Opinión
¿Tu Empresa Necesita un Chief IA Officer? La oportunidad de liderar con Inteligencia Artificial
6 de Agosto de 2025Escribe Carlos Rozen, Socio de Advisory, BDO en Argentina
En lo profundo de cada gran transformación organizacional hay una decisión valiente que tomar. Hoy, en pleno auge de la Inteligencia Artificial (IA), muchas empresas enfrentan una de esas decisiones, o muy pronto la enfrentarán: ¿Debemos incorporar un Chief AI Officer (CAIO)?
Lejos de ser una moda pasajera, el CAIO está emergiendo como una figura esencial para aquellas organizaciones que desean liderar en la era de la IA, es decir, no ser meros seguidores.
¿Qué es un CAIO y por qué es clave?
El Chief AI Officer no es simplemente un "experto en tecnología". Es un estratega de futuro, un líder ético y un articulador entre innovación, negocio y humanidad. Su misión lejos está de programar algoritmos, sino garantizar que la IA potencie el propósito organizacional con efectividad, responsabilidad y visión.
Así como surgieron en su momento roles tales como los CCO, CIO, CISO o CSO para responder a nuevos desafíos globales, el CAIO nace para responder al desafío más transversal, disruptivo y transformador de este siglo, y tal vez de la historia de la humanidad: la IA.
Las 5 Grandes Misiones del CAIO
No existe una clara descripción de puesto sobre la cual los expertos head-hunters puedan acordar. Lejos de eso, se trata de un rol en plena construcción colectiva para lo cual los directorios deben debatir y definir.
A continuación detallo algunas de las misiones que esperaríamos de un CAIO:
- Diseñar la Estrategia de IA: Conectar el uso de la IA con los objetivos de negocio, buscando innovación, eficiencia y diferenciación.
- Gobernar con Ética: Desarrollar los marcos éticos y políticas claras para garantizar un uso justo, transparente y no discriminatorio de la IA. Para ello pensar en ajustar el Código de Ética y políticas relevantes, además de crear una Política de uso de IA. Capacitar, comunicar, sensibilizar. Gobernar con ética no implica poner un freno de mano a la IA, sino todo lo contrario, dar tranquilidad de que a la velocidad que requiere el vertiginoso ritmo de los negocios digitales, las personas lo harán “sobre rieles”, y “sin estrellarse”.
- Gestionar el Riesgo Tecnológico y Reputacional: Evaluar impactos, prevenir sesgos, asegurar la “explicabilidad” de los modelos y anticipar los marcos regulatorios. Estar cerca de los avances en las regulaciones internacionales, y ser partícipe de foros locales y relaciones con las autoridades en el esfuerzo de regular con sentido y responsabilidad. La explicabilidad es un concepto que cobrará creciente importanciaen los desarrollos basados en IA y se refiere a la capacidad de entender cómo y por qué un algoritmo tomó una decisión. Permite que tanto técnicos como usuarios no expertos comprendan los criterios detrás del resultado de un modelo. Es clave para generar confianza, detectar errores, evitar sesgos y cumplir con regulaciones. En la práctica, se traduce en reportes claros, visualizaciones o reglas interpretables que expliquen la lógica del sistema. Sin explicabilidad, la IA se vuelve una “caja negra” difícil de auditar. Cuanto más crítico el uso, mayor debe ser la exigencia de explicabilidad.
- Acompañar a las áreas: No “mirarla desde afuera”; es decir, ser el socio estratégico de Operaciones, Comercial, Marketing, Finanzas, RRHH, Legales, Compliance y otras posiciones relevantes, facilitando la adopción de IA, y más aún: impulsándolas a liderar este cambio.
- Impulsar la Cultura de IA: Realizar recurrentes análisis de impactos en las operaciones y personas, y desarrollar con las áreas acciones mitigantes. Capacitar, sensibilizar e inspirar a todos los niveles para abrazar el cambio, no solo sin el temor y la angustia por la cual están pasando las organizaciones sin rumbo en la IA, sino con alegría, entusiasmo y coraje. Medir la adopción del cambio y articular las medidas que sean necesarias para lograr los objetivos propuestos.
El CAIO y su Relación con Compliance
La relación entre el CAIO y el área de Compliance no solo es necesaria, sino estratégica, y hasta imprescindible.
A medida que las organizaciones adoptan sistemas de inteligencia artificial para automatizar decisiones, personalizar ofertas o analizar grandes volúmenes de datos, también crecen los riesgos éticos, legales y reputacionales asociados. Desde algoritmos discriminatorios hasta falta de transparencia en decisiones automatizadas, la IA puede exponer a las organizaciones a riesgos emergentes y nuevos focos de responsabilidad con consecuencias inciertas.
Aquí es donde entra en juego una comunión importante entre el CAIO y el Compliance Officer, ya que nuevos riesgos de ética y cumplimiento se entrelazan con tecnología y hasta filosofía:
- Gobernanza algorítmica: El CAIO debe trabajar con Compliance para asegurar que los modelos de IA sean auditables, trazables y documentados de forma que se pueda demostrar su adecuación, equidad y legalidad ante cualquier auditor interno, externo o regulador.
- Cumplimiento normativo: La regulación en torno a la IA (como el AI Act en Europa o normas locales sobre protección de datos) requiere que los sistemas respeten principios de proporcionalidad, no discriminación y, además, de explicabilidad. El CAIO necesita trabajar codo a codo con Compliance en este terreno.
- Gestión del riesgo reputacional: Decisiones tomadas por IA que afecten negativamente a clientes, empleados o terceros pueden derivar en crisis de confianza. El CAIO debe construir junto con Compliance marcos preventivos y planes de respuesta ante incidentes. Y para ello, deben ver más allá de lo que la típica gestión de riesgos nos mostraba. Se abre una nueva ventana a desarrollar talleres de riesgos más creativos “saliéndose de la caja”.
- Capacitación ética: Junto a Compliance, el CAIO debe promover una cultura que entienda los límites y responsabilidades del uso de la IA en todos los niveles de la organización.
En esencia, en esta dupla imprescindible, Compliance aporta el marco normativo y ético, y el CAIO asegura que las soluciones de IA se mantengan dentro de ese marco mientras agregan valor al negocio. Unidos, pueden convertir a la empresa en una organización verdaderamente responsable en la era de la automatización y/o robotización inteligente.
Entonces… ¿Necesitamos un CAIO?
Si estamos frente a una organización que está apostando fuerte a marcar una diferencia y liderar con IA, es altamente recomendable.
También sería más que recomendable ante el caso de que existan proyectos basados en IA dispersos, sin visión común (lo cual es denominador común en muchas de las organizaciones que nos toca visitar).
Una persona que no viene a buscar reemplazar personas, sino a liberarlas del ruido, del error, de la rutina. Que permite tomar mejores decisiones, anticiparse, escuchar al cliente antes de que hable.
Invertir en un CAIO está alejado de sumarse a una moda, sino ponerle cerebro, corazón y coraje a la revolución que ya comenzó y avanza a velocidades sin precedentes. Es apostar a no ser la empresa seguidora y quien sufra las reglas del juego, sino la que fije esas reglas.
(*) Carlos Rozen: Socio Líder de Consultoría, BDO en Argentina