más oportunidades de teletrabajo. 9 de cada 10 trabajaría mediante el formato de teletrabajo para empresas radicadas en otra provincia, lo que aumentaría el federalismo. El 69% de los encuestados considera que el teletrabajo lo ayudaría a tener mejor calidad de vida". También criticó la iniciativa mayoritaria diciendo que "vamos a perder empleo en favor de países que tienen legislaciones modernas. No como ésta que atrasa".

En cuanto al tratamiento del proyecto destacó que "el Senado renunció a su condición de cámara revisora ya que no se acepta ningún cambio porque no hubo voluntad. Y no había apuro para sancionar esta ley ya que correrá 90 días después de superada la pandemia". En los discursos de cierre del debate sobre el teletrabajo hablaron también los senadores por Formosa, Luis Naidenoff (Juntos por el Cambio) y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mariano Recalde (Frente de Todos).

En nombre del bloque opositor, Naidenoff señaló que el dictamen mayoritario "mostraba la peor cara de la Argentina: no adaptarse a los tiempos y dificultar la creación de trabajo". Recordó que "en Brasil los primeros pasos del trabajo a distancia se comenzó a legislar en 1997; en Colombia en 2008 y que en toda la Unión Europea se legisla sobre el teletrabajo desde el 2002". Criticó la propuesta oficialista diciendo que "bajo el discurso de proteger el trabajo se esconde una propuesta claramente corporativa". Sostuvo que en el debate hubo "una clara falta de sentido común ya que ante la definición del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, receptiva a aceptar cambios, el oficialismo respondió: avancemos".

Recalde inició su exposición recordando "que el teletrabajo no es una novedad en la República Argentina, existe hace mucho tiempo y que viene siendo discutido desde el 2002 cuando se presentó el primer proyecto". Destacó que la iniciativa vino "de Diputados con un amplio consenso y en merced a ese consenso merecía ser tratado sin modificaciones". Definió al proyecto como "una muy buena ley" y que "como suele ser cada vez que se trata una ley laboral en la Argentina se escuchan predicciones apocalípticas". Recalde consideró que "hay un brecha digital muy grande y que eso es un obstáculo para el teletrabajo".

El miembro informante por la mayoría, destacó que "un débil vínculo del trabajador con la actividad sindical puede ser un obstáculo para hacer cumplir los derechos laborales". En cuanto al derecho a la desconexión sostuvo que "no se trata de un nuevo derecho sino de una garantía para el trabajador". Consideró como "muy sano que se impida al empleador conectarse con el trabajador fuera del horario laboral y su límite horario" ya que el descanso hace "a la salud y a la dignidad". Sobre el derecho del trabajador a revertir la modalidad del teletrabajo "es un gran avance".