No compré bitcoins (y sigo siendo pobre)

La opinión de Rodolfo Cordero Sancho, DevOps en intive-FDV

Uno de las tendencias durante 2017 fue el bitcoin. Muchos hablaron de cómo esta criptomoneda revolucionó nuestra manera de ver al mercado financiero. En el momento en que el bitcoin alcanzó un precio histórico de 20 mil dólares americanos, numerosas empresas notaron que el blockchain (esa tecnología definida en 1991 por Stuart Haber y W. Scott Stornetta en “How to time-stamp a digital document”), se podía aplicar a diferentes usos en futuros servicios que ayudarán a las personas.

Para entender mejor cómo funciona la tecnología de blockchain, no hay mejor manera que analizar su comportamiento en un breve repaso:

  • Los bloques son parte de una base de datos distribuida. Así, el contenido dentro de cada bloque puede ser de cualquier tipo, desde imágenes hasta videos o texto.
  • Estos bloques son transmitidos a diferentes nodos (en este caso nuestra computadora, teléfono celular o dispositivo conectado a la red), siendo estos últimos los encargados de validar a los primeros.
  • Cada bloque o espacio es sucedido y antecedido por otro, por lo cual tiene que “calzar” o “encastrar” con otros. Un bloque que modificado (en teoría) obligará a los demás a ser recalculados y nuevamente validados. La cadena se rompe si el sistema detecta una modificación sin validar y, así, cada bloque mantiene y valida la integridad los demás.
  • Al tratarse de una base de datos distribuida, mientras exista un nodo, el blockchain existe. Así se logra un nivel de seguridad muy alto. Ya hemos visto estas ventajas en el uso de GIT (un sistema de control de versiones) o de redes P2P, entre otros.


Los usos de blockchain

Ahora, intentemos agrupar las diferentes aplicaciones del blockchain en tres grupos:

  1. Registros públicos. Las validaciones de contratos y transferencias de propiedades pueden ser realizadas de manera descentralizada. Se hace posible que casas, autos y demás bienes formen parte de un registro público. Así, incluso cada transacción monetaria puede ser rastreable y divulgada. De esta manera, blockchain nos permitiría analizar los movimientos del mercado, validar cada transacción y facilitar el seguimiento en el blanqueado de dinero.
  2. Flujos de trabajo y seguimiento de tareas. Empresas como Walmart (junto a IBM) le han dado uso a blockchain para manejar la distribución de sus productos. Este sistema permite a los participantes de la cadena de suministro de alimentos compartir información y hacer seguimiento de los avances integrales de sus productos desde las granjas hasta las tiendas. Como Walmart utiliza carne de cerdo importada de China, que en el 2008 tuvo problemas con la distribución de leche contaminada, el objetivo es brindar confianza a los proveedores y usuarios a través de un registro público.
  3. Servicios de almacenamiento y/o streaming. Cualquier servicio que necesite una base de datos (la gran mayoría) podría verse beneficiado a través de blockchain obteniendo una alta disponibilidad. Aplicaciones de música, video y documentos se volverían grandes ganadores si utilizaran una solución de blockchain. Proyectos como Open Music Initiative y artistas como Björk buscan evitar intermediarios cuando abonan a sus proveedores de música, videos y demás. Aparte, pequeños emprendimientos utilizan blockchain con el objetivo de almacenar información de manera segura.

En mi opinión, para aprovechar todo el potencial de la tecnología de blockchain, primero tenemos que ser capaces de dejar atrás el concepto de criptomonedas en la búsqueda de otras finalidades. Nuestra mirada sobre la tecnología y sus posibles aportes para agregar valor a nuestros clientes, a sus servicios y, en definitiva, a nuestra sociedad, es parte de nuestra identidad. En intive-FDV el analizar, entender y potenciar los usos de una técnica con objetivos que muchas veces dejen de ser lucrativos forma gran parte de nuestra esencia.

(*) Rodolfo Cordero Sancho: DevOps en intive-FDV