La India no participaría de OLPC

Por Nayla Simone
Hasta que no haya pedidas y pagas 5 millones de unidades, las polémicas laptops que costarán 100 dólares ideadas por el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), no comenzarán a producirse. Si bien Nigeria ya encargó el primer millón, el Ministro de Educación de la India habría declarado que necesitan "escuelas y profesores más urgentemente que herramientas de fantasía"

Si bien Nigeria ya encargó el primer millón de las polémicas laptops que costarán 100 dólares ideadas por el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), todavía el panorama no está del todo claro. La problemática que se presenta tiene que ver con que hasta que no haya pedidas y pagas 5 millones de unidades, la producción no comenzará. Y camino a lograr esa demanda, un país ya se ha dado de baja en el proyecto.

Se trata de la India, que con el argumento de poca claridad en el plan, declaró que aun no apostará por él. Si bien hasta ahora se planteaba optimista en la colaboración, actualmente no lo ve como una prioridad y, según diario El Mundo, el Ministro de Educación del país asiático habría declarado que necesitan "escuelas y profesores más urgentemente que herramientas de fantasía", planteo que resuena en la Argentina constantemente cuando se habla de OLPC.

A pesar de la primera baja al proyecto, el resto de los países seguirían en pie, o bien al menos no han presentado ninguna negativa y continúan en las conversaciones con los responsables del proyecto.

Como ya se ha dicho en reiteradas oportunidades, la idea de la distribución de estos equipos tiene que ver con que estudiantes de países en vías de desarrollo puedan familiarizarse con el uso de las máquinas y, según Nicholas Negroponte, responsable del proyecto, esto supondría una revolución educativa.

A nivel local, por ejemplo, los cuestionamientos no son pocos. Y los fundamentos nada errados. El país se encuentra en medio de una discusión claramente planteada en cuanto al modelo educativo y en medio del debate por una nueva Ley de Educación, proyecto en el que están participando diferentes organizaciones (gremios docentes y del trabajo, universidades nacionales, estudiantes universitarios, empresarios, credos religiosos, pueblos originarios, asociaciones de educación privada, organizaciones de la sociedad civil del campo educativo y ex ministros de educación nacionales) con distintos aportes hacia el Ministerio de Educación para lograr una nueva ley acorde a las necesidades del país y que sea equitativa en cada uno de sus puntos.

En este marco, el ministro de Educación, Ciencia y Técnica de la Nación, Daniel Filmus destacó el mes pasado: "Un tema central es lograr la igualdad y una mayor homogeneidad educativa en todo el país, hoy tenemos tantos sistemas educativos como jurisdicciones, y al interior de las provincias tenemos mucha desigualdad. Hay que avanzar hacia la unidad del sistema. También debemos avanzar respecto de la obligatoriedad de la escuela media, y respecto de las condiciones que posibilitarían que los chicos menores de 5 años puedan estar en la escuela".

Entonces, y retomando las palabras de Negroponte, hay que ser muy cauteloso en la decisión y pensar en que la “revolución educativa” para que efectivamente conlleve un desarrollo importante para el país, debe ser pensada inteligentemente. Y con ese tema están relacionados los principales desafíos que el proyecto conlleva ya que en cuanto a lo técnico, el material es sumamente interesante.

Es claro que el sistema educativo tal como lo conocemos debería movilizarse hacia el potencial que las tecnologías digitales e Internet pueden ofrecer a sus objetivos, y que se encuentra en una etapa de adecuación. También es claro que esta relación debe construirse y que implica peligros. Malas estrategias pueden llevar a un fracaso, y son millones los dólares implicados.

Se requiere una planificación concreta, un trabajo a largo plazo y el alineamiento bajo intereses comunes de todos los actores implicados. Y el mayor problema en Argentina es saber quién tiene estipulada la planificación concreta de los diferentes puntos en los que se está trabajando para evaluar si será favorable al sistema la implementación concreta de este proyecto o no. Si bien algunos nombres están dando vueltas, cómo, por qué, dónde y de qué manera se está trabajando, son cuestiones que no terminan de quedar claras.

Alejandro Piscitelli, gerente general de Educ.ar, ya adelantó algo en diálogo con Canal AR: “No es mágico, pero creo que no hacerlo es perder nuevamente una oportunidad y un salto adelante muy poderoso”. ¿Qué pasará en Argentina con One laptop per child?