La transformación de la movilidad urbana: una mirada tecnológica
14 de Octubre de 2025Escribe Mario Canziani, especialista en Smart Cities de NEC en América Latina
La movilidad se ha convertido en un aspecto fundamental del desarrollo urbano contemporáneo, y el papel de la tecnología es decisivo para enfrentar los desafíos que conlleva. Según las proyecciones de la ONU en su informe Visualizando el futuro de las ciudades (2022), el mundo experimentará un crecimiento poblacional concentrado en las áreas urbanas, lo que incrementará significativamente tanto la superficie como la densidad poblacional de las ciudades.
Dicho crecimiento se distribuirá de manera desigual: los países de bajos ingresos enfrentarán un aumento del 141% en la superficie urbana, los de ingresos medios-bajos un 44%, los de ingresos altos un 34%, mientras que los de ingresos medios-altos registrarán un cambio menor, cercano al 13%.
Este panorama trae consigo múltiples desafíos que deben ser abordados con soluciones tecnológicas y de gestión. Entre ellos, una mayor demanda habitacional en espacios limitados, la necesidad de planificación territorial eficiente, la adaptación de la infraestructura de servicios a la demanda creciente y, sobre todo, la creación de sistemas de transporte que faciliten la movilidad de las personas.
Frente a ello, surge la necesidad de implementar políticas de movilidad sustentable respaldadas por tecnologías innovadoras. La jerarquización del transporte público, por ejemplo, requiere inversiones en infraestructura dedicada y en material rodante de cero emisiones, garantizando una oferta de servicio que constituya una alternativa viable y atractiva para el ejercicio de la ciudadanía.
A la vez, el fomento de la micromovilidad, con bicicletas y nuevos vehículos eléctricos ligeros, se apoya en plataformas digitales que facilitan su uso compartido, rastreo, seguridad y eficiencia. Esto hace necesario proteger a los usuarios más vulnerables mediante la creación de espacios de circulación exclusiva, como las ciclovías, y la fiscalización efectiva para prevenir su ocupación indebida.
A pesar de los avances en movilidad sustentable, el vehículo particular con motor de combustión interna mantiene una participación predominante en el transporte urbano. Al mismo tiempo, han surgido nuevas conductas viales que requieren un control específico, influenciadas por factores como la segmentación de la calzada para distintos modos de transporte y el uso masivo de smartphones al conducir.
Solo mediante la automatización de la fiscalización se puede garantizar un control efectivo y, al mismo tiempo, generar datos de alto valor para la planificación urbana. La recopilación de datos sobre las elecciones de movilidad ciudadana permite identificar patrones de demanda real, información crucial para evaluar si la infraestructura dedicada actual resulta adecuada para los niveles de uso detectados en los distintos modos de transporte. La planificación basada en datos ofrece modelizaciones más precisas, simulaciones de impactos y el desarrollo de políticas públicas sustentadas en conocimiento verificable, no en aproximaciones abstractas.
La transformación urbana actual exige un enfoque integral en el que la tecnología actúe como columna vertebral de las decisiones. Desde los sistemas inteligentes de fiscalización y monitoreo hasta las plataformas de análisis de datos para la planificación, las ciudades del futuro deberán ser sostenibles, seguras y eficientes, capaces de anticipar los cambios demográficos y responder a ellos. El éxito radicará en la capacidad de generar y analizar información para optimizar la infraestructura existente y planificar inversiones futuras con visión tecnológica. Solo así podremos garantizar que la movilidad urbana se convierta en un motor de bienestar y desarrollo para las próximas generaciones.
(*) Mario Canziani: especialista en Smart Cities de NEC en América Latina