Tenemos un plan

Escribe Enrique Carrier sobre la aprobación por pare del Gobierno del presupuesto 2025 de Arsat

Artículo publicado en Comentarios.info.

Esta semana, el Gobierno aprobó el presupuesto 2025 de Arsat, lo que permite tener una visión más detallada de la situación de la empresa y conocer sus planes para los distintos servicios que presta. La medida se formalizó a través de la Resolución 1285/2025. El plan refleja una estrategia de consolidación tecnológica y expansión de servicios, manteniendo el rol de Arsat como operador mayorista de telecomunicaciones del Estado argentino. Pero además, sirve para delinear lo que se viene en Arsat y lo que hará con sus diferentes activos.

Por un lado, está la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), actualmente iluminada en un 85,7%. Más que una ampliación, lo previsto mayormente es una actualización tecnológica para incrementar la capacidad del core, aumentar el intercambio de tráfico con otras redes (peering) y reducir la latencia. Todas medidas que responden al crecimiento del tráfico de Internet, estimado en un 120% en los próximos tres años.

Por supuesto, también menciona al proyecto del Arsat-SG1, de una generación más moderna que los satélites Arsat 1 y Arsat 2 actualmente en operación. El proyecto sigue en pie aunque con retraso de casi una década. El SG1 tenía previsto originalmente estar en operaciones en el 2019. Luego de una sucesión de retrasos en su ejecución, todo indica que no estará operativo antes del 2027. Este retraso no es un detalle menor: en todo este tiempo, tanto la tecnología como el mercado satelital cambiaron radicalmente. Las constelaciones LEO alteraron no sólo el negocio tradicional, sino que además impulsaron como nunca tecnologías como D2D, incorporando a celulares e IoT en la ecuación. En este nuevo escenario, se prevé que parte de los usuarios conectados a los satélites Arsat 1 y 2 migren al SG1 por sus mayores capacidades (amén de que saldrán de servicio en 2029 y 2030 respectivamente). También, llegado el caso, podrían trasladarse clientes del satélite SES-17 —generacionalmente equivalente al SG1—del cual Arsat posee los derechos exclusivos para la comercialización en Argentina.

Respecto del Centro Nacional de Datos, y en línea con la creciente demanda de servicios de data centers, la intención es ampliar su capacidad, rendimiento y seguridad. Parte de la inversión será financiada con créditos internacionales.

En cuanto a la TDA (Televisión Digital Abierta), si bien su gestión corresponde principalmente a la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, la operación está a cargo de Arsat. No hay planes de expandir la red, aunque sí de mantener la plataforma.

Por otro lado, las cifras presentadas hasta fines del 2025 marcan una reducción de los recursos humanos del 11%. Los puestos administrativos se reducirán en un 22%, seguidos por los de la planta temporaria que lo harán en un 17%. Por su parte, los cargos técnicos y profesionales se reducirán en un 5%. No obstante, al finalizar 2025, la proporción de cargos técnicos y profesionales así como de planta temporaria habrá aumentado mientras que la de administrativos se reducirá (ver gráfico).



Casi como quien no quiere la cosa, al final del anexo con el plan de acción se menciona que “durante el año 2025 se prevé la ampliación del capital accionario con salida a bolsas y mercados”. Sorprendió, no porque no se supiera que es desde hace un tiempo la intención del gobierno, sino por la fecha. Quizás sea una medida a implementar después de las elecciones nacionales. Sin embargo, los tiempos de una salida a bolsa podrían jugar en contra de esta fecha. Otra posibilidad es que se apunte a emitir algún tipo de deuda (como son las obligaciones negociables) en el mercado.

En este punto entran en juego las cifras de la empresa. Para 2025, Arsat proyecta ingresos corrientes por $167,2 billones (unos US$ 122 millones) y gastos por $128 billones (unos US$ 93 millones), lo que arroja un resultado económico positivo de $39 billones (unos US$ 28 millones). Sin embargo, cabe destacar que el 85% de los recursos de capital correspondió a transferencias de la administración nacional. Abrir el capital accionario o buscar deuda en el mercado serían las formas de obtener los recursos necesarios para llevar a cabo los objetivos de desarrollo de infraestructura previstos.

En definitiva, el plan aprobado muestra a una Arsat que busca consolidar lo construido y proyectarse en un escenario cada vez más competitivo. Si logra ejecutar sus objetivos, puede reforzar su rol estratégico para la conectividad del país. Pero el desafío no es menor: depende de financiamiento externo y de una velocidad de ejecución que no siempre acompaña en un mercado muy dinámico.

(*) Enrique Carrier: Analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. Además, es el editor de “Comentarios”, el newsletter semanal y blog de Carrier y Asociados