Cuando la tecnología está más allá del alcance de la mano

Alumnos de la Universidad de La Matanza diseñaron un software para controlar una computadora con los movimientos de la cabeza, tomados desde una cámara web

Alumnos de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) diseñaron Pin Point, un software que permite manejar una computadora con movimientos corporales. El sistema funciona utilizando una cámara web y reproduce las acciones del mouse y el teclado, a partir de gestos que una apersona realiza con la cabeza. Se basa en herramientas de uso libre y fue pensado para ser gratuito y posibilitar que personas con movilidad reducida accedan a la tecnología.

Instalaciones de la Universidad Nacional de La Matanza

Los estudiantes crearon el sistema como parte de la cátedra Proyecto de Ingeniería en Informática teniendo en cuenta los problemas de uso que aparecen cuando los dispositivos no son funcionales para todos. Es por eso que el equipo conformado por Fernando Echagüe, Federico y Alejandro Díaz, Pablo Fortunato y Nicolás Gutiérrez, se embarcaron en la tarea de revertir de alguna forma esa situación, informó InfoUniversidades.

“El dispositivo tiene un cuadrado blanco que funciona como base y se encarga de la detección de la cara, un cuadrado azul, que realiza el seguimiento, y muchos puntos verdes y uno rojo, que siguen las marcas características del rostro”, explicó Federico Díaz.

Cómo funciona. El cursor del mouse es reemplazado por la cabeza y realiza una traducción lineal del movimiento que consta de un primer paso donde enfoca la cara y le asigna coordenadas. Después, sigue el recorrido. Una vez detectado, quien se encuentre frente a la pantalla puede mover el puntero a su gusto. Si se queda quieto, se despliega un menú contextual que muestra las acciones características que ofrece el ratón, por ejemplo, hacer clic, doble clic, clic derecho.

Los alumnos afirmaron que Pin Point está hecho con herramientas de software libre. “No usamos nada que tenga propietario y eso tiene una ventaja: no está pensado para ser cobrado”, señaló Díaz.

“En general, es difícil acceder a este tipo de tecnología y, si la vendés, estás limitando a la gente para que la use. En el fondo, les estás poniendo una restricción. Lo que producimos tiene que ver con la interfaz entre las personas y la computación. Buscamos no quedarnos en algo que está sólo dentro de la máquina”, concluyó.

La creación del dispositivo llevó alrededor de un año y obtuvo grandes avances luego de su presentación en la feria Expoproyecto, que en octubre de 2009 tuvo como sede a la UNLaM. Según el equipo de la universidad, a medida que las personas probaban la versión piloto iban mejorando elementos, basados en la experiencia de uso.


Más información: www.unlam.edu.ar.