Internet y redes sociales: caminos para empoderar a más niñas en América Latina

Escribe Natalia Jasin, Directora General de Bounty EdTech

Nuestra vida cotidiana está tan atravesada por internet que por momentos se convierte en una tecnología invisible. Interactuar, informarnos, acceder a productos y servicios, aprender, hoy cada una de estas acciones se ven potenciadas por el acceso a conectividad a internet. Pero no sólo para los adultos, sino que la vida social de los niños y las niñas se desarrolla cada vez más en las redes sociales y esta tendencia está afectando su concentración y aprendizaje. Esto se profundiza sobre todo en las niñas, dado que suelen pasar más tiempo en las redes sociales que los niños. En el Día de Internet, es fundamental que nos preguntemos cómo hacer que el avance tecnológico no afecte negativamente su bienestar.

¿Cuál es el punto de partida? Según el Banco Mundial, alrededor de las tres cuartas partes de la población de América Latina y el Caribe es usuaria de internet, una proporción inferior a la de América del Norte (91 %) y a la de la Unión Europea (85%). Sumado a esto, la banda ancha móvil a través de teléfonos inteligentes es el principal medio de acceso a internet para los hogares en nuestra región. De hecho, GSMA señala que para el 2025, los smartphones representarán un 83% del total de conexiones, en promedio, en la región, mientras que ahora suponen el 76%

Pensemos en que este porcentaje no sólo está en aumento, sino que lo más probable es que en unos pocos años la cobertura llegue a ser total. Las alternativas para garantizar conectividad tanto a la población en general, como también en los ámbitos educativos, son cada vez más variadas y también más económicas. La expansión de la conectividad satelital es sólo un fenómeno que podemos mencionar por la relevancia que está teniendo en la agenda latinoamericana.

¿Qué aspectos no deberíamos perder de vista? Según el nuevo informe "La tecnología en sus términos", la UNESCO advierte que la exposición a contenido basado en imágenes impulsado por algoritmos puede tener efectos particularmente perjudiciales en la autoestima y la imagen corporal de las niñas, y afectar su capacidad de aprendizaje.

Por ejemplo, una investigación de Facebook encontró que el 32% de las adolescentes afirmaron que, cuando se sentían mal por su cuerpo, Instagram las hacía sentir peor. Sumado a esto, en los países de la OCDE con datos disponibles, el 12% de las niñas de 15 años informaron haber sido víctimas de ciberacoso, en comparación con el 8% de los niños.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que las niñas aún se enfrentan a normas y estereotipos de género sesgados que, en última instancia, obstaculizan su éxito académico e impactan sus elecciones profesionales. Además de afectar su bienestar personal, también las disuade de seguir carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM).

En esta línea, la confianza de las niñas se ve afectada desde temprana edad con una ansiedad matemática mucho mayor que la de los niños. Según el estudio PISA de 2023, la ansiedad matemática representa al menos una cuarta parte de la variación total en el rendimiento matemático en los países de la OCDE.

Sin ir más lejos, según datos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la franja que va desde los 6 hasta los 8 años, el 33% de las niñas se consideran buenas para las matemáticas, disciplina perteneciente al campo de aprendizaje STEM. Sin embargo, entre los 9 y 10 años, aunque el nivel de confianza en las capacidades para esta disciplina disminuye para ambos géneros, cae más en el caso de ellas: sólo el 11% se consideran buenas en matemática, en comparación con el 20% de los niños.

Está claro que demonizar la tecnología no es la respuesta, y que tampoco hay atajos. Trabajando sobre estos desafíos de manera conjunta es posible hacer que la tecnología no sólo no impacte negativamente en el bienestar de las niñas y las mujeres, sino que sea una herramienta que potencie sus habilidades y oportunidades. Algunos proyectos que nos inspiran en Latinoamérica son:

  • Niñas STEM (México): una iniciativa que tiene una red de mentoras especializadas en distintas profesiones de STEM, que buscan inspirar a otras niñas, adolescentes y jóvenes para que sepan que ellas también pueden hacer carrera en éstas áreas del conocimiento. Resulta fundamental el foco en la empatía y tener roles femeninos donde inspirarse.
  • Muchas Más (El Salvador): Su misión es facilitar el acceso a la educación a niñas y mujeres jóvenes para que logren desarrollar estudios superiores en su área de elección, accedan a trabajos e ingresos dignos, sean autónomas económicamente y desarrollen proyectos de vida propios.
  • Mil Mujeres en IA (América Latina): Para crear nuevos liderazgos, es clave que cada vez más mujeres puedan crear y producir con Inteligencia Artificial. Empoderarlas para que puedan construir bases técnicas sólidas y ofrecer espacios de confianza para que realmente sientan y se perciban como mujeres capaces de construir soluciones de IA para la mejora socio-productiva, para liderar con IA, para democratizar su acceso o volverse expertas.

En el Día de Internet es clave que trabajemos desde alianzas multisectoriales con propuestas concretas basadas en datos cuali-cuantitativos para transformar el desafío en oportunidad, y la oportunidad en acción, con un objetivo claro: darle herramientas precisas y sostenibles a más niñas y mujeres para liberar sus miedos, potenciar sus aprendizajes y que sean las futuras líderes del mañana.

(*) Natalia Jasin: Fundadora y Directora General de Bounty EdTech