El conflicto por el Ancho de Banda llegó al Congreso

Por Sebastián Premici
Telecom, Telefónica, Impsat y Prima (del Grupo Clarín) están allanando el terreno para establecer quiénes pueden ser proveedores de primera y quiénes de segunda. Las cuatro empresas proveedoras de banda ancha (ADSL, Internet wireless, móvil) y otros servicios de telecomunicaciones (voz sobre IP, por ejemplo), quieren que todos los ISPs con licencias para ofrecer servicios de telecomunicaciones a través de Internet salgan del NAP de CABASE y pasen a un NAP privado o a comercializar uno a uno con los grandes proveedores. De esta manera, tres cosas quedan claras: el libre acceso a la información está en jaque; se impuso un nuevo modelo de negocio mediante herramientas coercitivas. Ambas situaciones quedaron evidenciadas cuando las cuatro empresas redujeron el ancho de banda en el punto de interconexión gratuito para los ISPs nacionales de manera arbitraria y sin previo aviso. Tercero: por algún motivo, la Secretaría de Comunicaciones (Secom) todavía no actuó ante las presiones de los cuatro proveedores. Por lo tanto, la ausencia del Estado es la tercer pata en este conflicto. En esta oportunidad. Canal AR dialogó con el Diputado Nacional Alfredo Martínez (UCR Santa Cruz), quien presentó un proyecto de resolución para que la Secom comunique si tiene información sobre este conflicto; con Mario Miccelli, Gerente de Asuntos públicos de Iplan y Revisor de Cuentas Suplente de CABASE; con Hernán Huergo, Presidente de Usuaria, quien mantuvo ayer una reunión con representantes de Telecom; fuentes de la CNC y especialistas en networking. -¿Están pensando en llevar adelante acciones judiciales?- “Judiciales y administrativas. Sin embargo, todavía no están en curso”, apuntó Miccelli. La guerra de los proveedores de Internet se convirtió en una puja de poder que definirá el espectro de los futuros servicios de telecomunicaciones de manera consensuada o impuesta.

Detrás del conflicto del NAP (National Access Point) de la Cámara Argentina de Bases de Datos y Servicios en Línea (CABASE) está el futuro modelo de los negocios de telecomunicaciones a través de Internet. Los servicios de telefonía de voz sobre IP, entre otros servicios de telecomunicaciones, son la punta del ovillo para entender por qué las grandes Telcos y proveedores entraron en conflicto. La ausencia de comunicación, la arbitrariedad en las decisiones, el lobby milimétricamente digitalizado, la nueva ausencia del Estado para regular los servicios de Internet o la falta de atención gubernamental sobre las decisiones comerciales de los grandes holdings, son también los elementos que se conjugan y encierran la puja de poder entre las empresas. Telecom, Telefónica, Impsat, Prima (del grupo Clarín) y el resto de proveedores ISPs agrupados en CABASE. Hernán Huergo, el Presidente de Asociación Argentina de Usuarios de la Informática y las Comunicaciones (USUARIA), estuvo reunido ayer con los representantes de Telecom Luis Perazo, Edmundo Poggio, Raúl Sabio y Sergio Galban. En Diálogo con Canal AR, Huergo reflejó la posición de la Telco: "Para Telecom, existen dos tipos de ISPs, los puros que son los que ofrecen solamente Internet y los que poseen licencias especiales para ofrecer servicios de telecomunicaciones. Por lo tanto, Telecom considera que aquellos ISPs que ofrezcan este tipo de servicios (como Iplan, AT&T, Techtel, entre otros) deberían salirse del NAP para formar parte de un NAP privado donde prevalezcan los acuerdos uno a uno (peering)".

Así de clarito. Para Telecom, los únicos que hacen inversiones en infraestructura son ellos (y las otras tres empresas). Por lo tanto, existen otros ISPs- según los argumentos de las empresas refractarias-que aprovechan esta situación y ofrecen servicios- que no poseen- en forma de subsidios. El pasado 24 de marzo, el diario Ámbito Financiero publicó una nota donde Marcelo Guidotti, titular de Impsat, manifestó: "El concepto del NAP fue cambiando: de ser un intercambio de tráfico y accesibilidad pasó a ser un punto de interconexión entre instituciones del Estado hasta empresas que se conectaban para desarrollar negocios utilizando infraestructura de terceros".

