¿Cómo entraron las computadoras en los estudios de radio?

Por Matías Aizpurúa
La informática transformó la forma en que interactuamos con el mundo en todo sentido. Esta vez, Canal AR se preguntó cómo entró e influyó en los estudios de radio. Para ello dialogó con el ingeniero Oscar Bonello, quien diseñó la primera placa eficaz de compresión de audio en todo el mundo a mediados de la década de 1980.

La informática mejoró el desarrollo de ciertas actividades, sin embargo hubo ámbitos que se transformaron para siempre con su llegada. La radiofonía fue uno de esos “lugares” donde la computadora modificó radicalmente la forma de hacer noticieros, programas, y radioteatros inclusive. Para conocer mejor este mundo, Canal AR dialogó con el ingeniero Oscar Bonello, quien desarrolló hace más de 20 años la primera placa eficaz de compresión de sonido en todo el mundo.

Hace 25 años aproximadamente, la radio era cuestión de artesanos: carretes de cinta abierta de 12 pulgadas servían de soporte para los efectos de sonido, y tanto las publicidades de empresas como los mensajes de la emisora se lanzaban al aire uno por uno antes de la ponderada automatización. Sin embargo: ¿qué sucedió en los últimos tiempos?, ¿cuál era el imaginario en esa época?

“Hace más de 20 años me dijeron que nunca iba a encontrar una computadora al lado de una consola de radio (…) sin embargo, cuando vi la primera PC, en 1983, pensé de qué forma podría usarse en los estudios (…) y cinco años mas tarde lanzamos la primera placa compresora de audio en todo el mundo, diseñada aquí en Argentina”, aseveró el Ingeniero Oscar Bonello, presidente de la compañía Solidyne, en dialogo con Canal AR.

En una entrevista realizada el día 5 de febrero de 2001, por el diario La Nación, este ingeniero contó los problemas que él y su grupo afrontaron por ese entonces: “Lo primero que teníamos que resolver no era un problema informático, sino de hardware -explica Bonello-. En ese entonces un disco rígido almacenaba 10 megabytes (MB) y costaba 3000 dólares. No alcanzaba para nada, porque digitalizar una señal de audio requiere muchísima información”.

En ese momento, el fundador de Solidyne recurrió a una de sus grandes pasiones: la psicoacústica. Esta antigua disciplina estudia la forma en que el oído percibe las señales, y fue en ese momento cuando decidió aplicar el principio de enmascaramiento de bandas críticas, originado en 1924, para la compresión de sonido.

“En aquel tiempo las normas de compresión no existían, y el concepto radica en el enmascaramiento de bandas críticas. Yo era profesor en la Universidad de Buenos Aires y dictaba materias sobre psicoacústica, que es la forma en que el oído percibe las señales, y a partir de allí inventamos una norma de compresión, que se llamaba Ecam y fue la primera del mundo. El ingeniero Demaría y dos alumnos míos aportaron lo suyo”, relató Oscar Bonello a Canal AR.

La necesidad de alivianar el trabajo técnico detrás de la “pecera” era evidente, pero la automatización todavía era un sueño remoto. No obstante, gracias a las ideas de este ingeniero argentino –graduado en la UBA- la anhelada meta se hizo realidad y evolucionó con el tiempo. Sin embargo: ¿habían experimentado con otros sistemas antes de la PC?

“Sí, anteriormente habíamos fabricado el primer equipo magnético profesional (en Iberoamérica) controlado por microprocesador. Una de sus aplicaciones era automatizar parcialmente las radios: la tanda, por ejemplo. Era caro, complejo y pocas emisoras pudieron comprarlo. Pero fue una época de experimentación y nos permitió avanzar hacia nuestro objetivo”, explicó Bonello a Canal AR cuando se refirió al sistema que desarrolló a finales de la década de 1970 y principios de 1980.

¿Qué piensa Oscar Bonello sobre la política industrial argentina?
“A lo largo de estos 30 años hubo una marcada y decidida política para arruinar toda la fabricación argentina. No tienen que ver los extranjeros, no estoy a favor de la teoría conspirativa, la incompetencia local fue suficiente para arruinarla. Es parte de la historia argentina y no necesito agregar mucho. Hubo políticas para desacreditar la industria. Se gastó dinero para ello, y mientras que en todo el mundo estaban financiando la industria para que creciera, en Argentina ocurría lo contrario. La persecución comenzó, aproximadamente, en 1977 con el gobierno militar cuyas ideas económicas estaban presididas por Martinez de Hoz (…) realmente, no se que tenían en la cabeza esos tipos (...) y esto se profundizó en los 90 (…) veo que con el actual gobierno hay un interés de poner más dinero a la educación, más subsidios a la secretaría de ciencia y tecnología y fomentar la industria e investigación científica. Hay concursos por todos lados para incentivar la creación del software. Nosotros ganamos un subsidio para el desarrollo de un software especial. Por primera vez en Argentina veo algo que se veía en el mundo desde hace 40 años, más allá de otras críticas que podrían realizarse.”
- ¿Cómo hicieron para asegurar que la placa era un invento argentino?

- Para que nadie dudara que era un invento argentino hicimos el esfuerzo económico de ir a la exposición mundial de la Asociación de Broadcasters Norteamericana (NAB) y fuimos la única firma que ofrecía una computadora. Los estadounidenses decían “excuse me” y levantaban la carpeta para ver si teníamos un grabador debajo (…) su calidad no era la del MP3, pero se parecía a lo que luego fue más tarde el MP1.

- ¿Qué pensaron ellos al respecto?

- La primera vez que la vieron en Estados Unidos dijeron que el trabajo era maravilloso, pero que estaba condenado al fracaso porque en un estudio de radio nunca habría una computadora al lado de una consola (…) mientras que hoy están plenamente integradas y aun hoy seguimos fabricando placas y software para automatización. En este momento el 40 por ciento de la actividad de Solidyne tiene que ver con la informática. Fuimos los primeros en ver ese acercamiento, y estamos hablando de 30 años atrás.

- ¿Cuál es la tendencia actual?

- Hoy la tendencia es que la consola sea cada vez más digital, nosotros tenemos modelos simples que tienen microprocesadores y no necesitan display, pero otras sí lo requieren para dirigir la señal y tener un mínimo de cableado analógico. Este es costoso y demanda precauciones infinitas para evitar problemas que deterioren la calidad de audio.

- ¿Cuál es la tendencia actual, por ejemplo, en Solidyne?

- Nosotros, en Solidyne, experimentamos la idea de terminar con el manojo de cables analógicos y reemplazar todo por un sólo cable digital de alta calidad. Para dirigir las señales tenemos una computadora que ayuda a asignar el lugar de los micrófonos, que técnicamente se llama rutéo. Entonces, la experiencia del audio digital ayuda mucho en ese sentido y permite abandonar las complicaciones del pasado.


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