Informática en la educación: Los patches y los bugs del sistema (educativo)

Escribe Gustavo Cucuzza, Profesor en Informática, Especialista en Educación y TIC. Presidente de ADICRA (Asociación de Docentes de Informática y Computación de la República Argentina)

En el Sistema Educativo, los Ministerios de Educación realizan algo similar a lo que ocurre con los sistemas informáticos: parches (patches) para intentar resolver los problemas o errores (bugs).

Entonces en lugar de hacer una reforma curricular que incorpore a la Informática como una disciplina más en todas las escuelas (Sí, una más, a la misma altura que Matemática, Lengua y Literatura, Inglés, Historia o Educación Física) lo que hacen es aplicar parches impulsando una fórmula que sabemos que no es suficiente desde hace más de 30 años: el uso de las TIC de forma transversal en cualquier materia o área.

Sería muy importante que tuvieran en cuenta, algo que a esta altura ya debería estar claro: no son antinómicas, ambas son necesarias en todas las escuelas.

En Informática un parche es una actualización que corrige errores o agrega mejoras a un determinado software. Un ejemplo de las más conocidas puede ser cuando Android te avisa que tenés “actualizaciones pendientes”.

En Educación, uno de los “bugs” de moda estos últimos años, está en la forma de pretender manejar “el retorno de la programación informática”. Digo el retorno, porque hace muchos años, hubo intentos para enseñar a programar en las escuelas. Era la época del reinado del “Logo”.

Mientras que otro “bug” arrastrado en los últimos tiempos, es que solamente se impulse “la utilización transversal de las TIC”, como si esto fuera enseñar informática.

Según la Resolución 343/18 del CFE, durante este 2020 las distintas provincias del país tienen que definir de qué manera van a implementar los NAP de Programación, Robótica y Educación Digital en sus jurisdicciones debiendo “explicitar en qué áreas de conocimiento se trabajarán esos contenidos”.

Si bien todavía no se conoce información oficial al respecto, es importante fijar postura sobre lo que ha venido ocurriendo hasta ahora.

Lo que han dado en llamar “alfabetización o educación digital” es, hablando claro, la utilización de las computadoras como herramientas para el aprendizaje de las distintas asignaturas existentes en la currícula de cada provincia. Esto también fue conocido como “el uso de las TIC en la educación”.

Sea con el nombre que fuera, hubo una bajada de línea ministerial uniforme que decía que “cada docente debía enseñar su asignatura, mediante la utilización transversal de los recursos TIC”. Si lo simplificamos o traducimos a un lenguaje llano o coloquial esto es que en Geografía o Historia se utilice Google Maps, o en Matemática el software Geogebra, entre múltiples ejemplos.

Claramente, eso no es enseñar Informática. Solamente es enseñar “X materia” utilizando las TIC. Por eso uno de nuestros hashtag es #ConLaTransversalidadNoAlcanza.

Por si no lo sabían, el espacio curricular para la Informática como materia en el nivel primario, no existe en la mayoría absoluta de las escuelas del país. Y en las secundarias tampoco existen los espacios para enseñar los temas relativos a la disciplina Informática. Salvo algunas excepciones, esto es en los casos en que las jurisdicciones tienen la orientación Bachiller en Informática o Técnico en Computación por un lado, o las pocas provincias que sí incorporaron la materia con distintas características, como la CABA, Pcia. de Bs.As., Santa Cruz y recientemente Neuquén.

¿Pero cómo sigue esta “historia”?. A partir de la Resolución Nº 343/18 del CFE (Consejo Federal de Educación), incluyeron la enseñanza transversal de Programación y Robótica, y nuevamente, Educación Digital. Insólitamente además incluyeron dentro de esta última, hasta la enseñanza de hardware y software, que como todos sabemos, junto al humanware, son los componentes básicos de un sistema informático.

Uno de los indicadores de que ese modelo no funciona (o tiene “bugs”), es que se multiplicaron los distintos parches para el sistema educativo, en cuanto a enseñar por fuera de la escuela esos contenidos de Educación Digital, Programación y Robótica. Veamos algunos ejemplos:

Desde organismos del estado nacional:


De algunas provincias:

Y varias ONG o Fundaciones que con buenas intenciones intentan que se pueda aprender a programar:



Entendemos que todos estos intentos de enseñar Programación o Educación Digital mediante “parches” lo que buscan es ayudar a resolver “la gran falla digital” del sistema educativo con escasos resultados.

Un avance en este sentido son, por ejemplo, algunas acciones de la Fundación Sadosky como:
  • Capacitación docente (Cursos como La Programación y su Didáctica)
  • Producción de manuales para docentes gratuitos, destinados a la enseñanza de una materia "Ciencias de la Computación".
  • Propuestas para reformar la enseñanza de los Profesorados y la creación de nuevos.
A esta altura, todos deberíamos saber que programación es a Informática, lo que geometría o aritmética a Matemática, gimnasia y los deportes a Educación Física, o la enseñanza de la lectoescritura a Lengua y Literatura. Programación es uno de los ejes de #LaInformáticaComoMateria. Robótica puede considerarse parte de ese eje. Y Educación Digital toma una gran cantidad de temas que con //ADICRA consideramos que integran el eje “Informática en la Sociedad”.

Lo que se necesita es dejar de “aplicar parches parciales” para resolver “bugs”. Si de verdad queremos que los estudiantes aprendan, hay que “reinstalar” el sistema (educativo) con una actualización muy importante: Se necesita un espacio curricular donde la enseñanza sea graduada, sistemática, seriada, pautada, espiralada. En resumen, que su enseñanza esté planificada como cualquier otra área de conocimiento escolar. Y para eso, como impulsamos desde la //ADICRA, lo que necesita el sistema (educativo) es la creación de los espacios curriculares para #LaInformáticaComoMateria en todas las escuelas del país.

Para tener un poco más de información:

(*) Gustavo Cucuzza: Profesor en Informática, Especialista en Educación y TIC. Vicepresidente de ADICRA (Asociación de Docentes de Informática y Computación de la República Argentina)