2026 marcará el inicio de la madurez digital en las empresas
30 de Diciembre de 2025Escribe Leonardo Covalschi, CEO de TIVIT Latam
Durante 2025, la Inteligencia Artificial (IA) y la ciberseguridad dominaron la agenda tecnológica. Fue un año de adopción acelerada, pruebas, aprendizajes y, en muchos casos, de avances más rápidos que la capacidad de gobernarlos. Mirando hacia 2026, entramos en una nueva etapa: la de la madurez digital.
Las empresas están empezando a entender que implementar tecnología por tendencia ya no es suficiente. El desafío que se impone es otro: equilibrar innovación, gobernanza y sostenibilidad, con un impacto real y medible en el negocio.
En este nuevo escenario, hay aprendizajes recientes que funcionan como base. El primero es claro: la gobernanza debe prevalecer sobre la velocidad. Innovar sin control puede generar más riesgos que beneficios. El segundo es que la resiliencia digital dejó de ser aspiracional para convertirse en estándar. Hoy, la continuidad operativa es uno de los principales indicadores de madurez tecnológica. Y el tercero es que la sostenibilidad ya no es un tema accesorio: se consolida como un principio estratégico, tanto para reducir el impacto ambiental como para acceder a nuevos mercados y alianzas.
Desde TIVIT, observamos cinco tendencias que marcarán la pauta empresarial en 2026:
- La era de la IA agente: autonomía con control: Tras la expansión de la IA generativa, comienza a ganar protagonismo la IA agente (agentic AI): sistemas capaces de actuar de forma autónoma, aprender del entorno y colaborar con humanos en tareas complejas. El potencial en productividad, servicio al cliente y toma de decisiones es enorme, pero también lo es la necesidad de establecer marcos sólidos de supervisión humana y transparencia.
- La nube soberana y el control de los datos: El avance de las regulaciones de protección de datos en América Latina impulsa un mayor interés por la nube soberana, un modelo que garantiza que la información se almacene y procese dentro de jurisdicciones definidas. Este enfoque no solo facilita el cumplimiento normativo, sino que también fortalece la confianza del cliente y reduce la exposición a riesgos externos.
- Automatización inteligente y humanos aumentados: La automatización está cambiando de rol. En 2026 dejará de ser solo una herramienta de eficiencia para convertirse en un soporte clave de la toma de decisiones. Integrada con IA contextual, permitirá detectar patrones, optimizar procesos y reducir errores operativos. Además, veremos empresas donde la automatización no reemplaza, sino potencia la capacidad humana para analizar y decidir con mayor precisión.
- Tecnología sostenible y eficiencia energética: La sostenibilidad tecnológica se consolida como un factor competitivo. Centros de datos de bajo consumo, algoritmos optimizados y una gestión más circular del hardware serán prioridades reales. Reducir la huella digital no solo mejora la reputación corporativa, también impacta directamente en la eficiencia y los costos operativos.
- Ciberseguridad integrada y resiliencia digital: En este nuevo entorno, la seguridad ya no puede ser una capa final. Los modelos de Zero Trust adaptativo, la detección predictiva y la automatización de respuestas serán fundamentales frente a amenazas cada vez más sofisticadas, muchas de ellas impulsadas también por IA. La ciberseguridad pasa a ser el cimiento sobre el cual se construye la innovación. Solo las empresas que integren protección, cumplimiento y cultura digital estarán preparadas para el futuro.
El futuro de la tecnología no se mide solo por la velocidad del avance, sino por la confianza que es capaz de generar. Estamos convencidos que 2026 será el año en que la innovación empiece a combinarse, de manera más consistente, con responsabilidad, gobernanza y visión de largo plazo. Las organizaciones que logren ese equilibrio estarán mejor preparadas para liderar la próxima ola de transformación digital.
(*) Leonardo Covalschi: CEO de TIVIT Latam