Medir posiciones de fuerzas

Mario Miccelli, Gerente de Asuntos Públicos de Iplan y Revisor de Cuentas Suplente de CABASE, salió al cruce de Guidotti y en diálogo con Canal AR, respondió: "Somos grandes demandantes de conectividad dentro de CABASE, hemos aportado en todo momento a la conformación de esa infraestructura, nos ha ido muy bien en nuestro modelo de negocio. Hemos invertido mucho dinero, más de 120 millones de dólares en infraestructura de acceso y creemos que el modelo de negocio en la Argentina debe ser la interconectividad gratuita tal cual el NAP de CABASE. No nos aprovechamos de la infraestructura de otras empresas, pagamos por lo que no nos corresponde y no hacemos voz sobre IP con la infraestructura de CABASE. Lo que subyace en este conflicto es quién controlará Internet en la Argentina. Si vamos a un modelo como el que quieren las cuatro empresas, el mensaje de éstas es el siguiente: Yo controlo Internet en toda la Argentina".

Las cuatro empresas refractarias acuerdan que "la gratuidad del NAP está basada sobre las inversiones por ellas realizadas. Con un NAP privado buscan restringir una competencia, que acusan como desleal". Esto puede leerse en el último número de la revista Convergencia Telemática.

¿Cuál es la posición de CABASE como cámara? Este medio tuvo acceso a un documento fechado el 22 de marzo (aún no oficializado) dirigido a las cuatro empresas que se abrieron del NAP, en el que se expresa: "Si sus empresas no respetan el espíritu del NAP de CABASE de promover una Internet eficiente y a bajo costo, es que se le presenta una oferta de interconexión entre la red de sus empresas y la de nuestro NAP" ¿Qué quiere decir esto? Miccelli explicó que si no aceptan los términos del NAP, harán un acuerdo entre CABASE como un todo y los que estén fuera de la Cámara. CABASE le modificó el esquema de argumentación a Telecom. "Aquí no hay proveedor dominante, queremos seguir con conectividad gratuita y si no te gusta, vení y paga", le respondió Miccelli a las cuatro compañías disidentes.

Tamaño problema enfrenta CABASE. "Por un lado funciona como NAP y por el otro, como cámara. Aquí hay conflictos en la forma de funcionamiento de la entidad", manifestó el Presidente de USUARIA.

Iplan (como otros proveedores) también hace lobby y persigue el mercado de las Telecomunicaciones. Ningún argumento y contra argumento es inocente. Si Telecom, Telefónica, Impsat y Prima obligan a realizar acuerdos uno a uno, los precios aumentarán, y serán los ciudadanos que operan cotidianamente con Internet los perjudicados. Si CABASE le cobra a los cuatro grandes proveedores, la misma suerte correrán quiénes trabajan y utilizan Internet diariamente.

Ausencias

En las últimas semanas, distintos operadores de telefonía e Internet realizaron los anuncios de sus futuras inversiones. Telefónica, que adquirió a Movicom BellSouth, probablemente migre sus plataformas a la tecnología GSM. A su vez, desembolsará 3 millones de pesos para ampliar su red inalámbrica de Internet, con tecnología Wi Fi. Anteayer, el anuncio vino de la mano de Telecom y sus socios tecnológicos (Microsoft, Intel y Hewlett Packard), quienes anunciaron la ampliación de la red de Internet de alta velocidad inalámbrica. E Impsat invertirá este año 20 millones de pesos para ampliar su red de Internet y telefonía (Ver ¿Sabemos para qué sirve la información?). ¿La ausencia del Estado tendrá su razón de ser en que tres de las cuatro empresas refractarias anunciaron que invertirán millones de dólares este año?

Las ausencias no pueden llegar muy lejos. El Diputado Nacional Alfredo Martínez (UCR Santa Cruz), elevó un proyecto de resolución al Poder Ejecutivo de la Nación para que inste a la Secretaría de Comunicaciones a informar si tiene conocimientos sobre las irregularidades en el servicio de Internet. En diálogo con Canal AR, Martínez manifestó que "el movimiento de estas cuatro empresas favorece al monopolio de los servicios de Internet- y agregó-. Es necesario regular esta actividad para evitar abusos".



Pero el gobierno ya sabe lo que está ocurriendo, primero porque seguro sufrió las mismas dificultadas que cualquier usuario al querer acceder a contenidos nacionales; segundo, porque la Secretaría de Defensa al Consumidor está estudiando si le compete intervenir y tercero porque en la Comisión Nacional de Comunicaciones hay más de 50 reclamos efectivos que están tomando su curso. Igualmente, todavía están en etapa de análisis. Es de parecer que nadie quiere realizar ningún movimiento hasta tanto no recibir el apoyo político suficiente para tomar una decisión: o dejar las cosas en foja cero, es decir, no innovar o realizar una investigación profunda para dirimir responsables en el perjuicio a los ciudadanos y controlar las acciones oligopólicas de las cuatro empresas refractarias.