Punto de inflexión

Escribe Enrique Carrier sobre la ascensión meteórica de ChatGPT, el chatbot capaz de responder preguntas, hacer tareas escritas y hasta entablar una conversación

Artículo publicado por Enrique Carrier en Comentarios.info

Si alguien se fue de vacaciones durante todo el mes de enero logrando desconectarse totalmente, el retorno a la actividad en febrero seguramente lo sorprendió con el “estallido” de la inteligencia artificial. El mismo fue impulsado por la ascensión meteórica del ChatGPT, el chatbot capaz de responder preguntas, hacer tareas escritas y hasta entablar una conversación. No es para menos. ChatGPT (lanzado progresivamente a partir de noviembre pasado) alcanzó los 100 M de usuarios en SOLO 2 MESES, convirtiéndose así en la plataforma de más rápido crecimiento en la historia de Internet. Más allá de sus méritos, ChatGPT viene a enrostrar al mundo que la inteligencia artificial (que no es cosa nueva, pero que como usuarios no la habíamos visto tan de cerca hasta el momento) se apresta ahora a ser un hito en el desarrollo de Internet.

Algunos se maravillaron con que ChatGPT podía escribir un artículo periodístico o un informe con sólo introducir algunas premisas. Otros intentando demostrar sus flaquezas (que las tiene por cierto, típicas de etapas tan iniciales). No faltó quien se preocupara porque podía también hacer algunas tareas escolares o universitarias (en una versión con esteroides de “El rincón del vago”). Pero un aspecto realmente disruptivo en la interacción con el chat es su impacto en las búsquedas de Internet. Aquí la aplicación de la inteligencia artificial se convierte en el primer cambio tecnológico radical en términos de búsquedas desde de la aparición de Google a fines de los 90, cuando revolucionó al sector al diseñar un algoritmo que clasificaba las páginas web en función del número de sitios que enlazaban con ellas como indicador de su relevancia.

Hacer una búsqueda con la ayuda de inteligencia artificial cambia profundament la experiencia. En el modelo tradicional, encontrar una respuesta precisa a una consulta requiere comparar el contenido de múltiples vínculos a sitios web y leer, aunque sea por encima, una buena cantidad de texto para encontrar lo buscado. En casos como el de ChatGPT, ese proceso es realizado por la inteligencia artificial, partiendo de una pregunta en lenguaje natural y recibiendo una respuesta, no una serie de vínculos donde, probablemente, esté la respuesta. Y todo, en apenas un instante. De este modo, casos como el de ChatGPT dan lugar no ya a nuevos motores de búsquedas sino a motores de respuestas. Lo más parecido a la Baticomputadora de la serie de los años 60 (guiño para boomers).

Un tema no menor es que Microsoft no sólo es inversor en OpenAI (la empresa detrás de ChatGPT), a quien además provee de la infraestructura de cómputo necesaria, sino que rápidamente empezó a incorporar su tecnología a sus productos, entre otros el buscador Bing. Esto encendió la luz de alarma en Google, dónde rápidamente reaccionaron presentando su propia tecnología de inteligencia artificial aplicada a las búsquedas, aunque esta demostró en el lanzamiento que todavía le falta madurar (con lo cual su acción cayó un 8% el mismo día).

Estamos en los albores de una época tan disruptiva como lo fue en su momento la aparición de la web. Por supuesto, todavía hay infinidad de temas por resolver, como por ejemplo cuál será el impacto en la publicidad de los sitios que actúen como fuente de información si ésta se obtiene sin visitarlos.

Estos son apenas los primeros pasos en la interacción de la inteligencia artificial con los humanos. Sin embargo, el camino es claro. Así como Microsoft empezó a liberar la funcionalidad de chat de inteligencia artificial en su buscador Bing, tanto Google como Baidú anunciaron sus versiones propias. En menos tiempo del que se podría imaginar, las búsquedas en lenguaje natural y las respuestas (más que los vínculos) serán cosa cotidiana. Y hoy la lucha es por quien dominará esta interacción. Un momento apasionante en la historia de la tecnología.

(*) Enrique Carrier: Analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. Además, es el editor de “Comentarios”, el newsletter semanal y blog de Carrier y Asociados